Soy de los que se equivocan; de los que fallan en todo cuando hacen. No siempre, pero a veces desde el primer intento se nota mi torpeza, incluso conociendo previamente las consecuencias que tendrá la misma.

Me entristece. Me pone de malas la frustración que todas y cada una de las cosas por las que me he esforzado me produce; no sé si sea adicción a la misma, pero siempre caigo en cuenta que las referencias me vuelven al mismo origen.

¿Es la frustración arma de dos filos? Podría serlo; pues aquello que antaño me la producía hoy ha quedado en mi pasado, esas "inalcanzables" metas en el horizonte de mis días han sido superadas y ahora son solo vestigio de mi competitividad.

De ser eso cierto; los que dicen que la frustración alimenta al éxito también deben de incluir en sus tratados que la ansiedad es un daño colateral evidente. Pues a cada intento, cada paso, cada golpe de bruces en la pared que está a medio camino, le sigue un horrendo episodio del que poco o nada conocerá el feliz ignorante que no avanza en alcanzar lo que se propone.

Así han sido mis días hasta ahora; sumido en sabias enseñanzas que a leguas pudieran parecer arrogancia, desplazado por mi entera culpa al no saberme más que otro mediocre intentando abandonar el mote. Vivir es sencillo, consiste en casarse con la idea de simplemente dejar que todo te suceda y evitar a toda costa conocer más de la porquería que hay afuera.

Lamentable pero cierto, por cuanto más sabes, menos quisieras haberte enterado de todo. Y callas, porque precisas que los demás merecen preservar su dicha entre las manos. Y en el silencio meditas el por qué en primer lugar lo hiciste; cayendo en cuenta que todo fue el deseo de ser alguien diferente, salir de estereotipos y alimentar tu ego con éxito; miserable perdedor derrotista al ver cómo funciona todo.

//Lo escribí para Toqueteros el 5 de Noviembre de 2016.

Frustración

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Soy de los que se equivocan; de los que fallan en todo cuando hacen. No siempre, pero a veces desde el primer intento se nota mi torpeza, in...
Te despiertas un día y te das cuenta que nada de lo que has hecho en la vida tiene un valor significativo para las futuras generaciones, pues simplemente fuiste un piso en un mosaico, un eslabón en una cadena, una atracción temporal en el circo de lo denominado sociedad.

Analizándolo, ¿a cuántas personas realmente les dolería tu ausencia? ¿Quiénes se verían verdaderamente influenciados en caso de que tú no vivieras más? ¿Aquellos que más te extrañarían? Sí, me sé existencialista, pues a cada una de las cosas que hago me agrada encontrarle un valor más intenso y duradero que el solo hecho de ser.

Soy un extraño ente en busca de quienes me comprendan y sumerjan sus miradas en lo profundo de la suciedad que nos rodea. No intento encontrar caudillos, solo otros que en su cínica expresión empaten conmigo las mil y una historias de aquello que rápidamente nos vuelve piezas removibles en un enorme juego de mesa.

Pensaba en las varias situaciones en las que gente ha pensado que no puedo dejarles ir sin correr en su búsqueda a penas den media vuelta. Pues no, no es mi estilo; las puertas están ahí para permitir que lleguen y se vayan según sean sus deseos, no es mi plan hostigar a nadie ni obligar a permanencia por encima de la voluntad.

Confiezo que es el modo más sencillo en el que he aprendido a filtrar a quienes valen para ser tenidos por cercanos. Solo como Luxemburgo, hundido en la idea de ser bueno cuando, más podrido que muchos otros en realidad estoy.

Por eso amo y admiro la bondad, porque parte de mis intenciones de vida son alcanzar esa meta en algún momento, antes de que sea demasiado tarde, demasiado lejos, demasiado pobre intelectualmente hablando.

(La imagen del post es "Ego"; un cuadro que representa mi propio ser y probablemente el de cualquiera que se sienta identificado con una vida repleta de virtud y vanidad desde una perspectiva, al mismo tiempo que entre las sombras sabe plenamente que sus imperfecciones le hacen poco o nada atractivo.)

//Lo escribí para Toqueteros el 25 de Octubre de 2016.

Bondad

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Te despiertas un día y te das cuenta que nada de lo que has hecho en la vida tiene un valor significativo para las futuras generaciones, pue...
Como desarrollador y fundador de proyectos es como más satisfacciones he encontrado en la vida. Les cuento un poco más de mi trasfondo educacional:

Nacido de una muy humilde familia (porque sin esta parte, toda historia de éxito viene valiendo corneta); egresado de escuelas públicas, dejé la escuela en nivel preparatoriano y posterior a muchos comentarios del tipo "mejor búscate un trabajo en el que ya vayas a estar y deja de ilusionarte con seguir estudiando" reinicié la educación, finalicé la ingeniería y varias certificaciones y ahora estoy a la puerta de continuo a seguir preparándome.

Con una capacidad enferma de redacción y bastantes ganas de hacer de mí mismo una persona digna de ser estimada como alguien que nunca se detuvo emprendí por mi cuenta un par de proyectos; que en sus inicios, como todo buen mexicano inexperto, terminaron por dejarme endeudado y frustrado ante la incapacidad de hacer que aquello que veia como un fascinante futuro se volviera real.

Y de ahí surgieron mis primeros clientes de freelanceo; pasé por Intel y supe lo lindo que era trabajar para las transnacionales, Freescale Semiconductor me tiró el anzuelo al mismo tiempo que Tata Consultacy; opté por el jugoso cheque que me puso en la mesa la segunda. Actualmente he de mencionar orgullozamente haber rechazado ofertas tanto de Ooyala como de Oracle (siendo que ambas superaban el monto de mi ingreso); todo para aceptar el hecho de que, desde que abordé mis sueños, no he dejado de trabajar por mi cuenta, concentrado en proyectos independientes al tiempo que he sabido el placer de ser empleado.

Aquellos prospectos que una vez contactaron al que entonces iniciaba la ingeniería en sistemas computacionales, hoy son parte de una cartera que en conjunto, además del placer de servirles, vuelven méramente complementario el pertenecer o no a un corporativo; pues son ellos y su confianza los que me han permitido seguir esforzándome y creciendo en pro de brindarles mejor servicio y atención.

Así que si hoy, o mañana, alguien me obligara a abandonar una institución laboral, estoy plenamente convencido de que los frutos que he cosechado ajenos a esas esferas son de estupenda calidad y nunca me dejarán de lado.

Mi consejo para ahora es ese: Crean en sus sueños, síganlos; es tiempo de multidisciplina, vivimos inmersos en un mundo de competitividad constante; hagan lo que les gusta, pero nunca jamás dejen de prestar atención a sus orígenes; porque no sabemos si tarde o temprano desde ese punto podemos crear algo que nos haga decir adiós a los protocolos para enriquecernos bajo el cobijo de nuestras propias ideas.

//lo escribí para Toqueteros el 14 de Octubre de 2016.

Freelance

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Como desarrollador y fundador de proyectos es como más satisfacciones he encontrado en la vida. Les cuento un poco más de mi trasfondo educa...
¿Saben lo patético que es tener que despertar en medio de la madrugada para asistir a trabajar rutinariamente, atendiendo horario, siendo un buen elemento en un equipo en el que te valoran únicamente por tus capacidades antes que por tus características emocionales?

Te vuelves una máquina en movimiento, para servir y hacer que el sistema completo funcione a la perfección. No, no eres indispensable; llega el momento del día en el que asimilas el hecho de que en algún punto de la historia un software con un poco de hardware será capaz de realizar lo que hoy te roba la vida; y te afliges ante comprender cómo es que tú mismo haces más propicio a que llegue ese momento.

"Automatización" es una de las palabras predilectas de los jefes en tiempos modernos, antaño quedó la capacidad de hacer la diferencia ante tal o cual instancia; ahora todo se trata de requisitos, desarrollo, pruebas, corrección de errores, aceleración de procesos, depuración, calidad y producción; todo para que el día de mañana despiertes y te des cuenta de que desperdiciaste el tiempo laborando, sirviendo a la forma de pensar de otros, brindando tus habilidades en beneficio de bolsillos ajenos, y has acabado por extinguirte, por terminar con aquella individualidad que solía hacerte sentir único, por consumir tu vida entera entre deseos, insatisfacciones y fracasos.

¿Trabajar para hacer dinero, para con ese dinero poder prepararte mejor a fin de conseguir más rápido tus metas, que involucran hacer mucho más dinero pues crees que poner un negocio, formar una empresa, lograr un imperio y tener todo el dinero que puedas gastar en la vida es necesario para dejar de trabajar?

//Lo escribí para Toqueteros el 10 de Octubre de 2016.



Trabajar

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¿Saben lo patético que es tener que despertar en medio de la madrugada para asistir a trabajar rutinariamente, atendiendo horario, siendo un...
Hola ancianos decrépitos, lindas madrugadas. Son las cinco con quince, tengo desde las dos despierto; nada más empezó el año y no he podido dormir una sola noche como es debido; probablemente como consecuencia de que ustedes y su exceso de publicaciones me roban el sueño, o que a falta de tiempos libres en mi vida para venir a decirles de lo que se van a morir, he tenido que optar por decir adiós a mis descansos prácticamente contados y sumirme en la idea de retarlos en mitad de la noche (o inicio de la mañana, que para mi irónico caso representa lo mismo).

Es eso, o que realmente me ha dado gusto que un desempleado publicó un par de entradas (hasta que volvió al godinizmo), hubo una reflexión respecto a la piratería —orgullo nacional—, y alguien más nos regaló unas perlas de sabiduría en cuanto a lo que en su parecer considera recomendable de Netflix. ¡Bravo por eso!

Toqueteros, ¿qué nos depara el dos mil diecisiete? Dolores musculares, estreñimiento, pesadez; menos fiestas y más after office, un nuevo puesto laboral o quizá, un empleo mejor remunerado, tal vez una empresa más; cambios radicales en cuanto a parejas sentimentales, posesiones, estudios…

Aunado a lo que sea que venga a ustedes con el año que vamos iniciando juntos quiero que sepan que aquí andaré incansablemente diciéndoles sus verdades; o mejor, recordándoles con amor que ya están viejos para estos trotes y lo más sano es dejar que los altamente capacitados millenials (evidente sarcasmo) se encarguen de producir todo el contenido digital para medios masivos; ya que, como en su momento lo dijo el mismo procurador Murillo, para ustedes el “ya me cansé” sigue siendo la excusa perfecta para evitar responsabilidades.

Espero que entre sus propósitos para el año en curso, se hayan acordado de publicar algún mensaje aquí; con una frecuencia de al menos una vez al mes. Las personas que amamos leer y analizar las opiniones de otros seres pensantes se los agradeceremos mucho. Abrazos y les deseo un excelente inicio de año.

//Lo escribí para Toqueteros el 4 de enero de 2017.

Decrépitos

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Hola ancianos decrépitos, lindas madrugadas. Son las cinco con quince, tengo desde las dos despierto; nada más empezó el año y no he podido ...
¿Ya se cansaron? Qué triste; no tenía planeado publicar en el sitio dos veces consecutivas hasta verlo suficientemente abandonado.

Y miren… les diré algo, dirigido a unos cuantos de ustedes: Si este sitio estuviera lleno de comentarios, de visitas, incluso de buenas críticas, aquí tendríamos a todos los que se “comprometieron” a ser parte del mismo, comentando, escribiendo, publicando, visitándolo al menos.

Pero así son; la mayoría de ustedes no tiene la capacidad de poner en movimiento sus intenciones, y se la pasan viendo y creyendo que con el pasar de los días, sucederá en automático, que el lugar se verá mejor. Así, poco a poco dejará de tener valor para aquellos que no han invertido, no digamos dinero, tiempo mínimo en nutrir el lugar.

Les gusta ver el éxito, la fama, la fortuna y decir que “ahí estuvieron”, con todo su entusiasmo proclamando el bien de la idea; pero cuando no, simplemente se quejan para sus adentros de la calidad del producto y las carencias; en lugar de hacer algo por mejorarlo, abandonan la idea, y se sumen en sus excusas clásicas: “no tengo tiempo, demasiadas ocupaciones, no está chido, nadie lo ve, etcétera”.

Me apena ver lo fácilmente que pierden la motivación, y peor aún, que algunos no son siquiera capaces de sustentar sus propios dichos. Incompetencia aparte, lamento que algunos de ustedes sean tan malos socios de proyecto.

Provecho disfrutando su puente, y alcoholizándoze.

//Lo escribí para Toqueteros el 21 de Noviembre de 2016.

Cansados

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¿Ya se cansaron? Qué triste; no tenía planeado publicar en el sitio dos veces consecutivas hasta verlo suficientemente abandonado. Y miren...
Estamos en tiempos en los que no puedes dejar pasar un día sin cuidar la alimentación porque el cuerpo te lo recrimina, tampoco quedarte sin leer porque la mente hace de las suyas con tensiones innecesarias, no es factible olvidarnos del trabajo u ocupaciones porque simplemente todo tu ser te desprecia al día siguiente cuando eso sucede, o alejarte de medios de comunicación sin temor a la ansiedad producida como consecuencia.

Es un mundo en decadencia, en el que vivimos para trabajar y servir, para permitir que el sistema se mantenga funcionando, para dotar de prestigio a gimnasios, restaurantes y cadenas de alimentos, corporaciones multinacionales, negocios virtuales, todo en torno al dinero; que si más, que si menos, siempre moviéndose de acuerdo al funcionar financiero.

Y me dirán algunos que se dan sus escapadas, o que no siguen las reglas, que ellos son almas cual libres trazos sobre hojas en blanco, chairos aquí, hipsters allá, todos manipulados, todos contemplados en el altamente desarrollado sistema social en el que nos encontramos.

No hay solución o cura al mal de la decadencia, porque la misma estructura está hecha de modo que nos sea imposible debilitarla en cualquier sentido, en la ingeniería que cursé es contemplado como robustez, la capacidad de soportar errores sin venirse abajo.

Cada vez menos son las personas de ojos abiertos ante la situación, ofuscados por su deseo y necesidad de autocomercializarse, de prostituirse, de generar recursos, todo de a poco, tragando migas, hasta darse cuenta que el momento de actuar se ha quedado en el pasado; así uno tras otro los revolucionarios que aparecen y como estrellas fugaces se desvanecen en el horizonte.

Mi consejo de hoy es básico: Auséntense de lo que son de vez en cuando, dense cuenta que por muy necesarios que sean, también son sustituibles; sueñen y cumplan sueños, en vida, no para que sus hijos o nietos tengan un mejor andar, ustedes merecen disfrutar.

//Lo escribí para Toqueteros el 6 de Octubre de 2016.

Decadencia

Por
Estamos en tiempos en los que no puedes dejar pasar un día sin cuidar la alimentación porque el cuerpo te lo recrimina, tampoco quedarte sin...