Comunicado oficial: Por medio de la presente me dirijo a ustedes de la manera más atenta para hacer de su conocimiento que habrá un cierre temporal de actividades de este lado. Lo anterior debido a la constante presión por mejorar sin resultados visibles.

De antemano, se solicita la comprensión de la audiencia y se exhorta a la empatía ante tal esfuerzo. Las puertas permanecerán cerradas, la cabeza fría y el corazón colocado en la dirección correcta. Él personal se encontrará, entre otras cosas, capacitándose y únicamente brindando servicios cruciales que estén vinculados a sus actividades profesionales y de servicio. Incluso aquellas etrategias que involucren relaciones familiares, deberán ser gestionadas de formas específicas.

Ya. Hablando en serio. Han sido huracanes de eventos las semanas anteriores, me ha costado trabajo encontrar un momento para venir acá y decir cómo me va. Ahí la llevo, nada formidable, solo atareado esforzándome por mejorar.

Pareciera que las redes sociales y la imagen que proyectemos en ellas son importantes para algunos; no sé si en verdad me gustaría mirar a otros a través de sus filtros, me desconecté por un rato y las consecuencias siguen haciendo estragos. Entre mis planes de depurar las mismas, hace un par de días recibí una especie de llamada de atención. Un prejuicio interesante, si es que me lo preguntan, "a quiénes sigues" tiene más peso del que a mi parecer debería. Mucho más para alguien que le presta muy poca atención a la interacción con cualquier persona ajena a sus círculos más cercanos como es mi caso.

Sin duda lo anterior me llamó la atención y se presta a una cuestión interpretativa y de significado. ¿Qué es para mí "seguir" a cinco o diez mil personas? ¿Tiene algún porcentaje de esas impacto en mi perspectiva? Bastantes preguntas por el estilo. Considero que he trabajado suficiente en el desapego como para que estas cosas influyan más allá, pero si lo ponemos en perspectiva, pueden efectivamente afectar la opinión de otros. Y eso es por lo menos, para darle una pensada.

Por ahora, mi plan en cuanto a las redes continua por el mismo rumbo: Reducir el número de conexiones, desconectarme una semana al mes, reaccionar a cosas divertidas o llegadoras solamente, evitar por completo interacción con gente desconocida, etcétera. Estas medidas seguirán incrementando, seguramente.

El en escenario de lo personal, hablando en términos laborales, sigo preocupado por el trabajo en la empresa, los recortes parecen no haber terminado todavía y mi proyecto está en sus últimos días de existencia. En el terreno del freelanceo, seguimos estableciendo contextos y fortaleciendo relaciones, puede que eso deje algo bueno más adelante.

En cuanto a mi condición física, tengo que recuperar mi fierza de voluntad, determinación y motivación para seguir adelante con este asunto, es mi proyecto más valioso y el que más me ha costado mantener a flote, no quiero dejarlo ir (porque de verdad lo amo). Claro está que he pasado por mucho, pero así es la vida, no vale rendirse. En fin, así va todo. Dormir más, comer mejor, ejercitarse bien, mantener la mente sana, amar y amarse.



 En algún punto de de la vida pasé de considerar "viajar" como algo aspiracional a lo que solo personas con ciertos presupuestos acceden; a algo agotador, sobrevalorado, tedioso y en ocasiones muy poco enriquecedor. No me malentiendan, viajar es un goce en términos generales, y conocer nuevos lugares es una experiencia única que puede ayudarnos a reconectar, pero hacerlo como mero trámite para dar una "impresión" es de hueva.

Y precisamente ese es mi punto, cuestionar aquello que nos venden como sofisticación cuando al final lo único que hace, la mayoría de gente al viajar, es alimentar su propio ego. Desde esa perspectiva entonces, son capaces de tolerar horas de pie en una fila, desvelados, sufrir amontonamientos, aromas desagradables y un sinnúmero de incomodidades, solamente para poder publicar en redes: "hey, ando de viaje". Ridículos.

Por otro lado, cuando te encuentras sumido en la obligación de viajar porque por ejemplo estás lejos de tu familia, tienes que cerrar algún negocio o simple tramitología, se cae el teatrito. Ahí descubres lo repugnante que la experiencia de viajar puede llegar a ser. Y cómo es que se ha romantizado el tomar un vuelo en dirección al destino de tus ilusiones.

Pero reitero, eso es un tema que tiene mucho que ver con el cambio de perspectiva. Por ejemplo, recién en mi viaje a Oaxaca, que fue meramente para disfrute, sentí que aprendí bastante, me pareció interesante conocer cómo viven por allá, tanto en la ciudad, como en la sierra y en la playa, y sin embargo si me dicen: "Ir a Oaxaca es lo máximo", pues bueno, particularmente no encontré algo que me hiciera asumir esa postura, eso no quiere decir que la haya pasado mal, para nada. La gente es muy buena onda, me dio un aire bastante parecido a mi lugar de origen en general, pero no noté algo que particularmente a mí me enamorara.

En resumen, creo que viajar depende mucho de la persona, si está cumpliendo un sueño al hacerlo, si tiene la disposición de los tiempos y horarios, además de buenas herramientas logísticas, probablemente eso sea una situación excelente; pero caemos en un vicio, porque viajar así sería hacerlo dentro de una burbuja, a través de la que llegas al lugar de destino y te vas sin haber experimentado realmente qué es estar ahí.

Así como con los viajes, la gente pone sus ojos en cosas banales que a largo plazo tal vez les resulten no ser tan satisfactorias como en su mente cuando las visualizaron: Trabajar en una oficina con aire acondicionado y horario flexible, poseer prendas de ciertas marcas, vivir en tal zona de la ciudad, transportarse en autos de lujo, tener montones de seguidores como audiencia, habitar una casa enorme con alberca y servidumbre, volverse millonario, estar con la pareja de tus sueños, tener cuerpo de deidad griega, visitar los mejores eventos y restaurantes, presumir constante crecimiento personal o espiritual, estudiar en universidades de élite, tener todo el tiempo libre del mundo, lo último en tecnología, y muchísimas cuestiones más.

Cuando, si lo analizamos detenidamente, una gran cantidad de personas que logran ciertas cosas, a menudo se dan de bruces contra la realidad, descubriendo que verdaderamente lo que estaban buscando y catalogando como un diferenciador, no es más que otra categoría en el mismo contexto vacío, efímero e insignificante más allá de lo que ellos mismos asumen. 

Porque en efecto, es nuestra mente la que juega con nosotros y la que dice que: La mejor amante es aquella que tiene un cuerpo formidable –cuando quien sabe si eso sea siquiera cierto, aunque es por mera probabilidad potencialmente improbable–; o que tener dinero nos va a dar una vida más llevadera –que por el contrario, como regla, a mayores ingresos mayores egresos y con ello, más variabilidad que complica la existencia misma–; y así, a cada postura aspiracionista que pueda ocurrirse, habrá una respuesta suficientemente poderosa para revocar dicho argumento. 

Dicho sea de paso, para cerrar lo anterior, solo me resta decirte que tú puedes soñar con lo que quieras, visualizarte en el lugar y con las personas que tú anheles; que definitivamente me daría un montón de gusto enterarme que logras tus objetivos, solo quiero recomendarte que por mucho que hagas, a donde sea que llegues, no te olvides de mantener los pies firmes.



 Hey he vuelto, tardé un rato en regresar, me fui por algunos meses. Este tiempo lo utilicé para hacer algunos ajustes a mi interior, para reconectar con mis paradigmas y posicionar mi foco, tal cual. Ha sido duro e interesante, quisiera contarles que me fui a Oaxaca unos días, en los cuales, la recepción era horrible, y hasta whatsapp estaba fallo, no había mucho que hacer, y sin embargo, hablando de cuando estaba en la Sierra específicamente, las personas fueron de lo más cálidas.

Conocí gente de Arabia, un exYugoslavo, argentinos e italianos; elevaron mis ganas de irme un verano a otro país, nada más por la anécdota, y en el más sublime de los sentidos, hacerlo solo, con únicamente mis agallas y fuerza de voluntad. Técnicamente ya tengo a dónde llegar en Italia, tema aparte, no planeo contarlo, porque ni siquiera está en planes todavía, simplemente es una posibilidad que curiosamente cuadra con mis expectativas e intenciones de crecimiento personal.

Ha sido un verdadero viaje, y lo digo más por la cuestión interna que externa, claro que conocer lugares nuevos es espectacular y te nutre en sobremanera. Trabajé en perdonarme y dejar ir cosas que me estaban fastidiando, recuperar el control. Quería escribir, lo intenté e hice, me aventé como cincuenta y cinco páginas, no tengo bloqueo creativo, simplemente eso no sé si sea momento de terminarlo o mejor es esperar a que mi cabeza tenga una forma más elegante de construir la historia.

Remover likes, eliminar "seguidos", reducer mis interacciones con redes sociales; son algunas de las cosas en las que quiero seguir trabajando. Pero también me interesa producir, no únicamente esta clase de contenido más clavado e intelectualoide, para nada, quiero hacer cositas más casuales o al menos que instruyan de una forma un poco más simple. Sigo pensando cómo hacerle, porque quieran o no, he notado que me causa algo de conflicto interior no seguir una especie de editorial autoimpuesta. En fin, son ideas solamente, como a veces digo, no necesariamente verán la luz.

Desde el punto de vista de negocios, la clienta que se fue ha regresado; terminé a penas la migración hace como dos semanas, estuvo bien. Además, puedo decir que exitosamente he podido hacer una presentación a un potencial cliente extra, una chulada si esas cosas se cierran. Porque podré seguir creciendo los proyectos independientes por ese lado.

Entre las notas tristes, en la empresa están realizando recortes, y eso me incomoda. En este evento han afectado al amigo que recomendé (lo cual me enstristece). Otro tema es que las conversiones dentro del equipo están por terminarse, según entiendo le quedan a lo mucho un par de meses de vida. Y sin embargo, he rechazado dos ofertas laborales en los últimos dos meses, en una de ellas les dije una cantidad algo grosera de sueldo y no se inmutaron (dejando claro que podían ajustarse sin problema); pero no quise continuar, no todavía, porque no siento que sea una movida segura en este momento, y quisiera terminar de saldar pendientes antes de realizar cualquier jugada que pudiera arriesgar mi situación, ya ven lo que me pasó cuando me fue a CDMX.

Es bien difícil vencer a tu propio cuerpo, en eso es en lo que he estado trabajando profundamente. En reactivar mis fundamentos estoicos, porque brillar temporalmente, cualquier puede hacerlo, pero encontrar valor en donde parece que no hay, es un gran reto. Entre lo que me falta y quiero tener: Una masajista personal, una asistente, alguien que se encargue de la limpieza de la casa, una instructora de francés. ¿Por qué? No sé, simplemente están en mis pendientes. Al igual que un jacuzzi, un comedor, una estufa de gas y una centro de lavado para esta casa. Ya veremos cómo salen las cosas. Por ahora, hay mucho qué pagar y hacer, físicamente, econónicamente, intelectualmente hablando. Dios mediante.



 Ha pasado algo distinto este día, esa cochina empresa ahora me solicita que compruebe cada pago que he realizado con las diversas tarjetas que he utilizado. Amigos, tengo como veinte, la verdad que será una lata encontrar sus transferencias en cada uno de los estados de cuenta.

Por lo que pienso: ¿Será buena idea dejar ir mil pesillos? Digo, al menos por ahora que no estaré por un rato en casa. No sé, no le encuentro el sentido a ponerme a revisar todo eso pago por pago. Es casi, como mendigar. Y no estamos en tiempo de mendigar nada.

Todo porque se me ocurrió cambiar mi CLABE para los depósitos. Les digo, uno va saliendo de unas y le quieren enjaretar otras. Pero eso sí, como pasó con los ratas de Briq, si me la hacen cardiaca los mandaré a volar. No tengo ganas de desperdiciar mis ratos con esas tonterías.

A lo largo de la vida he tenido que dar por perdidos montones de dinero. Porque sí, porque me confío de gente, porque me dan hueva los procedimientos, porque prefiero tomar lo que esté accesible, porque soy generoso y no me pesa regalar a otros (y como consecuencia otros han sido abusivos y también generosos conmigo).

La lista podría seguir, pero el punto es ese: Una empresa, de cuyo nombre no quiero acordarme, tiene mis datos de transferencia. Y un envío pendiente de mil pesitos. Pero no lo quieren concretar hasta que, valide un montón de datos personales (con fotografías y toda la cosa), además de documentar cada movimiento en tarjetas. Chale.

A lo largo de mi memoria me ha tocado dejar ir muchísimo dinero, entre que no soy alguien que haga dramas ni conflictos por lana (he perdonado robos a amistades, prefiriendo conservar la amistad, antes que el objeto "perdido"), otras veces por flojera o comodidad, incluso porque simplemente apoyo el "mercado local". La lista podría seguir.

Además me gusta mantenerme alejado de los conflictos y las personas dañinas. Pues si no edificamos, para qué estamos ahí. Yo mismo he sido agente de daño para otras personas, lo reconozco, no estamos aquí para presumir que somos mejores a nadie más... Porque de lejos, estamos en la cesta de los más imperfectos.

Una cosa más antes de irme: Cambié los colores a las aplicaciones del trabajo, tenía que dejar registro de eso en algún lugar. Ya que desde me acuerdo, generalmente dejo esas cosas como las entregan por defecto por un tema de separación entre trabajo y personalidad. Arriba el dark mode!



Dark Mode

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 Ha pasado algo distinto este día, esa cochina empresa ahora me solicita que compruebe cada pago que he realizado con las diversas tarjetas ...

 Relájate dopada, nadie "intentó" nada.

Uno viene tranquilamente a pasar el rato en la madrugada y se encuentra con sendos "referentes" de raza que no sabe preservar su palabra, pero sí se vende con la premisa de "olvidar" lo que les conviene solamente, ya saben, "memoria selectiva".

Porque claro, recuerdan cuánto cooperaron en un inicio pero no recuerdan las promesas de pago que hicieron. Conservan en la memoria solo aquello que les conviene, qué harta pena me dan. No quiero volver a dedicarle una oración a gente así; en primer lugar porque me pueden hacer sentir culpable de cosas que ni al caso; en segundo, más importante, porque prestar atención a esa gente es darle importancia inmerecida.

La vida es demasiado corta para desperdiciarla con gente mierda. Ni una vez más te quiero ver, ni aquí, ni en treinta años, para que mis "miradas" no te hieran e incomoden como predicas en tus redes. Ridícula. "Vístima", te dicen. Sáquese por allá, que en mejores lodazales me he atascado.

Cada quien ve lo que quiere y percibe lo que tiene dentro de sí. Aquí quedarán tus últimas gotas de atención desde este lado. Qué ironía que te digas lo que dices, qué tristeza que no aceptes lo que eres, qué desgracia que no reconozcas tus falacias, qué miseria que te muestres cobardemente como alguien que sufre. 

Paradójicamente, ni pío de tu pico salió por resarcir nada, ni siquiera intentaste componerte o sentarte a dialogar, porque en tu supuesta y fabulosa desventura lesbotroglodita, todo es culpa de alguien más, incapaz eres de responsabilizarte.

En fin, doy por cerrado este tema. Dos meses han pasado desde que removí redes del celular con un objetivo en mente: perdonarme y perdonar. Perdonarme por ser un crédulo y perdonar cualquier cosa que estuviera limitándome. Recuerda claramente, si había una "puerta", no la hay más. Sé feliz y jódete, lo que sea tu voluntad. Aquí no estamos para acarrear zurrapas.



Hace meses, cuando una amistad/compañera del trabajo me invitó a que compartiéramos renta juntos, para mí fue principalmente motivo de sorpresa formidable, porque consideraba a la chica como alguien de palabra y de fiar por el tiempo de "conocernos" que llevábamos; sin embargo, jamás había experimentado estar con alguien como ella y se lo confesé desde el inicio, fui completamente transparente en cuanto a mi personalidad y aquello que me gusta.

Entonces ya está, me motivó a primero encontrar un lugar, se desocupó uno bastante próximo a la oficina (en la que ambos laboramos) así que me invitó a realizar los trámites correspondientes; ahí ando todo animado y contento de un lado para otro, consiguiendo papeles y realizando pagos. Salió perfecto, a finales de febrero estaba viendo la casa por primera vez, el primero de marzo nos la rentaron.

Excelente. Le avisé a la próxima roomie que la renta nos la habían autorizado, ella agradecida por mi compromiso me dijo que llegaría hasta mediados, probablemente finales de mes. Corte A, los días empiezan a transcurrir y noto en sus redes sociales que se queja mucho de Guadalajara, que no le gusta, que le fastidia la gente, que prefiere estar en su tierra. Algo no terminaba de cuadrarme.

Para esto yo estoy enterado que esta mujer tiene una casa propia en la ciudad, que comparte con su ex-novio (temas raros que realmente no me importaban). Al final la roomie se mudó a medias, y digo a medias porque nunca habitó realmente la casa, en los cuatro meses que rentó si habrá dormido acá veinte días fue mucho.

Su estilo de vida era el siguiente: Llegaba el martes en la noche, se iba el miércoles o jueves, no volvía hasta el siguiente martes en la noche. Y eso, escasamente ocurrió por un mes. Porque al mes de haber llegado se regresó a su pueblo y de nuevo las publicaciones del desagrado de vivir en esta ciudad, de lo incómoda que se sentía, y montón de quejas más, como buscando atención en el ciberespacio. Desde mitad de mayo y junio, por ejemplo, estuvo ese periodo en su lugar de origen.

Y luego pedos con su pareja, evidencia de que los hombres "son horribles" y cosas similares en sus redes. Que ella es perfecta, que simplemente son ellos los que no la merecen. En fin, temas que verdaderamente me tenían sin cuidado. Al final de cuentas yo era un host solamente en un sitio compartido.

En ese inter, alguno de esos días que la roomie curiosaente se quedó en la casa, cuando visité a mi madre, le platiqué la situación, le expliqué que notaba que mi roomie realmente no gustaba de estar en la casa, y para mí era como un fantasma, casi nunca la encontraba. Y cuando no estaba en su tierra, se quedaba en su propio domicilio, o se iba a dormir con su amiga, pero la verdad pasaba el mínimo tiempo acá donde supuestamente rentábamos juntos.

Desde marzo mismo llegué a la conclusión con mi mamá de que esta mujer me iba a dejar solo embarcado con el contrato de renta que había firmado por la anualidad completa. Y sabía que cuando se fuera, me iba a disgustar bastante. Estábamos conscientes de que no iba a durar, solo faltaba ver cuándo se iría. Así fue, abrúptamente, después de la última visita a su rancho, me llegó el "esperado" mensaje diciendo que necesitaba dejar de pagar renta.

Fue horrible, me sentí molestísimo, y se rompió algo en mí que traté con todas mis fuerzas de mantener en una pieza. Porque le había tolerado sus constantes mentiras con la justificación de "es que soy olvidadiza", "no me acuerdo", sus faltas de corresponsabilidad a la hora de repartir gastos, su nula palabra a la hora de prometer poner algo para la casa que nunca llegaba. Hasta ahí llegué.

Hoy vino a recoger sus últimas cosas, la vi por las cámaras. Escuché cuando cerró la puerta por última vez y dijo "bye Carlos", casi poético; ayer me pidió que estuviera presente mientras se llevaba la mayoría de sus cosas, cuando estuve aquí, no tuve cara para verla a los ojos, las ganas de decirle lo decepcionado que estoy por su falta de palabra me consumían por dentro, pero callé. Tuve la buena de traer a un compa conmigo, porque sabía que ella no estaría sola, sabía que vendría con su amiga-ligue, sería incómodo para mí. Se fueron muy rápido, al menos.

Sin embargo, yo no soy la víctima aquí, si acaso solo soy el que se dejó llevar por las palabras de unos labios lisonjeros que resultaron falacias. Aunque esta historia no termina mal, no. Al menos no para mí, porque la misma tarde que fui a verla llevarse sus cosas recibí la excelente noticia de que a partir del mes entrante estaré cobrando más en la empresa que trabajo (de hecho un poco más de lo que mi roomie solía cooperar para la renta); como dice mi madre: Cuando se cierra una puerta, otra mejor se abre. Estoy pensando si rentar esa habitación a alguien más, o acondicionarla para algo personal, por ahora estaré un rato por mi cuenta, y ya veré qué deparan las cosas.

Finalmente la ex-roomie, como a cualquier persona que se cierra las puertas a mi vida como consecuencia de su malicia, para mí se ha ido, y como a cada una de esas personas, le deseo lo mejor, pero ha cerrado por fuera y las llaves se esfumaron.

Moraleja: Siempre háganle caso a su jefita.



Ex-Roomie

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Hace meses, cuando una amistad/compañera del trabajo me invitó a que compartiéramos renta juntos, para mí fue principalmente motivo de sorpr...

 Uno de los consejos más útiles que me han dado en la vida también es uno de los que más comúnmente me cae como recordatorio: La mejor manera de superar el fracaso y el rechazo es seguir adelante. Ya está, pasó, fallaste, cometiste un error, no conseguiste tu objetivo, no le gustas, se fue, le desagradas, la razón que sea, el punto es no clavarse en ese lugar.

A veces cuesta, la verdad, principalmente a la hora de dejar que otras emociones se materialicen; por ejemplo, la vergüenza después de haberla golpeado en la cabeza sin querer con tu mano porque eres un monote corpulento. Haha. O bueno, cualquier cosa puede ser vergonzosa bajo ciertos criterios.

La realidad es que vine aquí a confesar que hay cosas, sucesos y actitudes en mi vida que me han convencido de que no puedo mirar a los ojos a ciertas personas; y me aparto, si no físicamente por cuestiones de fuerza mayor, sí intelectual, emocional y principalmente visualmente... Porque es literal, mis ojos siéndome ocasión de caer... Ya, mejor apartarlos por completo. Cerrarlos, desviar la mirada, encerrarme, lo que sea con tal de no tener que pasar por el filo de darme cuenta del juicio no verbal.

Tengo calor, mi cuarto se siente bastante caluroso en este momento. A penas recordé que el aire estaba apagado, así que se concentró el calor en este lugar. Aparte, me comí unas galletas, como que se me quitó el sueño y se me elevaron las calorías corporales. Todo en conjunto, hace sentido.

Parece que me quedé sin más palabras para hoy. Un texto pequeño, conciso y liberador. No más.



Conciso

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 Uno de los consejos más útiles que me han dado en la vida también es uno de los que más comúnmente me cae como recordatorio: La mejor maner...