Me siento asombrosamente bien cuando me cuido, cuando duermo bien, cuando descanso y me ejercito un poco; y eso me resulta sorprendente, por el hecho de que ¿cuál sería mi verdadero potencial si no me dejara caer a cada rato? Me asusta solo de pensarlo. Lo sé, quizá parezca que estoy exagerando, pero solo quien ha pasado por algo similar entendería mi sentir.

Y sin embargo, terminando el día, como se darán cuenta, me he desvelado; he comido cosas que no debía con fines nutritivos nada más por pasar el rato viendo películas más reconfortante y he saltado algunas de mis otras responsabilidades autoimpuestas.

Pero llegado a este puento, ¿seré capaz de dominar mis propios deseos superfluos y banales con el único fin de mejorar espiritual, emocional, mental y físicamente? Pero cuál sería el verdadero reto en ese caso, si me lo preguntan a mí, mantenerme bajo control (hablando única y exclusivamente del ego como moneda de cambio).

Dejar en segundo plano las redes ha sido una decisión inteligente, ahora lo reconozco; la otra decisión que estoy por tomar está también vinculada a alejarme de tentaciones. Y es que el hecho es ese, para desarrollar una personalidad estoica y capaz de autocontrolarse se debe comenzar por no nutrir esos deseos y posteriormente conforme te acostumbras a sentirte cómodo, dejan de ser algo que te provoque en absoluto; quedándose únicamente como una satisfacción posterior a, y no un causal en sí mismo.

Me pasó en su momento con los juegos de video, después con la superficialidad generalizada por el aspecto (ropa, cortes, peinados, gustos que quedaron simplificados), ahora lo estoy experimentando con las redes sociales y el dinero en general; como la verdadera riqueza se mite con nuestra capacidad de necesitar menos, es comprensible que el foco de mi atención esté posicionado en recursos que trascienden, como el conocimiento, el autoanálisis, las vivencias, la familia, las fortaleza de las relaciones y las habilidades.

No estoy aquí para intentar ser mejor que nadie, eso lo he repetido hasta el cansancio; y es esa misma razón por la que constantemente he caído en las trampas del vicio y las apariencias. Temas como la envidia, la soberbia, la gula, la lujuria, la avaricia, la ira y la pereza a veces se apoderan de mí, trato de que no suceda muy seguido, y no por ser muy espiritual que digamos, sino justo por lo contrario, porque entiendo lo fácil que es hacerme tropezar.

A mí una mujer atractiva que me habla bonito me pide algo y automáticamente me tiene. Así, bien sencillo. Es cierto que he trabajado en eso, pero la verdad sea dicha que mi método de evitar este tipo de circunstancias en las que pueda ser pisoteado sin meter ni las manos, ha sido mantener distancias, estar por la vida tranquilo, meditar y agradecer por la belleza que me rodea, sin darle mucha oportunidad de que se apodere de mí tan fácil. Reitero, son cosas con las que lucho, posteriormente si se puede, obviamente ya no me causarán líos. Así es este asunto de la vida, hay cosas con las que uno es fuerte y estoico, y hay otras con las que uno debe de alejarse o hasta esconderse para no ser consumido.



Tentaciones

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 Me siento asombrosamente bien cuando me cuido, cuando duermo bien, cuando descanso y me ejercito un poco; y eso me resulta sorprendente, po...

 ¿Qué tan rápido puedo escribir una entrada que tenga sentido? Es la 1:39 AM, le estoy dando de una vez. Primero que nada, quiero que sepan que la evolución del ejercicio de escribir cartas ha sido estupenda; el próximo fin de semana estaré enviando unas seis o siete cartas, si las cosas salen bien. Lo cual me da un gusto inmenso, porque más rápido alcanzaré las cincuenta que me propuse a enviar en el año.

Me gusta creer que una mañana voy a despertar dándome cuenta que algo de en lo que he invertido la rompe positivamente y puedo darme la libertad financiera que tanto predican los charlatanes y estafadores. Pero las cosas no han podido ser más duras en mi camino.

Hay días en los que pienso que estoy en un trabajo terrible, otros en los que agradezco por que sé que es peor el desempleo; además el trabajo no es malo per se, lo malo es el liderazgo que me ata de manos y no deja trabajar en lo que puedo y sé. Contrario a eso, me meten a llamadas absurdísimas de todo el día de duración en las que únicamente estoy como oyente.

Y sí, me toca chutarme eructos, gente comiendo, gritos, niños jugando; es una experiencia extraña y bien tercermundista. ¿En lugar de dejarme concentrar en mejorarnos a todos la vida? Pero ya qué, trabajo es trabajo, decían mis papás, y supuestamente debe de costar trabajo pues si no, no lo valoramos. Claro que yo no pienso de esa manera, pues me parece completamente ruin la forma en la que como sociedad nos han vendido la idea, evangelizado y convencido (sobretodo en las clases inferiores) que el arduo trabajo dignifica y nos hace "buenos". ¿Buenos bajo qué criterios?

Porque a las personas más ruines y menos humanas que he conocido para con sus prójimos, han sido aquellas que se mantan y no se tocan el corazón matándose en lo laboral. Entonces, ¿es todo una falacia para continuar perpetuando la baja calidad de vida sumada a una actividad dura a cambio de escasez? En definitiva.

// Update: Me encanta que la imagen se generó con el 0:39. Me fallaste ahí GPT.



Arduo Trabajo

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 ¿Qué tan rápido puedo escribir una entrada que tenga sentido? Es la 1:39 AM, le estoy dando de una vez. Primero que nada, quiero que sepan ...

 En medio de la noche las aflicciones me acompañan,
deseoso estoy de resolver mi vida en un instante;
no se puede, lo comprendo, porque por más que me esfuece
no nací en medio de un entorno triunfante.

Sin embargo este texto no es para quearme,
eso ya lo hice mucho en el pasado,
las cosas ya sucedieron, la existencia me tiene acá en consecuencia,
éstas palabras son únicamente para calmar mi consciencia.

Pues del anonimato a sobresalir hay en demasía trabajo,
pero no trabajo de cargar cosas, sino de conocer personas,
y es que es prioridad hacer las mejores relaciones,
ellos son quienes abren puertas, quienes nos invitan a sus proyecciones.

Una vida de vaivén es lo que tengo,
entre noches oscuras en desesperación contadas,
y días de alegrías y convivencia con tus personas favoritas,
aquellas que son las que en tu corazón las más amadas.

Las estrofas se descontrolan entre llantos,
puede ser que no lo logre mañana, o que no alcance a soportarlo;
en días recientes me he sentido exhausto, fundido, triste, destrozado.
Ahora entiendo una fracción de lo que sienten los soldados.



 Amo tener un lugar para escribir, amo tener dos lugares para escribir, tres, cuatro, cinco. En años anteriores, vaciaba mis pensamientos en pequeñas agendas o cuadernos; en el año actual, lo hago en cartas, en cuadernos, en agendas, aquí. No sé, siento que mis ideas están empezando a agarrar sentido y las palabras comienzar an funcionar en un plano más grande. Estoy muy agradecido con la vida, por todo lo que he aprendido.

Me ha llevado mucha energía llegar al día de hoy, ustedes no tienen idea de lo pesadas que se ponen las semanas cuando nos "obligan" a trabajar en días feriados o durante los fines que deberían ser de descanso. Uno llega desfalleciendo al final del turno, pues desde las siete u ocho de la mañana hay que estar clavados en el teléfono.

Admiro y a la vez me fastidia la manera en la que son adictos al trabajo algunos de los compañeros; los admiro porque me parece increíble que estén metidos en llamadas a media noche y al día siguiente a las ocho estén otra vez conectados, sin importar si es lunes o domingo. Pero me fastidian, porque sé que ganan bastante bien, y el enorme sacrificio que realizan se compensa con los ingresos que generan; cosa que honestamente no pasa igual conmigo.

O sea, no me va mal, por ahí no va la queja; pero mi sueldo no es equitativo a la cantidad de esfuerzo que me representa estar en decenas de llamadas a la semana; además es terrible, porque tengo capacidad de automatizarles bastantes flujos, pero no me dan permiso; porque hay que ajustarse a los gustos de los líderes en lugar de ser libres produciendo soluciones.

En resumen: Sí, estoy muy cansado y ahora mismo podría estar durmiendo; pero me he puesto tantos objetivos que quiero al menos terminar con un resultado de calificación aprobatoria (60% o más) al final del año y sentirme feliz de avanzar en todas las áreas que me propuse en tan poco tiempo.



 ¿Qué es esto? Escribir solo porque sí, porque puedo y se me da hacerlo. O por un compromiso mayor, como en ese caso. No quiero rendirme, no quiero sucumbir ante la ineptitud de ser incapaz de lograr mis propósitos. Es frustrante y se siente horrible.

Tengo un fastidio minúsculo porque escribí algo que quise convertir en ePub y no se almacenó como yo quería. Todavía no le sé bien a las herramientas que permiten editar ese tipo de productos literarios. Eso que escribí es un juego, tal cual, una burla o un trolleo que no he podido colocar acá porque simplemente no he encontrado suficiente información para generar el documento a mi gusto.

Y es que aunque vaya a ser una especie de broma, incluso eso debe de tener cierto nivel de calidad para ponerlo en línea. Porque no solo es cargar cosas por hacerlo (que también es difícil, por cierto).

Leer, escribir, consumir, producir. Todo eso son los básicos en las actividades que tengo en frente, y al cabo de segundos me doy cuenta que ya es media noche. Debería estar dormido de una vez, para iniciar la semana con energías suficientes.

Quería publicar algo más, no deseaba quedarme dormido sin haber puedo un elemento extra a lo que construí hoy. La cereza del pastel sería venir acá a tirar un par de líneas. Pero bueno, ya estoy cansado y tengo sueño, luego vengo a quejarme de lo horrible que fue esa película que vi hace rato: "Canta Y No Llores" y yo queriendo salirme chillando de la función: Pésima cámara como de tele, el audio de las canciones como reproducido por una grabadora, terribles actuaciones, desagradable hasta la producción, el guión vomitivo que ni se diga, toda la trama una cosa de lo más absurdo.



 Despertar el domingo temprano, por qué, por qué ese afán de no seguirse hasta un rato más, hasta que la mañana madure, hasta que el día se presente por completo. ¿Les ha pasado que se quedan sin nada para escribir? Ahora mismo me siento así.

Abrí el navegador, ingresé al sitio para escribir con intención de publicar algo, me distraje un minuto y fue todo, cuando regresé mi atención a la ventana del navegador con el procesador de textos, tenía en frente una representación subjetiva de lo que a veces ocurre en la vida; con los planes, con las ideas, con los proyectos, con los negocios, con el estudio, habiéndose esfumado de repente.

Un día despiertas, después de quinientos estudiando una carrera o siendo empleado de una compañía en la que realizas actividades repetitivas y te dices: ¿Qué está pasando? ¿Por qué no sé qué debo hacer? Es algo bastante raro, como si la falta de intención y motivación llegara a estancarte, a romper tus planes.

Hay mil cosas que anhelo, afortunadamente. Lamentablemente, algunas de ellas son costosas, otras no se pueden obtener bajo una decisión impulsiva momentanea, una más podría decirse que no estoy cien por ciento seguro de que sean legales así que mejor mantenerlas quietas, cosas amorales o perversas también pasan por mi mente.

En resumen, aquello que nos roba el sueño no necesariamente está delimitado por una determinación mayor, pues tal vez sea un pensamiento blanco invasivo robándonos la paz y carcomiéndonos el poco intelecto que todavía nos queda.



 A veces cambiar la perspectiva y considerar a los demás desde la óptica más empática nos hace darnos cuenta que dejamos de lado bastante por enfocarnos en sesgos, tanto propios como ajenos. Retomando el tema de cómo ha ido la semana, no me quejo, siento que estuve trabajando a un ritmo inferior a las anteriores y eso se refleja a la hora de ver los avances en cursos y herramientas de automatización generadas, ni modo, es parte del show.

Venía con un cansancio acumulado grosero y tenía que esforzarme en aquello que verdaderamente importa; es interesante ver cómo, a pesar de que le bajé al ritmo, de todas maneras avancé en áreas que no había considerado. Era escencial dejar de sobreexigirme con temas que están fuera de mis manos y de mi alcance y disponerme a trabajar con las cosas que tenía conmigo.

Por eso dejé en pausa algunos de mis propósitos, quité de en medio las tentaciones recurrentes y me concentré en resolver lo que más me aflige; voy en el camino correcto, aunque todavía falta un montón por recorrer, pero se siente rico darse cuenta que la dedicación otorga resultados.

Nos cuesta creer y entender que el amor más dificil de desarrollarse es el propio; y tendemos a recriminarlo como una especie de ego mal fundamentado. Obviamente es mal visto por una sociedad que esgrime el colectivismo como algo aspiracional el hecho de que nos enfrasquemos en el crecimiento personal al menos, en aquello que nos sea factible.

Ojito, que no con eso estoy argumentando que existe uno y exclusivamente un camino correcto hacia sentirse mejor y cambiar el "chip"; cada quien habla conforme le va en la feria y lo que a mí puede que me funcione a otros tal vez les resulte una completa y tremenda pérdida de tiempo; dejemos de tratar de procesar cualquier determinación desde una lógica binaria, pues el Universo funciona de múltiples e incomprensibles maneras.