Es tiempo de convencer a mi cuerpo de hacer un poco más durante las noches. Eso de pasar el día somnoliento no es algo agradable; pero sucede, ni modo. Ahora lo que intento es dormir ciclos de noventa minutos completos, ya saben, por aquello de no despertar medio muerto. Ojalá funcione, que ya no sé cómo hacerle para que mi ser me obedezca, a días se me escapa de las manos su voluntad.
¿He perdido el control de mí mismo? No tanto así, pero es difícil ponerme de vuelta en el lado correcto de la ecuación; además me pasan cosas malas continuamente, no he venido a quejarme porque, qué flojera estar aquí solo para eso, mejor vivamos y que lo bueno de la vida se presente por cuenta propia.
He pensado seriamente en grabar pequeñas cápsulas de audio con los textos aquí expuestos y publicarlas en algún sitio; está bien, comprendo que no soy tan importante y eso, pero uno nunca sabe, de las cosas más absurdas hay gente que tiene la capacidad de producir arte, no me gusta darme por vencido.
Y sí, la soñé recientemente, su silueta escultural digna de efectos mentales consecuencia de alucinógenos se presentó ante mí en imágenes casi palpables, y era una maravilla tener frente a mi perversa mirada las líneas de su ser, mientras, tras contenerme, me dejaba seducir por su hermosura, y el aroma de su cuerpo invitándome a más... Así desperté, como quien está consciente de que las frases textuales no dicen qué tan malos y patéticos amantes somos, solo describen una ilusión, un deseo, una formidable e impresionante concentración sanguínea en los lugares que no debería.
Mis días cada vez parecen más cortos, no me alcanzan para nada; extremo mis horas de sueño y ando por la vida sin ganas, deprimido, derrotado, apartado, roto. Cuando pienso en las delicias del irónico improbable, mis ojos se llenan de lágrimas por ella, o por ella, quizá ella; ya no lo sé, enloquezco a vista de otros, y mis perspectivas cada vez más enfocadas están en el futuro incierto que deparan las consecuencias de mis actos hasta ahora; si estuvieras aquí lo entenderías, si fueras capaz de contenerme entre arrumacos fundiéndonos en un abrazo interminable.
Pero bueno, tenía que escribir algo, exprimir una que otra salida de esta mente saturada de frases absurdas y conocimientos innecesarios, lo único que quiero es ser amado... La más compleja muestra evolutiva en nuestros días, monogamia, ¿en dónde estás diva de mis sueños, mujer de mis ilusiones, musa perfecta?