"Las redes sociales fueron hechas para que los nerds tuvieran sexo." En un principio, era maravilloso ingresar a esos lugares y advertir cosas divertidas de personas con una verdadera vida, opinión y gustos por las maravillas que se nos presentan en el día a día. Poco a poco, conforme pasó el tiempo y el lugar se llenó de aquellos que de valores tienen un pepino y dos cacahuates, el lugar se vino abajo, la superficialidad y el embuste es todo lo que parece tener sentido ahí.

No estoy en contra de quienes las usan, yo mismo me he visto beneficiado de la existencia de redes sociales en cierto momento de mi vida, pero eso, al día de hoy, me ha vuelto un hombre al que le cuesta confiar plenamente en los demás, no significa que no crea o me entregue, lo hago, sé hacerlo, pero como conmigo pasa, siempre dejo el beneficio de la duda, tanto para bien como para mal.

¿Y por qué dudar siempre y de todo? La confianza se alimenta, se retroalimenta, se produce y construye. Hace algunas semanas me sentía defraudado, me sentía triste, insatisfecho; empecé a culpar a alguien de mis penas, a un hombre que si no hubiera existido una mujer en medio no tendría el mínimo conocimiento del por qué le detesto tanto. Hoy no, hoy simplemente mis dudas se han disipado y por este medio quiero pedir perdón si alguna vez se llegara a enterar del mal que le deseaba.

La mayor parte de estas dudas viene del ver a los demás, querer actuar como los demás, hacer como los demás y aparentar ser como los demás; pero es algo que jamás me ha pasado a mí, mi aliento siempre ha sido vinculado con los que no siguen a la mayoría, con los que aman la voluntad y hacen sin importar lo que otros piensen. A eso debo el título de esta entrada, gracias a la mucha influencia de las mayorías en mí, en tiempos recientes me hube convertido en un hombre con un montón de complejos a flor de piel; pues claro, jamás seré como los que se ven felices o miserables de las redes sociales, claro, jamás seré como otro, únicamente existe uno como yo y ese soy yo.

Me quedo con ganas de tener sexo como consecuencia de las redes sociales, pero me alienta el hecho de saber que prefiero mi soledad a la agonía de vincularme a alguien que no es feliz conmigo. Sé perfectamente que ya no soy un niñato, desprecio ser tratado así por unos cuantos, también el hecho de que hagan falsas imágenes de mí, de mi historia de vida, de mi personalidad.

Agradezco ser una persona que muy pocas veces se enoja, eso me habrá de ayudar en la vida que viene adelante; no levanto juicios sobre nadie, porque nadie es peor que yo para empezar, aunque soy mejor que todos también paradójicamente; pues es el hecho de disfrutar plenamente quien soy lo que me deja el gusto y la satisfacción de estar.

Nadie merece mi enojo, como nadie merece enojarse por culpa mía; la inteligencia emocional de un hombre está fuertemente vinculada a su capacidad de existir de manera adecuada y sin afectar ni verse afectado por nadie, por eso Diógenes el cínico parecía tan feliz en la miseria, porque no se metía con nadie y evitaba que se metieran con él.

No busco la soledad, ni nunca la buscaré, pero con quien esté o deje de estar será completamente circunstancial a partir de ahora; no por necesidad de aceptación o búsqueda de algún tipo de reconocimiento, porque quien soy es suficiente para satisfacer a la dama que me merezca, y no, no le ofrezco felicidad a cambio, porque ofrecer a alguien algo que ella no está dispuesta a obtener por sí misma es un trabajo titánico y embustero. Amaré a quien ame estar conmigo. Disfrutaré de quien disfrute estar conmigo.

Hay dos frases que tengo mucho en la mente en estos momentos, la primera de Moody, la segunda de Underwood, ambos personajes ficticios a los que algún escritor les dio nombre y sentido: "La vida es demasiado corta para desperdiciarla con feas"; "Todo en la vida es acerca de sexo, todo a excepción del sexo, el sexo es acerca de poder".


Redes

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"Las redes sociales fueron hechas para que los nerds tuvieran sexo." En un principio, era maravilloso ingresar a esos lugares y ad...
Esos sueños que te obligan a convertirte en la fiera que siempre has sabido que llevas dentro, sí, lo eres, excepcionalmente y lo sabes. Pero temes afectar al prójimo con tu potencial violencia.

Dime lo que hay por hacer adelante amigo y te diré todo por lo que he pasado hasta ahora por descubrir que la verdad es que, sé demasiado de todo; puedes luchar contra eso pero es la realidad, existe, sucede, pasa, ocurre, está presente.

Miles de historias agobian mi mente entre cuentos, memorias, rostros e imágenes prudentes; he sabido siempre lo fuerte que puede llegar a ser, por eso no quería permitirlo, pero me supe abusado y obligado, como si eso importara en algo.

Trabajas por usar miles de letras en tus frecuentes lapsos de pseudo escritor, con la belleza de descubrir que quien eres, eras, a oscuras y en la clarividencia de las cosas, contra el eterno caminar de la contrariedad a tu espalda. Como si fueras un crimen, como megalomanía.

Trabas las teclas entre sucumbir ante la mortandad de la indiferente manera de no existir para nadie, se supone que no debas comprender mi mente, como entre los mismos sueños sucede, cuando con pocas prendas, con historias en tus ojos, las miradas que propician a pecar son nuestras, son de ambos, nuestros despojos.

Y me quedo sin nada de lo mucho que valoro por cuanto eres para mí, pues amar es para esta historia un asunto pertinente, lo merece, es sincero y valeroso; nadie en esta sala considera mi situación actual, con demencia me comporto al saber mi enemigo presente, y sí, llámese enemigo a quien en su habito se enfocaba en destruirlo todo, como karma pasará.

Con sus labios posados en mí sinceramente supe que cada instancia del acto sería un pacto fijo de sobriedad y necesidad con ganas de estar los dos caminando unidos al fin de llegar a un destino similar, ¿necesitas todo esto? Cambiar el amor por letras es lo mejor que puedo hacer. Los sueños y esperanzas derramados sobre este papel quedan ya.


Esos

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Esos sueños que te obligan a convertirte en la fiera que siempre has sabido que llevas dentro, sí, lo eres, excepcionalmente y lo sabes. Per...
El adiós es enfrentar el miedo a perder lo que nunca ha sido tuyo, es suplicar misericordia a quien nunca quiso conocer tus súplicas, es desear con todo tu ser el mantener cerca a quien nunca quiso así, es dejar ir a quien no te valoró, a quien nunca vio por ti, a quien nunca te aceptó completamente.

Al principio frustración, falta de aceptación y miedo son los síntomas del adiós; no quieres creer que vaya a suceder, piensas que recapacitando y hablando se puede llegar a un común acuerdo. Inexistente si nunca te amaron.

Después, viene la fase de enojo, en la que luchas contra tus propios miedos por vencer a lo que no te convence de ser suficientemente bueno para esa persona. Te auto flagelas con tus penas, pues claro está que más amor no podías haber entregado, ella lo tiene claro, simplemente no te quiere.

Posteriormente llega la negociación, pones en un plano lógico la situación y piensas "si yo hubiera...", "si ella hubiera...", caso perdido; pues sabes que en este punto del proceso habrá que avanzar al siguiente para que algo sea o no posible con la sabiduría de Cronos.

Luego quieres entender las razones y analizas los sucesos llenándote de dolores en el corazón, y ella sigue en su papel, de ser como es, de evitarte y alejarte, por tu propio bien a su parecer. Porque digo, no hay nada más deprimente que querer mantener cautivo a un corazón que te es infiel y no te respeta.

Llega el momento de aceptar las cosas, has llorado suficiente, en tu casa, en tu trabajo, en la calle por ella, has derramado cada lágrima que tenías que derramar para dejarla salir a hacer lo que quiera. Es entonces cuando decides dejar de estorbar, de ser una molesta carga y permitirle que siga con sus sueños y objetivos; es cuando, realmente amas el hecho de haberla amado y como tal, te permites la muerte existencial por ella.

Al final viene la asimilación, el punto en el que meditas en la importancia de no pedir amor a quien no quiere estar contigo; sonríes a la vida y observas al rededor. Entiendes que los horizontes son un poco diferentes pero más amplios ahora que has abierto los ojos y te preparas para iniciar con todo tu empeño la siguiente carrera.

(Quisiera agregar una más, una verdadera. La de agradecimiento y no reproche. En la que digo: Gracias por enseñarme, gracias por aceptar que te eligiera, gracias por mostrar felicidad cuando estuviste cerca, gracias por confortarme y gracias por decir que me amabas.)

La vida da vueltas, el karma, o como quieran llamarlo, recompensa a las personas que han hecho bien. Y una vez aquí, lo justo es saber que nada es mera coincidencia, si no era la persona indicada, la mejor para ti, simplemente tenía que pasar para continuar con el perfeccionamiento de tu propio ser. Lo único importante es ser feliz.

Cuando alguien realmente te ame procurará tu bien, te será sincera y también fiel. Verá por ambos, te considerará en sus decisiones, te hará parte de su vida, y disfrutará cada momento que se encuentren juntos. Además, claro, superará dificultades, será fuerte a adversidades, crecerá contigo, y permitirá al brillo de la verdad permanecer siempre.


Adiós

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El adiós es enfrentar el miedo a perder lo que nunca ha sido tuyo, es suplicar misericordia a quien nunca quiso conocer tus súplicas, es des...
Me gusta escribir mi vida de manera trágica, como si todo lo que me pasara fueran más pesares y penas que felicidad; y de vez en cuando las personas se lo toman como cosas reales e incluso personales. No es así, si solo escribiera lo bello de mi vida sin enfatizar en aquellas cosas que duelen, reabrir heridas y males, las personas me verían como alguien que no ha sufrido suficiente para estar en donde está, en donde sea que algún día esté.

El punto aquí es comprender que cada frase es como un trazo sobre un lienzo en el que me gusta expresar algo; la verdad es que, me ha ido bastante bien en la vida, soy un ganador desde que nací, todo en cuanto me he involucrado me ha dejado a lo menos, experiencias formidables; y soy alguien que no se cansa nunca de seguir, de hacer, de planear, de idear, de crear, de imaginar.

Hago las cosas con tal pasión que pareciera que las vivo realmente; así me gusta trabajar, así de capaz me considero. Una par de veces he tenido que participar en debates defendiendo opiniones que no tienen nada que ver como pienso, y aunque claro está que en los debates no se gana ni se pierde (así lo creo), todas esas ocasiones conseguí, gracias a mi pasión, demostrar que mi idea era la más apropiada.

¿Defender lo indefendible? Denme la oportunidad y verán cómo hago un montón de basura a cualquier rival que se me enfrente. Porque eso soy, un guerrero, un triunfador, un valeroso y poderoso ser. Uno de esos que se meten tan dentro de ti una vez que le das la oportunidad que nunca en tu vida olvidas.

Y podrás decir "no es cierto", sé de quienes me han tenido como rival y se han vuelto unos amargados de quinta con sus miedos a flor de piel y temperamentos todos hechos caca. Así soy, un vencedor. Lo siento por quienes quieran rivalizar conmigo, lo cierto es que, no hay quienes.

El drama hace que las personas se sientan más identificadas con lo que escribo, con lo que hago, con lo que vivo. Que crean más cercano a su vida mi parecer y mis experiencias.

La verdad es que me sé centro de atención, por mucho que a veces trate de simular lo contrario, sé que siempre: responsabilidades, reflectores, opiniones, decisiones y demás pasan por mi mente. Es genial, aunque un trabajo bastante complicado también de vez en cuando.


Drama

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Me gusta escribir mi vida de manera trágica, como si todo lo que me pasara fueran más pesares y penas que felicidad; y de vez en cuando las ...
No ames amigo. Las personas que amamos invertimos casi toda nuestra vida en brindar todo de nosotros a gente que no merece ni el mínimo de lo que les damos, son malagradecidas, egoístas y orgullosas. Y por más especiales que creas que son tus objetivos amorosos, no saben amar, no funcionan, y si son mujeres terminan con el patán que siempre creyeron con su mente que no terminarían.

No estoy enamorado, prometo no volver a enamorarme jamás, prometo ser una dura piedra difícil de cambiar de parecer, que lo que los demás opinen sobre mí no me va a importar, que sus influencias durarán lo que en irse mi excremento por el excusado, que serán mierda para mí las falsas intenciones.

Prometo que cuando escuche de nuevo un "te amo" o un "guapo", lo tomaré como una estúpida broma que debe de ser ignorada; no me importa ser grande o bueno para nadie, tampoco voy a ser un ridículo patán en pose. Voy a vivir plenamente siendo yo, disfrutando de serlo, cada milímetro y delgada línea que me cautivará y me hará feliz a partir de ahora serán las mías.

Habrá mujeres hermosas, habrá mujeres deliciosas, habrá mujeres radiantes, habrá mujeres inteligentes y mujeres de acuerdo a mis gustos; pero serán eso solamente, mujeres. Utensilios. Porque el amar tan fuerte en mí me ha dejado un corazón desquebrajado ya dos veces; me ha hecho sufrir tanto como no se lo deseo a nadie, me ha hecho llorar como una fuente inagotable de lágrimas.

Y lo peor es que, las muy malditas e hipócritas; han dicho que no es mi responsabilidad cuando es únicamente eso (los miedos y dudas) lo que las ha hecho alejarse; yéndose de inmediato con alguien más dejando en duda mi inteligencia. Arrogantes.

Ojalá se revuelquen en su gusto por la miseria, que sean tan asquerosamente repugnantes como siempre quisieron. La verdad es que no me importan, ninguna de ellas, solo importo yo, mi mente, mi carácter, mi fuerza y espíritu.

Es mi deseo lo único que alimentaré, mi propia satisfacción, un completo hedonista. Y para concluir la obra en mí he comenzado hace tiempo a planear mi estrategia; y no, no es para que nadie la admire, ni para que nadie la conozca, simplemente sucederá. Habrá víctimas entre mis manos, muchas, una inimaginable cantidad, y eso será un maravilloso alimento para mi individualidad.

Solo queda decir que si antes la quise, hoy como el león a su presa solamente la deseo, para devorarla, para desmenuzarla, para triturarla, para disfrutarla, para gozarla y alimentarme de ella. Y así como a ella, a muchas más por saciedad tendré. Al final de su jodida historia estarán arrepentidas de no haberse esforzado. Flojas. Ahora sí, adiós idiotas.


Ames

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No ames amigo. Las personas que amamos invertimos casi toda nuestra vida en brindar todo de nosotros a gente que no merece ni el mínimo de l...
Que alguna vez me pidió que le escribiera.

Podría mentir e intentar así demostrar que esto es lo más bello que yo sería capaz de hacer por ti. Estaría en un error simplemente un horror si quisiera solamente tenerte en mi lecho de amor.

En ti veo a una amiga, a la más especial, a esa como no hay igual que sabe todo lo que hay en mi voluntad.

Eres como una hermana que sabe todo y mucho más; cuanto hay que saber de mí para amarme y odiarme al mismo tiempo, sabe que no soy un falso, sabe que no soy un cuento, y terriblemente sabe lo mucho que quiero perderle el respeto en medio de un incesto.

También como una madre, me enseñas, me instruyes, me gobiernas y construyes, pero aceptas mis desplantes, consuelas mis penas y nunca con mi lucha escribirás condenas.

Finalmente veo a una mujer a quien puedo desear, desde el fondo de mi alma hasta el frío de su cuerpo y convertirlo en tormento, yo te quiero excitar, con tu cuerpo mi deseo fríamente voy a asesinar y al día siguiente resucitar, juntos en la almohada, sin saber quien de los dos venció en la épica batalla.

Fue el seis de diciembre cuando te conocí, quiero ser pronto con eso, que quede en texto, que quede fijo, que quede aquí, si habré de escribir de lo mucho que te deseo también contemplaré desde cuando lo creo.

Deseo tus ojos, la profundidad de tu mirada, una mirada sincera, una que dice verdad, que sirve para enternecer y para agregar voluntad.

Deseo tu cabello largo de nuevo, probablemente quieras guerrear al respecto, pero te supe así la primera vez y me fasciné con esto.

Deseo tu color de piel, admito que aprendí a hacerlo, es un bello lienzo en el que podría escribir, sobre el que podría llorar y también reír.

Deseo tu estatura, imagino mi lengua tu cuerpo de un punto a otro recorriendo. Te imagino gimiendo. Además, me encanta el hecho de no tener que arrodillarme a besarte, punto aparte.

Deseo tu nariz, por su forma y gracia, hace ser de ti, una dama con porte, con personalidad y elegancia.

Deseo tus labios, para poder besarlos y que me beses tú, para explorar con ellos, para sentir la gloria, para sellar los pactos dentro de mi memoria.

Deseo tu lengua, y la sensualidad de ella, jugueteando a tu voluntad, degustando, disfrutando, como solo tu lo haces, sin penas, sin disfraces.

Deseo tus manos, delgadas y con esos largos dedos, quiero sentirlas sobre mi rostro, casarme con ellas, saben dominar al monstruo.

Deseo tu trasero, así, sin miedo, pues lo deseo como un loco, probablemente debí dejarlo al último o esperar un poco, pero es tanto cuanto deseo esa pieza de arte en forma de corazón que bien pudo estar al principio de mi lista con razón.

Deseo tus pómulos, figuran espléndido en la imagen de la percepción de un rostro fino, delicada como el vino, causan mis suspiros.

Deseo tus orejas, son seductoras y muy pequeñas, quiero besarlas, quiero moderlas.

Deseo tu cuello, para olfatearlo todo, para probarlo lento, y soplarlo con decoro; lo quiero para mí, lo quiero todo.

Deseo tus brazos, porque son delgados, porque abrazan rico, porque son confortables y porque son suaves. Porque van contigo.

Deseo tus hombros, y las líneas que con tus huesos marcan, son sutiles, propios y expresan bondad. Son besables son honrados, y dan confiabilidad.

Eres un vicio, te soy muy honesto, no sé si escribir más o detenerme con esto; no te quiero espantar al declararte esto.

Deseo tus piernas, son gruesas, son poderosas y las quiero rodeándome, siendo uno contigo; haciendo, dejándome estrujarlas, hasta quedar perdido.

Deseo tu voz, que siempre esté conmigo, que me haga reaccionar en cada momento que me sienta abatido, que me excite dulcemente al oído.

Deseo tu rostro, tu expresión de placer, tu sonrisa honesta ver aparecer; deseo haberlo hecho bien, haber llegado al punto, haber hecho de ti vibrar cada centímetro, cada segundo.

Deseo tus pechos, en mis manos quiero tenerlos, y mi boca suministrarlos, y con mi lengua masajearlos. Quiero un manjar de placer concebir en ellos, si son parte de mí, voy a adorarlos.

Deseo tu aroma, y con el mío se fusione, que la locura trascienda, que nuevos surjan de ellos; y si te tengo preciosa, ese aroma será eterno, tendré por siempre cierto, que eres mujer virtuosa.

Deseo tu mente también, tu voluntad y tu fuerza, deseo de ti poseer, todo lo que eres mi reina. Pero quiero que quede claro, tu libertad me interesa, deseo que brilles en poder, deseo que seas una diosa, una mujer esplendorosa.

La parte final es la más interesante de todas, pues en ella se resume todo por lo que he escrito esto; hasta dónde quiero llegar, quién soy yo, qué pretendo...

Deseo tu sexo, toda esa aseveración de frustración e irrealidad desaparecer juntos, potenciarnos, admirarnos, respetarnos. Tu espalda a mí parecer lo que más me maravilla de tu ser entre mis manos tener al ver tu cuerpo rodeando al mío, desnudos y cómplices, entre verdades y suspiros, entre glorias y fobias, entre lo que somos y todo cuanto queremos ser. Estar contigo, a mi parecer, el mayor decoro, mi más grande gloria, poderosa victoria, te quiero enloquecer.

Para Mooshie.


Lo

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Que alguna vez me pidió que le escribiera. Podría mentir e intentar así demostrar que esto es lo más bello que yo sería capaz de hacer por...
Nebdacta.

El reflejo de la luz sobre mis párpados me indica que ya es de día, abrirlos como la primera vez que desperté de un largo sueño me ha sido algo complicado. Resulta que mientras lo algo, el continuo chasquido de un aleteo acecha mi oído izquierdo, y poco a poco, el panorama se aclara no mucho del color y forma que yo quisiera, ni siquiera de cerca se parece a algo que haya visto antes.

Al fondo en dirección recta hacia mí, un camino interminable dirigido hacia la oscuridad de un pantanoso clima de vegetación abundante, con cuerdas de algo parecido a árboles entrelazándose en mis pies, y el miedo a no saber lo que me espera. Al voltear mi rostro hacia arriba, el brillante amarillo de un cielo repleto de bichos alados y bípedos me hace recordar a las hadas de algún cuento infantil.

El que osaba abusar de mi escucha no era otro más que de esos, ya bien visto de cerca, más parecido a reptil que a una ave; tuve que ponerle un nombre, "Zumner" me pareció lo más semejante al ruido emitido por sus pequeñas fauces. Me encontraba en medio de un lugar que en mi vida había visto jamás. Quería hacer algo, y ese algo era salir inmediatamente de ahí.

Los bichos aparentemente se dirigían a la oscuridad. Después de comprobar que no querían hacerme ningún daño los seguí sigilosamente por el camino hacia la oscuridad. Mientras libraba las lianas en mis pies, los húmedos arbustos ubicados a mis costados me guiaban por el interior del camino, al llegar, un par de cientos de metros adelante de mi origen, los zumners ingresaban por delgada rendija diseñada en lo que parecía una pared inmensa de tierra. Me asomé mientras los veía cruzar; del otro lado, la iluminación se tornaba de amarillo a cobriza y bichos de mayores dimensiones deambulaban de un lado para otro, hablo de seres de al menos tres metros de altura con dos piernas y cuerpos viscosos.

Los zumners comenzaron a rodear a uno de esos especímenes cual abejas al panal, instantes después, un par de brillantes círculos blancos apuntaban en mi dirección, acompañados de ese hocico retorcido y piel verdosa dignos de un caimán erecto.

No sentí miedo. Habrá quien piense que debí correr en el momento, pero fue tal mi impacto que simplemente mis piernas no reaccionaron, no las pude mover, me sumí en mi propia presencia y escuché, desde mi interior un lejano "hola" proveniente de no sé dónde. "Soy Harsok y ellos son mis hermanos; somos una familia de nebdactanos encargados de gobernar este mundo y protegerlo de los males que lo acechan, bienvenido a Nebdacta, tú debes ser el profeta que vio lo que ha de ser". Todo eso mientras me observaba detenidamente desde el otro lado del muro.

Jamás había hablado conmigo mismo en otra voz. De hecho, sabía que no había sido yo quien lo dijo, pues de alguna manera tuve que haber interpretado lo que ese personaje quiso decirme. El sentirme confortable habiendo escuchado lo que escuché ayudó a impulsar mis ganas de arrancar cual cáscara los pliegues del muro que me separaba de aquella especie.

Al terminar estaba yo, y junto a mí, a escasos pasos de distancia, un ser de dimensiones que duplicaban las mías y aspecto de algo a lo que en mi infancia debí tener miedo pero que no sentía nada en ese momento. "¿Qué hago aquí?" Dije para mis adentros, "Vienes a rescatarnos, nos están matando", dijo Harsok mientras con un ademán de alas me invitaba a seguirlo a algo parecido a un nido de pájaro en forma de cueva ubicado en el pedazo de terreno libre de vegetación y al que, los otros quince seres enormes habían entrado ya.


Spacedreamer IV

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Nebdacta. El reflejo de la luz sobre mis párpados me indica que ya es de día, abrirlos como la primera vez que desperté de un largo sueño ...