En un mundo que se viene abajo cada día un poco más, conservar la calma se ha vuelto la materia prima más escasa; verse a uno mismo y darse cuenta de lo mal que está todo no debería ser tan crucial como el hecho de amarse y armarse de valor para superar lo que venga, ya sobrevivimos a varias pandemias, superamos miles de tentaciones todos los días, seguimos en una pieza a pesar de las condiciones y circunstancias, a pesar de los entornos desbordados de negatividad, egoísmo y penurias.

Me hago un pacto en este momento, de empezar a ver lo bueno en mí y no desistir ante los eventos del entorno; siempre ha habido dos partes de la misma moneda, y hasta el momento en el que escribo esto, he estado con los reprimidos, callándome las opiniones, guardándome tranquilo, observando y aprendiendo principalmente, analizando.

Había efocado mi vida en alcanzar capital económico (que no tenía), descuidando los otros capitales en el camino; capitales que asumí que poseo y nadie me puede arrebatar, solo hay que sentarse un rato a procesar las cosas, dejarse de tonterías y distractores, y darle con todo hasta rebosar y brillar, denme un par de meses para demostrármelo.

Mientras revisaba mi entorno hace rato, comprendí que de cuatro días que tuve a mi disposición para realizar pendientes, he dejado que pasen tres, lo que anteriormente me resultaba cuestionable, ahora tiene sentido, procrastinar es común conmigo porque solo basta proponerme algo para dedicarme enteramente a eso y conseguirlo, los retos que la vida nos coloca, son demasiado sencillos para mí, y es por esa simplicidad, que los postergo absurdamente, hasta que, a veces, simplemente no los hago, los ignoro, cayendo en la trampa que la falta de interés supone.

Básicamente, estamos a una llamada de 10 minutos con el jefe que nos permita volver a sentirnos útiles, en lugar de la insignificancia que el "tiempo libre" podría suponer. Entiendo que esto es una especie de placebo recetado a medida de alguien que desea constantemente mejorar, pero así funciona la vida, hay que encontrar el sentido hasta en las cosas más pequeñas, incluso aquellas que no te gustaban antes (como tener que conectarte durante un tiempo a trabajar en pleno domingo de puente).



Enfoque

Por
 En un mundo que se viene abajo cada día un poco más, conservar la calma se ha vuelto la materia prima más escasa; verse a uno mismo y darse...

 Imagina darte cuenta que tus planes no están funcionando, enterarte que el ingreso que esperabas recibir simplemente no llegó, o quizá descubrir que te han robado y no saber qué hacer para superar la frustración del momento, del día, del año.

Así va mi inicio de año, terrible, derrotado, triste, solitario, con congoja y horror ante las circunstancias. Me volteo a ver al espejo y me tiro en cara lo mal que lo he hecho, o por decirlo de otra manera, las malas decisiones que he tomado.

Me encanta creer que todo es posible, e incluso para mí, será posible salir de estas situaciones que me ahogan y agobian; pero por ahora, no encuentro la puerto, trabajo para ser estafado, entrego mi vida a cambio de nula satisfacción, y las dosis dopamínicas se reducen a un par de horas prente a la pantalla. Qué tristeza.

Lo peor es que estoy deseando con toda el alma hacer las cosas bien de una vez por todas, dejarme de tonterías y aprender a controlarme; armado con libros y las mejores intenciones, sigo sin empezar siquiera. Todo mal, o yo estoy dejándome vencer otra vez.

Sin saber qué hacer, vengo a escribir un par de frases, esperando que la acción de confesarme ante una una página en blanco pueda tener cierto peso intelectual sobre la historia que estoy contando; no asumo a ser el héroe, ya no. Pero me falta habilidad para ser cualquier particularidad de villano. Únicamente soy un ente fugaz que está harto de ser pisoteado y no sabe bien por dónde avanzar para superar todo lo que lo tiene hundido.



 Toxicidad. Un entorno repleto de amor y confort, a veces, en cierta forma, puede afectarnos de formas negativas. Al menos en lo que respecta a las responsabilidades sobre uno mismo, porque cuando te rodeas de gente que te ama, básicamente te dejas llevar, aceptas la guía a ciegas, y ojo, no estoy cuestionando a otros, porque en realidad es responsabilidad de uno mismo hacerse cargo de dónde está y cómo suceden las cosas.

Esa falta de control, me produce, sin querer, una carencia de oficio interna que no debería; una de las cosas en las que quiero trabajar de mí, porque no es agradable irse un par de semanas y regresar con el sistema por los suelos.

Y es que somos eso, un sistema, que necesita estar al punto para funcionar correctamente. Lo digo sabiendo que he dormido mal en días recientes, que el frío me ha causado más mella de la que imaginé en el cuerpo y que me enfermé de gripe a las primeras de cambio. Es cierto, se asume que eso es consecuencia de que uno va envejeciendo.

Me aconsejaron hacerme estudios para ver qué tanto tolera mi cuerpo; pero seré sincero, siento que no está tolerando, o sea, llevo al menos una semana queriendo huir y cambiar el orden de las cosas. Reitero, escribo esto sin culpar a nadie, es únicamente falta de compromiso de mi parte o que me importó poco dejarme ir a sabiendas de que mi cuerpo venía sin sentirse bien desde tiempo atrás.

En fin, lo que quiero decir acá es que trabajo constantemente por mejorar mis condiciones de salud a pesar de que el entorno no sea propicio. Así que toca trabajar el doble o triple internamente para medianamente acomodarse. Todo son emociones, sensaciones, pensamientos y sentimientos, un mundo de situaciones dentro de mi mente ocurriendo.




Toxicidad

Por
 Toxicidad. Un entorno repleto de amor y confort, a veces, en cierta forma, puede afectarnos de formas negativas. Al menos en lo que respect...

 ¿Cuál es el significado de evolucionar? ¿En qué consiste el arrepentimiento? Son un par de cuestionamientos en mi vida durante días recientes. Primero que nada, gracias por seguir aquí, a quienes se dan unos minutos para leerme, la he pasado bien los últimos días del año anterior y he venido con bríos renovados a enfrentarme al actual.

Regresando al tema, el arrepentimiento debe de estar acompañado por acciones y condiciones que reflejen el cambio de rumbo en nuestras vidas. Por ejemplo, si estamos arrepentidos de siempre llegar tarde a nuestras citas, encontrar maneras de superar esa barrera, ya sea con múltiples recordatorios, con preparación previa de lo necesario para cumplir nuestro objetivo o el uso de elementos que desde muy temprano nos encaminen a nuestro destino debería ser suficiente para que no quedemos mal en esa área.

De la misma manera podríamos aplicar a la evolución humana (considerándolo en este caso como un símbolo del autocrecimiento); encontrar múltiples motivadores que nos ayuden a ponernos en marcha y dejarlos dispersos por el diario vivir para evitar el estancamiento, es lo que necesitamos.

Personalmente, una materia que me venía provocando dudas y constantes recaidas eran las redes sociales; ¿qué podía hacer para reducir el uso de las mismas? ¿Para sortear el constante vacío de sumergirme en ellas por horas sin un fin específico más allá que el de perder mi tiempo? Y digo esto, sin afán de fastidiar a quienes las utilicen para ello; simplemente yo ya no quería hacerlo.

El remedio ha ido a bien, y aunque, no ha sido perfecto, lo que hice fue desinstalar las redes sociales de mi celular y filtrarlas en los navegadores móviles; sin eliminarlas, porque no quería dejar de poseer Twitter, Facebook o Instagram, solo quería bajarle al consumo de su contenido.

Tengo que comentar que mi estrategia inicial de "colocar un límite" o un horario de uso en mi celular no fue eficiente, hablo de en mi caso, porque al rato a penas de haber llegado al límite de tiempo u horario, lo desbloqueaba para el resto del día y me iba, de bajada.

No somos muy diferentes tú y yo; aunque puede que tú viajes en helicoptero o que jamás hayas utilizado Internet en tu vida. Si vives en carencia u opulencia, las dosis excesivas dopamínicas tienen un efecto nocivo en ti; en mi caso particular, afectan a mi condición digestiva y ciclos del sueño diréctamente. Deberías darle una revisada por tu parte, experimentando nada más qué es lo que te impacta, lo digo como consejo muy general.

Hemos celebrado por años que el bien mayor que poseemos como humanidad es el amor, cuando, a ser cierto, la vida misma debería estar por encima en esa contienda. Y crucialmente para una vida medianamente buena, la salud es algo imprescindible. Mi propósito para el año nuevo ha sido tratarme bonito y ser bueno conmigo. Agradecido estoy por haber llegado a este día.



 ¿Y a ti quién te salva, Carlos? No, a mí no me salva nadie. Ése es el problema, el valor que tengo, si es un uno o un mil, viene completamente de la mano que he podido construir, ni más, ni menos.

Me duele ver alejarse a las personas que quiero, jamás he entendido por qué no soy el "error" de alguien; qué fabuloso sería, la verdad, que se dieran cuenta que no soy tan patético como podrían pensar. Así que me toca decidir por un cambio inminente, uno que me ayude a mejorar:

Patiently building the authentic and harmonious version of myself; each day, a steady step forward.

Ya no hablo de reconstruir, de ni ser "mejor" como tal, hablo de juntar mis piezas; esas que cada vez que me gusta alguien terminan desperdigadas, colocándolas en un lugar en el que ya no se extravíen más y cual rompecabezas, ensamblarlas una a una.

Las ventajas de haberte roto tantas veces, es que ya conoces la ubicación de la mayoría de las piezas, solo basta darte el tiempo y la paciencia de colocarlas en su lugar; eso sí, ya soy viejo, ya no veo las cosas como antes, ya no percibo la vida como cuando tenía fluidez y plena esperanza; no, ya no, simplemente me pongo triste, hago una pequeña mueca, y sigo, que así es como funcionan las cosas ahora.

Uno cree que es capaz de un montón de cosas, pero los golpes de la realidad son bastante duros y desequilibran; mi cajita de sueños, cada vez está más oculta en el último rincón del armario.

Pero aquí, en mi vida, en mi corazón, solo queda agradecimiento. Porque nuevamente se me permite despertar, porque aunque no entienda el propósito de mis decisiones, a veces torpes, a veces ignorantes y muy pocas veces atinadas, seguiré tratando, seguiré deseando.



Bien que mal la vida tiende a ofrecernos no más allá de un montón de caca, sobretodo para cuando venimos de la nada, y te aguantas, es eso lo que hay. Tendemos a asumirnos parte de grupos sociales o sectores influenciados a partir de aquellas cosas a las que podemos acceder, puras falacias, si me preguntan.

Quisiera llegar un día a la quincena y ver a la misma raza que me encuentro siempre en los lugares a los que frecuento, pero no, pasa que se perciben como algo que no son, por el mero cuento de que traen un par de billetes más en el bolsillo, pero no los juzgo, supongo que cada cual tiene su debilidad, y si bien presentar capacidades financieras no es la mía, hay un montón de otras cosas en las que trastabilleo, y no soy nadie para opinar, ni siquiera desde una óptica neutral, sin intención de juicio, ya que cada cual supera sus obstáculos a su modo, algunos escribiendo, otros juntándose con diez amigos a presumir.

He estado muy cansado y fastidiado en días recientes, mis niveles de tolerancia no son los que regularmente agradezco; presión en el trabajo además de intercción con personas específicamente castrantes, quiero andar tranquilo para volver a hacer lo que me corresponde, la verdad hay demasiado por organizar, y no he tenido tiempo de hacerlo, eso me pega.

La mitad de servicios en la casa están fallos, ni idea de por qué se les ocurró dejar de funcionar al momento que mi roomie y su familia se fueron; a veces creo que solo son pruebas de arriba para validar mi temperamento y niveles de adaptabilidad a lo que venga. Una vez más, me observo al espejo y no puedo entender hacia dónde voy, solo que quiero empezar a hacer nuevas cosas, cosas que me llenen internamente, que me nutran y me traigan satisfacciones, y también que me beneficien en múltiples sentidos.

Estamos sobrevalorados como humanidad, habré de reconocer eso; claro que amo a las personas que me rodean y están conmigo, pero ese vínculo es efímero como nosotros en el plano Universal al que pertenecemos, no somos más que un montón de partículas regadas por el amplio e infinito universo de posibilidades esperando ocurrir.

Y qué bien saber que no soy el único que lo pasa difícil a veces, pues a donde volteo me encuentro con el mismo tipo de charlas, conflictos, sinsabores, improperios, limitaciones, dudas, absurdismos, banalidades y superficialidades; nuestra vida útil siendo cada vez más reducida y el llamado "impacto" o la "influencia" que podamos generar en otros, minúscula.

Entonces, venir al café a escribir un montón de tonterías que me pasan por la cabeza para dejar salir la ansiedad que me provoca que un pedazo de porquería me hablara de manera belicosa, es una gracia de costo menor que estoy dispuestísimo a seguir disfrutando cada que me sea posible.



 No tengo qué demostrarte qué tantas cosas he hecho, ni siquiera tengo que demostrármelo a mí mismo, la vida continúa, sigue su curso, las canas aparecen, las arrugas se acrecentan, la vista se agota, los músculos adolecen, la inspiración desvanece, quedando cada día menos.

Y si antes venía por acá a desparramar todo lo que había en mi ser, hoy me guardo la mayoría, colocando aquí pequeños destellos solamente. Porque debo de tener un propósito, ahí tiene que estar oculto, o tal vez no, simplemente me ha dado miedo tomarlo con las fuerzas necesarias. Y es que, siendo bien sincero, las puertas están disponibles, para quien se atreva a abrirlas y adentrarse en lo que sigue.

Mi plan de vida es dinámico, constantemente cambia, mis objetivos son cada vez más claros y específicos. Mis deseos más íntimos dejan de serlo para convertirse en un estado de bienestar conmigo mismo. Sensación de paz y amabilidad, sonrisas habituales incluso donde no me son requeridas, porque sí, porque quiero, porque puedo.

La plenitud va mucho más allá de "conseguir" algo, está en uno, en el corazón y el alma, en la constancia y el orden, en el sentirme de una pieza, en despertar con fuerza para seguir, y aquí viene la clave de todo, evitar rendirse.

Porque no hay una solución mágica a los problemas de la vida, sin importar tu nicho o trasfondo, generalmente vienen a uno y los advertimos hasta que están aquí. Puede ser que tengas que ignorar tu teléfono durante semanas o que simplemente decidas "hoy no comer", tal vez incluso sean imposibles de resolver, y ni qué decir, la vida es así, el sentido del humor de quien está arriba jamás lo entenderemos.