Oh lord,
I just wanna feel the love,
the love of her hands and mouth.
But she never know,
I don't wanna be alone.
Nobody likes me,
nobody loves me,
I was rejected all time,
the fear breaks my mind.
I'm still without you,
I hate my fortune.
La verdad se esconde siempre, pero siempre está presente.
Abre los ojos a más no poder y respira profundo para soportarlo,
¿estarás ahí sentado o te levantarás a intentarlo?
Alzarás tus manos y capturarás aquello que veas enfrente.
No mirarás atrás.
Vivirás de hacer aquello que te satisface,
sentirás la piel de todo cuanto te place,
oirás gemir de felicidad las voces, nobles y feroces.
Vivirás después de olvidar todos aquellos actos atroces.
No busco hacerte sentir mejor, para eso están los médicos, o tu jodido novio de pacotilla, o un cantante famoso o el Judas de tu foto, búscales a ellos si quieres sentirte mejor.
Yo sólo hablo la realidad.
Y la realidad es que si no me encantaras tanto me dañarías menos, si no me gustaras tanto serías más inteligente, si no me fascinaras tanto jamás nos hubieramos conocido y si no me atrajeras tanto nunca, pero nunca habría sentido un mísero afecto por ti.
Sí, el amor es un paquetito que las compañías publicitarias venden; pero yo hablo de la realidad, la jodida, fría e insípida realidad. Soy hombre, tu mujer, soy un simio, tu una amazona.
¿Qué quieres que te diga?
Mi cielo, pasaría el resto de mi historia compartiéndolo contigo,
haría todo cuanto tu me pidieras con tal de permanecer a tu lado,
te adoro porque eres una verdadera diosa en mi camino,
cuando tu no estás el clima se torna feo y helado.
Te necesito, necesito de tus brazos bella mía,
quiero en tus pechos hundirme a la belleza de la tierra,
te deseo más que a cualquier persona que me ha conocido.
Te codicio tanto, provocarás que muera.
Siento expresarme mal de tu perfecta imagen,
siento ser insano al hablarte con coraje,
soy un cretido de eso estarás segura,
pero en mi vida he visto antes tan hermosa criatura.
Ojos, sonrisa, piel, brasos, manos, labios
que quisiera extiguir a besos,
piernas, cintura, pechos, espalda, huesos,
quiero dejar de reprimirme tanto cuando pienso en esos.
Sacúdeme de tu imagen amada cierva del maligno,
quítame las ganas de ti, aléjame del abismo.
Soy una asquerosa rata patética que no cree en el conformismo,
autocompasivo siempre por ser parte de lo mismo.
Quiero cambiar por ti lo haría,
miles de veces escuché ese cuento,
jamás de ser un cretino dejaría,
realmente soy como el polvo al que se lleva el viento.
Dulces pasiones motivas adentro;
pero me veo al espejo y realmente siento
la repulsión y el odio que me cautiva
me voy al demonio adios bella mía.
Todavía dudas de lo único que tengo,
el don de no saber otra forma de expresar lo que me aflige,
soy un asco de personalidad sin remedio alguno,
pero a veces escribo un poco, eso te lo dije.
Bien. Perdón.
No eres un objeto,
tienes un montón de buenos sentimientos,
yo soy quien la caga, todo el tiempo.
No eres objeto. No eres objeto.
Hoy, después de todo, no ha cambiado nada, sigue siendo el mismo muchacho mediocre que unos años atrás,incluso, me atrevo a mencionar que un tanto más mediocre; antes, por lo menos dedicaba pequeñísimos ratos libres a escribir acerca de las bondades del vivir, ahora se siente molesto con él mismo por estar en donde está, por no ser nada, ni hacer el mínimo esfuerzo por cambiar.
Rechaza todo tipo de ayuda y cualquier muestra de afecto la deposita en un costal repleto de decepción y mentiras.
Cae en cuenta que no sirve, no vale, no merece absolutamente por lo que según él, ha intentado.
No sabe hablar, no sabe leer, ya ni siquiera escribir, pensar lógicamente se encuentra entre sus desvaríos.
Cree que un mundo allá de gente poderosa y obstinada trata de desaparecerle. No confía ni en su sombra… pero no teme.
Los sentimientos se transforman en evidencias… sólo eso.
No hace falta torturarle para comprender el gran hueco que es su interior, ya no se dedica a luchar. Se desplaza mediante hilos, quiere dejar de hacerlo, pero no puede.
Reacciona de la misma manera ante el miedo, el odio, la tristeza y la aflicción… Desconoce las verdades absolutas, carece de criterio.
Vida, ya no quiere más oportunidades, está harto del todo y la nada. Contempla con amargura y desconsuelo los viejos tiempos en los que solía ser algo… cualquier cosa. Una cosa.
Vida, asegurate de que no llore… Las lágrimas que ha derramado son banales, incluso más de lo que se pudiera esperar. Cuando valga la pena… Por mucha que sea la pena, déjale ir; por favor.
Déjale ser un lobo solitario que busca con qué y de qué vivir. No le quites lo único que tiene.
Déjale pedir aunque nunca le sea dado. Que sus ojos no se nublen nunca, que sus piernas no se cancen, que sus manos no se desgasten, que encuentre la salida…
Si bien, no soy el indicado para hablar de él, soy el único que le conoce al cien.
Las palabras deberían hacer más por él, aunque no creo que así sea; porque pedir por él y por mí es lo mismo…
Quisiera dejar de sentirme diferente,
regresar a la ignorancia y recuperar los beneficios que promete.
Quisiera despertar malhumorado mañana,
por no comprender nada de lo que pasa en la tele.
Quisiera vivir alegre todos mis días,
sin prestar atención a penas o melancolías.
Quisiera ser un humano incapaz e imprudente,
que en el fondo lo último que me importara fuera ser inteligente.
Quisiera ver de noche todas las estrellas,
sin temer a cualquier cosa que hubiese en ellas.
Quisiera ser un mediocre y pasar mis días sentado,
sin pensar en el espacio, el futuro o el pasado.
Quisiera poder dejar de escuchar los lamentos,
que nunca jamás se llevará el viento.
Quisiera un domingo levantarme temprano,
y caminar hacia donde nadie nunca ha llegado.
Quisiera volar y atravesar océanos,
olvidarme de aquellos que se decían mis hermanos.
Quisiera saber que no estaré solo, que no seré un amargado,
que habrá alguien habitando todo el tiempo a mi costado.
Quisiera saber el momento indicado,
para decir adiós a todo lo que he amado.
Quisiera caminar por un sendero de glorias,
y que todos mis tropiezos se conviertan en victorias.
Quisiera poder expresar lo que llevo dentro,
sin que sea necesario extirparme el corazón del centro.
Quisiera ser todo, pero no soy nada;
vivo en el silencio de un alma atada.
Quisiera poder ser un sabio,
quisiera poder ser un rey,
quisiera escribir un gran salmo,
o alguna magnífica ley.
Soy prisionero de tus manos de diva,
sin luchar por encontrar una salida.
Viví ya grandes retos,
esta es mi despedida,
fueron bellos momentos,
pero se escapó mi vida.
No hay nada que me haga capaz de olvidarte,
necesito seriamente de mí apartarte.
Pero quiero tenerte cerca,
quiero que estés aquí,
quiero besar tus labios,
no me dejes salir.
No puedo ya esconderme,
soy frágil sin medida,
no quiero ser feliz,
no busco una salida.
No hay corazón que pueda soportar tal situación,
muriendo lentamente en la desilusión.
Las espinas de la vida causan llagas remediables,
pero que no estés conmigo es intolerable.
No puedo arrancar mis ojos de tu presencia,
no puedo estar así, muero de impaciencia.
Quiero besar tus labios,
quiero probar tu alma,
no esperaré los cambios,
he perdido la calma.
Porque quiero tenerte cerca,
quiero que estés aquí,
quiero besar tus labios,
no me dejes salir.
Ya no vivo, ya no sueño,
ya no soy, ya no quiero,
ya no espero, ya no tengo,
no recibo, ni concibo.
Soy inepto, un cobarde,
eso digo sin problemas.
Mi castigo son las penas,
que me causan tus condenas.
Ahora quiero tenerte cerca,
quiero que estés aquí,
quiero besar tus labios,
no me dejes salir…
Por favor… No me dejes salir.
La libertad se acabó,
esclavo de mi decisión,
corazón roto una vez más,
no la olvidaré jamás.
No soy grande, no soy bueno, no soy nada,
no escribo, tengo complejo de cuerdo,
pero ante las circunstancias,
yo comúnmente pierdo.
Que mis manos rocen su piel es lo que necesito,
sin un hola, un te quiero sólo un poquito,
pues un poco de dulzura me será exquisito.
Pero no merezco semejante trato,
sólo soy una balero para pasar el rato.
Una vez más he fallado,
una vez más no lo he logrado,
una vez más estoy acabado.
Tal como el día en que lo decidí,
justo el momento en el que la perdí.
Soy un sujeto vano, miserable y perezoso,
pero ni tan malo para llamarme peligroso.
Ya me voy de aquí, no valgo un comino,
cuando la perdí, se acabó el amor, se esfumó el destino.