Ahora sí, hace un tiempo que no publicaba y todo a consecuencia de varias cosas que me han sucedido. Para empezar, me robaron mi muy querida Satelite de Toshiba (esperemos quien la tenga ahora en sus manos haya sabido qué hacer con toda la valiosa información que contenía antes de dar formato —aunque es un razonamiento del cual yo mismo sé la respuesta—).
Me la robaron hace menos de una semana, a punto de retirarme a casa y por una distracción de apenas dos minutos me quedé sin Laptop y sin mochila. Mi querida y simple Ecko unlimited colores negro y rojo que tan cómodamente me acompañaba, además se llevaron el cargador puesto que son mis herramientas de trabajo. Y entre risas, después del suceso solo pude decir: "Al menos me quedé con el mouse".
Si contamos juntamente lo anterior se puede entender que he estado apenas una semana sin computadora propia, ¿y qué ha pasado el resto del tiempo? Lo confieso: mucho trabajo. Desde campañas en Google hasta creación de páginas web, pasando por reestructuraciones completas de sitios y unos cuantos programas de gestión. Todo ha sido para bien, me gusta tomarlo así; aunque eso resulte en haberme desvelado días anteriores hasta las dos o tres de la mañana para decir "terminé por hoy".
Hace no mucho que tengo la idea de hacer mis propias tarjetas de presentación (puesto que ya he dado la encomienda a algunas amigas de diseño y no se han movido mucho —probablemente crean que no les pienso pagar—). Esta idea de las tarjetas es algo que me llena de gusto, me hacen falta esas "coyotas" de vez en vez que me hagan aparte de los días más ocupados (para no tener malos pensamientos —Ejem, Angie, ejem—) con propósito de ayudar a mi tan ajustado presupuesto actual, pues aunque tengo mucho trabajo, también muchas deficiencias económicas todavía a consecuencia de mis errores del pasado.
Finalmente decir que estoy contento y agradecido, pues el trabajo, por mucho o poco que sea, por complejo o sencillo, ahí está para ser hecho; y me beneficia, me ayuda a crecer con el trato social para con mis semejantes y me hace mejor humano un record de eficiencia en cuanto a mis capacidades. No se trata solo de inflar a mi persona la entrada, así que dejaré un consejo simple pero que me ha sido muy útil a la hora de tomar decisiones de trabajo: "Lo importante para el cliente es saberse comprendido y tratado como si de uno mismo se tratara".
Antes de comenzar con mi tarea el día de hoy tenía que escribir algo, ya que durante la semana apenas he tenido tiempo libre para realizar otra cosa; si por tiempo libre se considera al dormirme a las dos de la mañana.
Cuento la historia: Hace una semana que se decidió mi reubicación en el trabajo, ya no estaré situado a la izquierda del patrón; dijeron que debía de estar arriba, en una computadora poco confiable y además encargada de administrar la impresora, yo por mi parte decidí ponerme "roñoso" y solicitar un incentivo que produjera en mí la satisfacción mínima al haberme incomodado con la mudanza. Se actualizará esa computadora para mi uso, idea que me encanta y por la que no tengo nada qué refutar.
Otra cosa que pasó es que una antigua cliente, de hace dos años aproximados decidió hablar a casa, al teléfono que solía ser mío para solicitar hablar conmigo. Mi hermana amablemente le dio mi nuevo número y empezamos a charlar; me contó sus malas experiencias con otros servidores, me contó lo mal que se sentía como persona al haber sido engañada y me expresó el amplio deseo por verme de nuevo trabajar con ella.
Quizá con ganas de convencerme o no, lo cierto es que la semana en sentido económico (y en balance a mi situación económica regular) ha sido favorable. Los números han ayudado lentamente a poder sentirme un poco más libre hoy del yugo de las deudas; me queda mucho, lo sé, pero poco a poco y con ayuda de las cosas que he aprendido en la vida y se puede decir que sé (además de la principal que es Dios) creo fervientemente que dentro de no mucho estaré libre de nuevo y podré regalarme una prenda de ropa, una camiseta personalizada o unos Levis o Vans nuevos...
El saber es una hermosura que quizá en el momento de aprenderlo, cuando está en clase o lo intentas implementar por primera vez con una serie de fallos incluidos te sientes frustrado y crees que no sirve de nada, pero al paso del tiempo y con la recompensa que a cuestas traen sirven para alegrar fines de semana cargados de labores como hoy el mío. Y para finalizar con un consejo: "El aprendizaje es la mayor inversión que se puede hacer en la vida".
Hace tiempo que me he esmerado por hacer un sitio distinto a lo que vengo viendo, que sea una imagen única y perfecta de mí. Lo he venido logrado, desde la expresión de opiniones hasta las clásicas historias que no llevan a nada, todo lo aquí escrito revela algo de mí. A esto voy, porque sigo leyendo y viendo más que leer, muchos sitios personales que no revelan nada, que no dicen nada más que lo que los memes y la microactividad supone.
¿Hemos llegado a un punto de no retorno en el que el copiar y pegar son el pan de cada día? Supongo que sí, ya no hay opiniones que no puedan reflejarse con una imagen cómica; ya no existen ideas originales o conceptos que no estén previamente utilizados, ya no hacemos más que copiar; desde el diseño hasta el modo de implantación de nuestras ideas, Flickr copia a Instagram, Photobucket a Flickr, Vimeo a Youtube, Vine a Vimeo; todos copias de todos.
La información es el máximo elemento en la minería de datos y a quienes les conviene conocerla son a las grandes agencias estadísticas y publicitarias. Qué mejor que conocer la oportunidad de venta de tu producto antes de siquiera crearlo y así, así es como el Apple actual funciona, y muchas más empresas.
La innovación muere lentamente, los contenidos mediáticos se han estancado en cuatro o cinco formatos diversos de información: Textos, audios, vídeos, imágenes, gráficos. Con eso, las grandes compañías crean en base a un guacamole de lo mismo un nuevo producto y lo presentan como tal al espectador, conociendo previamente que eso mismo es lo que ocupa y asegurando así la venta y el dinero en consecuencia.
Ya nadie arriesga, las naciones incluso permiten leyes en las que un montón se vea beneficiado, mientras que el "aventado", choca a cada que puede contra la inmensa pared que supone la competencia. Y siguen, los demás, los que solo consumen, siendo víctimas e invirtiendo lo poco o mucho que tienen en administrarse dosis hedonistas de material de relleno. Mi consejo para hoy es: Aprecia lo que tienes contigo más que lo que puedes llegar a tener.
Hace años que escribí un montón de proyectos, desde que una vez en la primaria una profesora me dijo que "aquello que escribes dura más en tu mente (mientras más empeño inviertas en plasmarlo)", me he dado a la tarea de escribir cada pequeña idea; varias libretas y otro montón de hojas de recicle son poseedoras de algunas de las más brillantes ideas que se me han venido a la cabeza hasta las descabelladas que no pueden faltar.
Quise nombrar esta nota como "hora de trabajar" porque pretendo inmiscuirme con mayor frecuencia y atención que las que actualmente presto en el mundo del freelance; además de esforzarme por proyectos personales y colaborar con la tesis de un buen amigo. En fin, como en un momento dije y reitero, ese montón de notas no sean probablemente todas para mí, pero habrá quien en algún punto de la historia podría considerarlas interesantes (yo mismo al menos como reflejo de mis principios).
Algunas de las ideas nacen en medio de un juego de rubik, otras en una partida de ajedrez, una más en medio de algún juego de vídeo, poca socializando, aunque sí las hay. Hay una máxima que he repetido para todo recientemente a quienes me preguntan por mi trabajo y esa frase es: "Todo se puede automatizar". Frase que no es tan objetiva como probablemente crean; es decir, es en serio, todo, absolutamente todo es automatizable si se trabaja con empeño.
Ahí llegamos a esa ligera línea que tanto me gusta palpar desde mi posición actual, en la que el cerebro humano es parte del todo y la comprensión o ignorancia ante la letra lo que hace posible y eficiente un trabajo de control sobre el ser.
Quiero estudiar tecnologías de la información, el poder que la información contiene es enorme, el saber lo que otros no saben; me gusta ser visto como alguien de quien se pueden deducir y calcular fácilmente las actitudes y deficiencias, los agujeros negros y las virtudes, lo hago así para muestra de que el sistema, como el cuento del Chipete Champata, es automatizable también.
La belleza de tus curvas corazón.
Hace que me pierda en desesperación.
Son la sentencia que sobre ti puso el Señor.
Y es que es imposible evitar la atracción.
Más fuerza que la gravedad produce cada una,
más especiales y únicas que el arte, la música y la pintura.
Eres como una diosa, toda una escultura.
Si bien es real que no sé cuánto estoy a tu altura.
Hermosa criatura.
Con cada una de esas curvas tienes poder en mí,
me tienes bebiendo como a un ciervo de tu mano.
Quiero verte reír,
pagar puedo por ello.
Quiero hacerte feliz.
Sentir que soy tu dueño,
dejar de ser humano.
Hace días estuve pensando el título de esta entrada y algunas cosas que me habrían gustado que dijera, hoy que comienzo a redactar solamente recuerdo el título y a lo que iba con el contenido. La idea general es mencionar que he descubierto que las mujeres no son todo ese mundo de maravillas que imaginaba en mi mente, sino que son solo eso, mujeres.
Seres pensantes, cambiantes e inteligentes con tantos defectos y virtudes como nosotros los caballeros, quisiera detenerme a meditarlo, quisiera dar un paso atrás y reescribir algunos escenarios de mi vida donde pude haberme beneficiado de su inocencia, pero no es así y eso es bueno.
Si intentas estar siempre rodeado de las mejores (a tu consideración), de las más guapas, de las inteligentes, de las sociales, de las capaces y de las cultas te quedas con un enorme vacío en tu ser al saber que, como uno, cuando gozan de grandes dotes de algo, padecen algunas otras cosas. En parte se agradece la sabiduría divina al no darles todo en conjunto, ahora, tampoco niego la existencia de mujeres excelentes en todas las áreas que a mí me atraen, pero lo común es así: personas tan débiles en número como el número de sus fortalezas.
Verlas libres, vibrantes y poderosas sobre mí hace que me pregunte en qué momento les di ese lugar tan especial en mi corazón, y no es que quiera hacerlas menos, pero no son ni cerca, y Dios lo sabe, de lo que una figura divina es para mí. Entonces, por qué tanto embrollo y tan pésima capacidad para relacionarme con ellas; ahí está la respuesta, les di demasiado valor para mi vida y las hice sentir en un estereotipo que no eran capaces de llenar, incluso la mejor de ellas. Sino que como nosotros, son un costal de huesos y carne con cualidades tanto positivas como negativas.
Finalmente expresar que lo único que ha cambiado es la infalibilidad en la que las tenía puestas para mi mente, cosa que sin embargo, con mi cuerpo a la par de cualquiera de ellas, puedo definir como una completa humanidad, algo que evidentemente amo. Y sí, sigo enamorado de las damas, pero hoy en un lugar como debe de ser, en un lugar alcanzable, en un lugar razonable, en un lugar real. Nadie es demasiado bueno ni demasiado malo si se le ve honestamente. Adiós y gracias por leer esto. La frase para recordar es: Son solo mujeres.
—Hola Scheerea, hace tiempo que no estabas cerca, ¿cómo te encuentras?
Hoy, como habitualmente la bella pelirroja aproximó su aroma a mí, no podía negarme a tal belleza, ni siquiera quería hacerlo. Solo quería dejarme llevar por la atracción que su físico me propone. Dicen que como universitario se escriben solo tonterías, lo acepto. El cabello largo y liso, las piernas gruesas, su espalda siendo mapeada con mis dedos, su trasero, una prominente escultura a lo atractivo. Adorable figura de doncella.
Hablar solamente de una relación amorosa con alguien que tiene secuestrada mi mente no es hablar, pero al querer hacerlo de algo más siempre surge y me domina, cosa que no puedo controlar. Como la fuerza natural de la gravedad, que como gag estoy seguro que está más que utilizado.
—Estuve muy enamorado Scheerea. —Le dije mientras acariciaba su desnudo cuerpo recostado boca abajo junto a mí. —Tengo que sacarlo.
—Solo dilo. —Respondió.
—Hace años, conocí a Angie, y la coloqué en mi corazón como la mujer de mi vida; olvidé al resto, quité de mi mente la mínima idea de que pudiera existir alguien más, alguien diferente. Me enamoró la manera en la que cambió su persona, de una niña mimada a una dama inteligente y refinada. Me gustaba mucho su forma de desenvolverse ante la gente, todo el mundo la quería y todo el mundo también sabía que yo la amaba. Algunas personas incluso tenían la idea de que juntos se nos vería muy bien.
Hace apenas unos días que me pidió retirarla de esa forma de ser vista de mi mente, no imaginas lo mucho que me ha costado, el trabajo tan complicado por el que he tenido que pasar posterior a eso. Quisiera decir al día que no pienso en ella, pero no es así. Lo que hago ahora es ocuparme más, ocuparme en todo, quitar de mi mente cualquier indicio de libertad para pensarla. Esa es mi estrategia para no verla más en mis sueños, para no quererla más conmigo. —Expuse.
—Haces bien. —Repuso. —Si quieres puedes besarme.
Meses atrás había supuesto que su petición era algo morboso en continuo deseo del alcance de mi cuerpo para sí, pero en ese momento, en la instancia que se desarrollaba todo, no había una puerta abierta al acceso a mí más grande; yo quería probar otros labios, quería olvidar mis miedos, quería cambiar de aires y reducir a unas líneas lo que un día fue todo cuanto entregué de mi corazón a Angie. Un corazón dolido y un sentimiento de miedo me embriagaban mientras, con los ojos puestos en Scheerea solo pude suspirar una réplica: —Sí.