Tenía un poco de sueño hace un rato, pasar el tiempo frente a la computadora ha hecho que se me quitara, y eso, en parte es bueno, porque dentro de un par de horas tengo que tomar un vuelo y honestamente no me sentía con la confianza suficiente para estar en el aeropuerto a tiempo. Mejor así, me espero a que se haga la hora de irme, trato de dormir mejor en la noche de mañana.
Habría muchas cosas que quisiera contarles, entre todas ellas, que al parecer mi modelo de negocio freelance finalmente va a evolucionar, si es que llego a un acuerdo con mi jefe, lo que permitiría que me enfocara en otras cosas con él y la empresa en general como "partner" comercial.
Tengo que ir a Guadalajara por la computadora de escritorio durante este fin de semana porque estoy acostumbrado trasladarme ligero, eso de cargar con mi mochila a diario como que no. Además, corro el riesgo de que algún "gañán" me la arrebate de las manos, llevándose consigo la lap que tanto me ha servido.
Desde que me mudé a CDMX ha habido algunos detalles de mí que he dejado en modo de espera; aunque estoy consciente de que todavía no me siento parte de esta ciudad que amablemente me abrió sus puertas, creo que ya está siendo hora de cambiar mi postura, por eso estoy con el pendiente de cerrar el ciclo en Guadalajara, además la computadora, quiero que de una vez los de Axtel pasen por su equipo, que nada más se hacen sordos y me siguen cobrando los canijos.
Al fin decidí actualizar mi información laboral en LinkedIn, me daba un poquito de pena porque hube comentado a muchos de mis amigos y conocidos que iba a entrar a Biva (en calidad de consultor subcontratado), pero resulta que la persona dentro de la bolsa de llegar a un acuerdo mis jefes ahora no contesta los mensajes, ni atiende a las llamadas telefónicas, dando como resultado un grave caso de "ghosting"; pero ni hablar, creo en las cosas de las que soy capaz, veo esa situación como una oportunidad de crecer en un área distinta solamente.
¿Se acuerdan de Fernanda, la chica de la que les hablé en el último post? Caray, no tengo modo de hablar con alguien así por lo nervioso que me pongo, pero ya llegarán mis días buenos en los que el horror no me acompleje y me permita ser sincero mostrando que en mí también hay montón de virtudes. Es cierto, he de mencionar que tengo pensado escribir uno que otro texto que dé continuación a esa historia en concreto. Ya pues, excelente Sábado, a ver cómo me va en mi viaje, esperemos que sea un éxito rotundo.
Tenía que explorarlo, tenía que liberarlo, me gustaste desde el momento exacto en el que te vi aquella tarde de verano haciendo fila frente a mí; y lloré ante mi miseria, recordé mi aspecto ante el espejo y me reduje a nada sabiendo que no habría forma de llamar tu atención, pues nunca he sido atlético, inteligente, agradable o atractivo siquiera.
Así empezaron en mi vida una serie de capítulos que una vez tras otra dejaron ver lo débil que era en todo sentido. Mientras más me obsesionaba con la idea de volver a verte, más me dolía lo lejos que te encontrabas circunstancialmente de mí; cuando yo me acercaba a la rectitud en vísperas de ser un hijo agradecido con mi familia, tú desenfrenabas entre fiestas y borracheras.
Nuestra historia era una versión insípida de Forrest Gump, en la que mi debilidad no era ningún retraso, sino todo lo contrario, el sobrepensar las cosas; el hecho de que seas mayor a mí, de que mi apariencia sea definitivamente ajena a cualquier elemento que cause magnetismo hacia las mujeres; con mi charla torpe y entrecortada, no me quedaba más que verte en la cima de mi Universo, como una musa inalcanzable, equiparable a Tassi en mi mente, mi único amor platónico.
Conforme redacto esta carta debo mencionar que es claro que soy un tipo que de alguna forma cayó en el desamor y las consecuencias que eso trae consigo; no logro salir de esa miseria por mucho que me esfuerce, realmente hube invertido tiempo y ganas en mí para cambiar, para mejorar, pero dejé pasar el tiempo y lo más próximo que tengo a F es algo que le pedí me hiciera, solo eso.
De las mujeres el cómo se vean atrae y conquista mis ojos, pero el cómo se relacionen, el cómo funcionen es lo que conquista mi corazón. Tú, en ese pequeño desplante de personalidad, una dama despreocupada y consciente de lo que llevaba encima, saltaste todas mis expectativas y colocaste la vara de mis gustos muy en alto. Aunque eso como vestigio me ha impedido acercarme y abrirme confiadamente a personas que podrían ser especiales.
Me gustaría que supieras que ambos tenemos detalles en común, los dos hemos perdido hermanos, los dos somos amantes de la filosofía y las letras, los dos nos maravillamos por el arte, aunque tú lo plasmas y yo lo redacto, los dos creemos en una forma de amor romántico que parecería extinto, pero comprendemos claramente que está ahí, esperando a ser parte de nuestra felicidad.
Y así, en una obsesión que surgió una tarde mi vida de estudiante pasó desapercibida, empecé a escribir con más constancia, le agarré el gusto a hacerme amigo de mis profesores, a trabajar siendo buen empleado, a enfocarme por conseguir metas. Pero mi meta mayor siempre estuvo incrustada en mi subconsciente, en mi memoria; durante mucho tiempo te volviste inaccesible, hasta que hace poco más de un año por fin me animé a decirte algo pequeño, a pedirte algo para que me representa; estoy seguro de que jamás le encontraste el significado que yo le di a esa pieza.
Tal vez un día tenga el valor suficiente para acercarme a ti, porque incluso cuando me entregaste mi encargo no hubo necesidad de vernos, creo que habría colapsado de darse el encuentro, me debilita tu sola presencia, tus palabras me alegran el día, tus fotos le dan razón de ser a mis ilusiones, todo para confirmar que efectivamente, el amante eterno siempre ha visto musas donde es ignorado, porque la pasión desbordante surge entre ideas y memorias, cuando la realidad es la embestida de un monstruo que aplasta cada sueño imposible.
Desperté temprano así que voy a escribir un poco, pongámonos en contexto, una noche antes estuve despierto acomodando mis pertenencias en el lugar que solía vivir. ¿Quién soy, qué espero de mi vida y hacia dónde voy? Hay demasiadas razones para creer que somos alguien en particular, que tenemos necesidad como todos de salir adelante, habiendo gente que nos ame, quiénes estén ahí para escuchar nuestros fracasos y se alegren por las contadas victorias.
Me parece sustancial empezar mi día compartiendo alegría, es verdad que no todo es color rosa y que dificultades en cada lapso hay; pero si logramos encontrar un suministro de dosis constantes de fortaleza en donde otros verían debilidades, si conseguimos entender que la suma de derrotas se puede convertir en logros, otro rostro seremos capaces de mostrar, porque es sencillo andar de amargados en el día con día, porque quejarse de cualquier cosa es básicamente lo que dondequiera se escucha, pero estar ahí, perseverantes y esforzados, es lo que deja un buen ejemplo de nuestra gallardía.
Soy simple, me gusta definirme de esa manera, pues cuando algo me gusta lo demuestro, cuando estoy con compañías que me hacen sentir bien no tengo forma de ocultarlo; bastante ajeno soy a la hipocresía y es quizá por eso que me entero de inmediato cuando me mienten, obvio, no evidencio a quienes no pretenden se sepa su verdad, cada uno es libre de seguir los caminos que decida tomar y no soy quién para tirarle reproches en el rostro. Total, yo mismo me he equivocado millones de veces y es a partir de un montón de errores que uno que otro acierto se da.
La vida es así, no nos brinda aquello para lo que seremos buenos desde el principio, sino que tenemos que aprender a utilizar nuestras herramientas a la mano para sacar ventaja, que los puntos débiles bajo entrenamiento se vuelvan parte de nuestra fuerza. Es cierto, habrá posibles virtudes que tendremos que dejar pasar para enfocarnos ordenadamente en nutrir otras áreas.
Antes me daba miedo salir de casa, alejarme de mi barrio, abandonar el nido, volar sin rumbo; hoy entiendo que las cosas que me acercan a mi pasado, aquellas que me recuerdan en dónde estoy y por quién lo hago son las que me llenan de bríos y vitalidad, la remembranza de mi historia en familia, mis amigos, las personas a las que amo, son lo que me impulsa a seguir sin descanso. Sí, también los extraño, de hecho quisiera tenerles conmigo todo el tiempo, pero es parte de un proceso que alguien tiene que atravesar.
Seré honesto con ustedes, regresé molesto a casa. Conforme caminaba por las inmediaciones de donde vivo (una zona que por demás está decir que es de nivel socioeconómico superior a la media), me tocó encontrarme con mucha gente pidiendo dinero. Y no, no es el hecho de que haya personas mendigando lo que me molestó, me sentí indignado y asqueado conmigo mismo porque pertenezco a una generación de ciegos.
Somos ciegos porque estamos acostumbrados a ignorar el dolor ajeno, a pasar por alto si el señor o la señora, junto con sus niños han comido o no, a desdeñar si tienen donde vivir o pasar la noche. Y lo peor, es que en repetidas ocasiones he visto que unos cuantos usan eso (apoyarlos) como bandera para demostrar su altruismo (haciéndolo un mero acto publicitario).
Me desagrada terriblemente ver tanta gente sufriendo y no hacer nada por ellos. ¿Cómo podemos ayudarlos? ¿Qué podemos brindarles como sociedad para sacarlos de esos lugares? ¿Es en serio imposible aspirar a una mejor calidad de vida? Y aquellos que no estamos tan mal económicamente hablando, ¿por qué no nos unimos haciendo algo en su beneficio?
No lo sé, sigo pensando cómo hacerlo, quiero ayudarlos, pero quiero hacerlo en silencio; no me interesa ninguna clase de reconocimiento, lo único que tengo en mente son ideas en las que ellos podrían servir al avance social.
Tenemos a millones de mexicanos compartiendo memes mostrando capacidad de colaboración pero siendo incapaces de siquiera voltear a ver la herida de nuestro compatriota en desgracia, a dar un abrazo, a escuchar una historia... No tengo idea de en qué momento nos volvimos tan egoístas pensando que nuestros patrimonios se verían en alguna manera afectados si les regalamos algo para comer; que nuestras empresas perderán calidad si abrimos oportunidades para que sean parte de nuestros equipos laborales. Me duele, me hace sentir como basura.
Por eso he decidido que haré algo por mi cuenta, por pequeño que sea, trabajaré un poquito por hacerles la vida menos complicada si me es posible a unos cuantos, y sería genial que algunos de ustedes también se unan. Posteriormente les externaré un plan que estoy preparando para que no sean tres o cuatro tortas solamente, sino algo que pueda impactar sus vidas positivamente más allá de cualquier credo, suposición o fábula, algo en lo que puedan funcionar.
#ShutUpAndHelp
Para ser experto en algo, en cualquier tema, tiene uno que invertir tiempo y dedicación hasta el cansancio en pos de conseguirlo. A mí me gustaba creer que podía convertirme en una persona culta, así que he tenido que ponerme a estudiar, leer, observar, analizar, miles de situaciones que me nutran con un poquito más de cultura; sin embargo, conforme más le escarbo más cuenta me doy de lo mucho que me falta por indagar, ahondar y clarificar incertidumbres, eso sí, el viaje es y siempre será gratificante y asombroso.
Vivir con la mente abierta al aprendizaje, a escuchar opiniones, a justificar mis principios y escudriñar aquello que a otros les hace ser cómo y lo que son me llena de satisfacción; quizá para algunos soy una persona rara, pero no es así, me considero amante tanto de lo simple como de lo complejo, admiro la manera en la que algunos están dispuestos a dejarlo todo sin temor a lanzarse a un futuro desconocido armados únicamente con sus deseos de experimentar, del mismo modo como me parece genuina y sorprendente la persona que forja su camino sobre rieles estables, sin titubeos, determinados desde el inicio hacia dónde quieren llegar y cómo van a hacerlo. Me gusta creer a veces que soy un poco más parecido a los segundos que menciono, pero con destellos constantes de los primeros.
En suma, hemos de aceptar y reconocer que cada uno vive su camino del modo en el que lo va entendiendo; por eso mismo hay gente rencorosa y violenta como hay personas de paz que saben dejar el pasado en su lugar; vivimos en un Universo lleno de diversas posibilidades, en donde aquello que a mí me parecería una verdad empírica, habrá quién considere que es una farsa o conocimiento a medias.
He querido contar historias hace tiempo, pero desde mi perspectiva todavía no estoy preparado para hacerlo; dicen que el factor importante es empezar, estoy consciente de ello, aunque postergar en este caso específico me resulta más una herramienta que una justificación o excusa.
Me agrada amanecer con el cerebro radiante de deseo por expresar algo, sitúa mi día en un entorno favorecedor y propicio al aprendizaje; por lo general viene después de una dichosa noche de descanso profundo, en la que ni los ruidos de la ciudad, ni las voces represivas internas me han robado el sueño; en la que no hubo necesidad de contar corderos, en la misma que hube logrado algo, por pequeño que fuera, en beneficio de mi propia existencia.
Les diré algo, no sé qué pasó con el proyecto al que me iba a integrar pero según palabras de mi jefe mi fecha de inicio se ha pospuesto hasta el 1 de Septiembre; eso en el momento que lo escuché no me preocupó en absoluto, sin embargo uno de los compañeros al que conocí ayer me dio a entender entre sus frases que los que me iban a contratar se habían dicho que siempre no.
Sin duda es causa de incomodidad porque hasta en este momento me la he pasado trabajando en otras cosas un poco menos especializadas en las que también tengo experiencia, pero no sé cuánto tiempo estaré así.
Sin embargo, entre las cosas que me reconfortan un poco está el hecho de que mi jefe me comentó que ya han pagado cinco meses de renta (ya que ellos auspician mi arrendamiento), por lo que no debería de preocuparme.
Mi mudanza a esta gran ciudad venía acompañada de una estupenda y estable propuesta laboral; no voy a ahondar en situaciones porque creo que hasta este momento mi jefe no ha dado motivos para asustarme, y además ha sido una excelente persona conmigo. Claro, me preocupa la posibilidad de haber tomado una mala decisión, pero nada es seguro en esta vida, hay que seguir y trabajar por que las cosas ocurran lo mejor posible.
En fin, lindo día.
Estuve revisando mis cuentas pendientes ayer y me llevé la terrible sorpresa de que todavía debo un montón, lo positivo de esto es que volví a hacer mi listas de deudas para organizar así mis pagos y demás pendientes.
Hace como dos años, cuando me transformé por completo, el mantener una agenda bien organizada me hizo posible terminar con la mayoría de mis deudas; hoy, debido a todo este tiempo que estuve dejándome caer en depresión, ansiedad, estrés, obesidad y demás enfermedades del siglo moderno, había dejado de lado también esa parte importante en mí que tanto bien me había hecho.
Como saben, tengo algunos proyectos enfocados al crecimiento cultural pendientes, y no puedo esforzarme por ver cien o mil películas, cuando estoy dejando de lado otra cosa que es muy importante, la lectura. Por lo cual, he tenido que volver a recurrir a las notas y otras herramientas para cambiar para bien en ese aspecto, claro que si como consecuencia colateral se ve beneficiado mi cuerpo, no tengo nada de qué quejarme.
Entre mis planes pendientes también se encuentra el salir a conocer más lugares; alguien me dijo que es perfecto estar en CDMX para conseguirlo puesto que de aquí salen rutas aéreas y viales a cualquier rincón del país y hasta el extranjero si así quisiera. El consejo que la gente de aquí me ha dado es: Viaja, viaja todo cuanto quieras. Seguramente será una de las cosas una vez que salde la enorme suma de dinero que tengo en números rojos.
Por cierto, cuando vine a la entrevista laboral fue mi primera experiencia en avión, y he de mencionar que estuve más asustado la primera vez pero el viaje, aunque lleno de turbulencias, no me desagradó. Pero eso sí, en el tercer vuelo que tuve, ya para venir a establecerme, no teníamos piloto, el amigo ese era fanático de Rápidos y Furiosos o así parecía por la manera de despegar y aterrizar. No fue una experiencia buena ese día.
Y ya, me voy, que tengo que planear y analizar mis números de diversas fuentes, que ustedes no se han enterado pero hasta la renta de donde vivía me tiene en estos tiempos porque no me han pagado lo relativo a mi liquidación de la empresa en la que trabajaba. Ah, y bueno, no quiero decir todavía en dónde trabajo hasta el día que se oficialice mi ingreso, mientras tanto yo llamo a este periodo, "vacaciones pequeñas". Adiós.