Felicidades D, siempre he tenido en cuenta que tienes una historia en cuestión que te es difícil o imposible revelarme, y por eso terminas haciendo caminos cada vez más distantes y difusos de lo que pudiera estar ligeramente cercano a mí percepción. Afortunadamente tengo la fe en que algún día descubrirás que yo no he nacido para juzgar a nadie, mucho menos a ti, y que todo por lo que has tenido que divagar con tu mente no son más que meras erróneas interpretaciones que de tener un poquito de ganas de ponerte en mi perspectiva, terminarás por comprender.

La vida ha sido una perra conmigo, lo digo sin detalle de amargura; porque entre todos esos eventos desafortunados encadenados, ha habido situaciones que son memorables y siempre recordaré con amor en lo más profundo de mi corazón; como el día que conocí a alguien de hermoso semblante que difería en gustos del resto de los presentes en una reunión al igual que yo, y que a la par, no le parecí alguien desagradable.

Sin duda he aprendido de vivir a dejar ir a la gente; no solamente a aquellos quienes me han hecho daño, sino a los que se sienten incómodos o inconformes conmigo, por eso entiendo sinceramente tu decisión abrupta de alejarte de mi pista, de mi radar, de mi ubicación; aunque me desequilibró un poco la manera de hacerlo, probablemente yo estaba deseando otro tipo de tacto, no me queda más que aceptar las cosas del modo que son, pues la verdad no es ambigua.

Básicamente no he sido un buen amigo con aquellas personas que de dientes hacia afuera me han confesado su amistad, pues con la premisa de no estar buscando ser amistoso en estos momentos y en el entendido de que la sociedad se rige por capas y máscaras cuales requieren de mucho tiempo y determinación para demostrarse tal cual son, preferí adentrarme en los libros, y dejar delicados roces de mí a quienes de verdad me permitan sentir que les importo; llámense mis familiares o mis verdaderas amistades con quienes comparto el mutuo acuerdo del servicio para cuando sea necesario.

Definitivamente es motivo para mí de gozo pronunciar con hechos que escogí este día a propósito para probarme de nuevo a mí mismo; porque siempre elijo fechas que me parezcan significativas para transformar cualquier entorno de mi vida. Aprendí a agradecer en el proceso por los minutos que me regalaste de tu tiempo, las llamadas que una vez recibí de parte tuya me aligeraron a sobremanera el día, los consejos en su momento me motivaron y movieron a corroborar circunstancias de mi organismo que ignoraba por completo.

Pero como te he dicho en privado, lo reitero en público, no soy quién pueda estar dispuesto a ser dosificado en cuanto a sensaciones y emociones; pues lo que es que sea, y lo que no, que perezca. No hay razón para vivir en medio de expectativas ante probables circunstancias. Las puertas siempre están abiertas para quienes estiman de la misma manera que yo el compromiso. Y también los oídos y labios para quienes requieran ser escuchados o alegrados.

La vida vacía por la que a veces tendemos a transitar no es más que una falacia ilusoria, un conglomerado de desventuras tanto emocionales como psicológicas a las que seguimos alimentando al pensar negativamente en ellas; de ese modo, yo no tengo nada más que ofrecer que mis más sinceras congratulaciones a ti por ser una persona especial, por haber alcanzado lugares privilegiados en mis pensamientos y sobretodo por demostrarme siempre que aunque se puede estar peor, no hay pozo tan profundo del cual no se pueda salir.

Desde aquí te envío mi gratitud afectuosa y con viva voz te pido perdón a una, por cualquier detalle que pudiera habérseme escapado en la historia que tenías pensada escribir conmigo a la hora de deducir, pues me esforcé de más en empujar algo que estaba diseñado para caminar por inercia propia; pero ya lo han dicho muchos famosos antes y lo reitero desde mi posición actual: Los errores son para crecer. Así que inversamente proporcional a las veces que me he equivocado contigo son las veces que he obtenido crecimiento a cambio. Sin más por ahondar, que disfrutes tu día y que tengas muchos más llenos de bendición y dicha. Saludos.

Felicidades

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Felicidades D, siempre he tenido en cuenta que tienes una historia en cuestión que te es difícil o imposible revelarme, y por eso terminas h...
Había una vez un hombre, enamorado de la vida, que en base a los golpes y la consecución de defectos terminó solo, completamente solo. Estaba esperanzado en que algún día alguien le quisiera, y así pasó días, semanas, meses, años, hasta que se dio cuenta de que lo único que le hacía falta era esperar la muerte, pero ella tampoco se animaba a hacerle compañía todavía.

El tipo seguía muerto por dentro, ya había dicho adiós a las cosas que le gustaban, a las personas a las que un día llegó amar, dejó que siguieran adelante todos, apoyó a quienes pudo con los recursos que le quedaban, animó a todos los que estuvieron cerca, bendijo a más no poder y dio a entender que seguiría luchando por continuar; pero no, no lo hizo más, estaba hecho, estaba dicho, estaba olvidado.

Llegó el esperado día, y no, la bendita muerte no fue quien llegó por él primero, muchas enfermedades le vinieron encima, y lo que parecía una tranquila defunción resultó ser una transición a aquello de lo que se mantuvo alejado toda su vida, mientras pudo, la podredumbre, el horror, el dolor y la decadencia completa se apoderaron de él...

Y bueno, así termina esta historia y todas las demás, entre costras y padecimientos, peste y repugnancia, horrores y tristeza. Las imágenes de aquello que siempre creyó merecer pasaban por su mente; una mente que se había corrompido, pues estaba muerto en vida, un espíritu que se había alejado de todo placer, un corazón marchito pudriéndose lentamente en la basura.

Adiós, viejo yo que te has muerto. Adiós, nuevo yo que estás podrido.

Podrido

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Había una vez un hombre, enamorado de la vida, que en base a los golpes y la consecución de defectos terminó solo, completamente solo. Estab...
En un aproximado matutino, ¿alguien me reconforta? No, no es así, estoy tratando de contemplar la naturaleza de la grandeza en cuestión. Madre Santa.

Como sea, desde aquí falla constante, ente, presente sin embargo en cada uno de los aspectos conocidos, así más como los propiamente concebidos, humanidad que a mí me enseñas, me explicas lo bello de la historia, en mi mente hay más espacio invertido en ti que en todo lo que me dicen que debería ser priori.

Me doy por mejor no ser entendido, no hoy, y así suplicantes se quedan ajenos de mí quienes, en la lucha constante por saberse "mejores" en cierta forma a otros abruman con información y acercamientos innecesarios, nadie les habló, mejor que se mantengan en otro lado.

Ajenos

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En un aproximado matutino, ¿alguien me reconforta? No, no es así, estoy tratando de contemplar la naturaleza de la grandeza en cuestión. Mad...
Hay verdades que odias descubrir, y sin embargo ahí sigues. Te asustas, definitivamente, al ver un par de ojos sinceros enmarcados por una hermosa piel clara que te enloquecen, eres consciente de tu debilidad, de tu falta de fuerza, de tu obvio deseo.

Hay verdades que quisieras nunca confesar, pues las cosas como tal, socialmente son evaluadas siempre, y aunque no para ti, habrá quienes las consideren importantes, quienes te vean mal; pero incurres en la pasión, en el entendido de que no puedes controlarte más.

Si una mañana las promesas que has recibido en vida se volvieran verdad, el horizonte perfecto se estaría despejando, y lo amarías, cada instante en su presencia valdría más que todo el tiempo de espera que tuvo que pasar.

No sé si estoy jugando algo en lo que estoy predestinado a la derrota, quisiera saber por qué ese tipo de emociones me cautivan, entender cuándo es que mi corazón se engancha y no puede hacer más que soportar el haber sido robado.

No puedo verla como a una amiga, no tengo la capacidad intelectual, emocional o física para conseguirlo; la tentación es inminente, su poder suficiente, la experimentación de placeres intelectuales, la producción de químicos va más allá de mí, y aunque sé que es un contexto situacional, la anhelo aquí.

Su presencia me gusta, tanto como me gusta aceptar que es muy hermosa; miradas así desarman, su cabello me envuelve, sus piernas me invocan, ¿por qué tengo que pasar por esto? ¿Hay para mi situación pretexto? Me atrae que es un vórtice, me impresiona que es un huracán, me fascina cual vaso de agua al sediento.

Pero hay verdades que, por mucho que duelan, detestas enfrentar; y aunque a ti no te importe, ni a ella tampoco, causaría demasiado de qué hablar, obviamente tú estás dispuesto y abierto a vivir con eso, pues la delicia de encontrarte a su diestra no es equiparable a ese hecho, la dicha de saberla cerca es tremendamente mayor, ¿pero qué pensará ella?

Verdades

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Hay verdades que odias descubrir, y sin embargo ahí sigues. Te asustas, definitivamente, al ver un par de ojos sinceros enmarcados por una h...
Me he quedado un poquito atrasado con la publicación de artículos que tengo pendientes, ha sido por razones diversas, desde andar de aquí para allá viajando a visitar a mis padres, a que entre semana los tiempos a penas han dado de sí para permitirme empezar la mudanza, y todos los inconvenientes durante eso.

He de mencionar que estoy alegre por lo que parece ser un nuevo lugar de residencia, mi plan es mudarme el día de mañana; ya he llevado varios viajes y me quedan pocas cosas pendientes. Dejaré aquí muy pocos artículos pendientes, más loza de cocina que otra cosa, aunque también queda en trámite el traslado de la computadora de escritorio, el pequeño refrigerador, la bicicleta, unas cobijas y los dos cuadros que tengo en el cuarto.

No sé, se sigue sintiendo algo extraño el asunto de cambiarme de lugar; me gusta aquí, al menos me gustaba hasta que empecé a notar todas las dificultades que me presenta el lugar, desde los vecinos que no dejan de incomodar a el quedarme sin servicio de agua una o dos veces al mes, una ridiculez que eso ocurra.

Me iré a un punto más cercano a donde pasa el transporte del trabajo, así que ya no podré poner excusas para tomar diariamente Uber, que dicho sea de paso me cuesta una fortuna al final del mes, también, es muy probable que me presten lavadora, por lo que el servicio de lavandería sería otro más que elimino de mi lista de gastos. Qué decir del hecho de que al estar tan cerca de una de las plazas que más me gusta de Guadalajara, tendré tiempo y forma de irme al cine a cada rato, escribir los análisis correspondientes y leer mis los tan amados libros de mi colección, que al día de hoy suman ciento ochenta.

Además todo lo anterior espero se resuma en una cosa más importante que todas: Tiempo. Teniendo más tiempo disponible podré realizar muchas más actividades de toda índole en beneficio personal y de crecimiento interpersonal. Claro está que todo depende de mi deseo, convicción y determinación a la hora de hacer las cosas, porque no es lo mismo proponer que alcanzar resultados.

Como ésta, muchas notas se me han quedado guardadas en la mente debido a la falta de tiempo y sobretodo de herramientas en el momento de querer hacerlos partícipes de lo que han en mi mente; quizá no sea pronto, pero tarde o temprano tengo la certeza de que esas ideas locas que se me ocurren podrán ver la luz, y lo más maravilloso de todo es que, llegará el día en el que darán fruto.

Fruto

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Por recomendación y necesidad, he solicitado unos cuantos días de descanso durante el mes en curso; la primera temporada la pasaré en Colima, de visita con mis padres, relajándome un poco y sobre todo, quitándome de la cabeza las cosas negativas que me han venido intrigando.

Hay que aclarar algo importante, yo mismo he permitido que esas raíces crezcan en mi interior, dejándome débil y produciéndome malestares físicos, emocionales e intelectuales; digamos pues que es una confesión de lo poco que he hecho por mejorar mi vida estancándome en situaciones del pasado que como un virus, se alteran el organismo.

Pero bueno, después de la confesión, como siempre, viene el plan a sacar adelante, esperando nuevamente sea posible y funcional; al cambiarme de domicilio, lo primero que conseguiré será que el entorno distinto, de un hombre con necesidad de constante movimiento, me ayudará a sanar.

Junto al nuevo entorno, la cuestión logística más sencilla y la simplificación de uno que otro proceso en el diario vivir, llega la reincorporación al orden, pues para alguien como yo, el orden personal es lo más importante, y mientras eso esté fuera de mis manos, lo demás, lamentablemente me cuesta el doble de trabajo de mantener en buen curso.

En este momento solo espero a que me entreguen mi cama para mudarme, pero mientras tanto, y según Amazon, el librero que he comprado llegará mañana, así que lo primero que llevaré a mi nuevo domicilio será mi pequeña colección.

Unos días más adelante, a finales de mes, me iré de paseo a un lugar tranquilo a liberarme de cualquier tensión que pudiera quedarme encima; para lo que ya he hecho verbalmente la reservación en el hotel que me han recomendado; eso sí, lo más probable es que hasta mañana haga el pago.

Eso ha sido la semana; no he leído, no he ido al cine después de la segunda vez que asistí a ver Spider-man, he visto la primera temporada de Mr. Robot (que por cierto, está escalando a una de mis series favoritas al momento, tanto por la temática nerd como por los problemas sociales que involucra); me he estado atrasando con mis notas, con mis textos, con mis blogs, básicamente estoy en un punto de inflexión en este momento, solo expectante a dar el siguiente paso. Ah sí, una cosa más, uno de mis clientes no me ha pagado desde hace más de tres meses y eso me hace sentir más incómodo de lo que debería, pues una parte de mí cree que dejaremos de trabajar juntos y no me pagará, espero estar en un error.

Reservación

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Por recomendación y necesidad, he solicitado unos cuantos días de descanso durante el mes en curso; la primera temporada la pasaré en Colima...
No sé ustedes, pero yo tengo un constante pleito con los navegadores, los proveedores de servicios de Internet y las páginas web; todo debido a lo fastidioso que me resulta que acumulen información mía y a la par, creando montones de datos basura en sus servidores, pero como "basura" que me pareciera, obviamente es fácil definir un completo perfil de mi persona, la sombría manera en la que me desenvuelvo y demás.

Afortunadamente mi mente está puesta en el lugar ideal, ni muy cargada de estupidez, ni muy sobria; suficientemente apta para considerarme a mí mismo valioso, pero no tanto como para sentir que merezco ser alabado por mi sola existencia. Todas esas cosas, que en conjunto fortalecen el equilibrio espiritual, intelectual y físico me hacen agradecer la manera en la que, si en algún punto yo me pongo a ver la ventana a mi pasado que he descrito a detalle entre entradas en blogs y publicaciones en demás sitios, quedándome halagado y feliz durante el proceso.

Errores hay, por demás está confesárlos; y claro que me lleno de negatividad de vez en cuando, pues humano soy; pero sería exagerar si afirmamos que solo a mí me sucede eso, pues vivimos en un mundo en común, padecemos la mayoría de nosotros circunstancias similares, y en diversos puntos de nuestras vidas tenemos que aceptar responsabilidades, tomar decisiones y vivir con ello.

¿Y por qué mi pleito del que hablaba hace un momento? Bien, he decidido instalar otro navegador debido a que el que trae por defecto el sistema operativo no me satisface; y causaría conflictos internos en Chrome si lo pongo a hacer ambas cosas al mismo tiempo, sería como reetiquetar, y eso resulta disfuncional. Google, si leen esto, ¿hay algún modo de dejar corriendo su navegador en segunda instancia sin necesidad de entrar al modo privado y evidentemente simultáneo?

Actualización: Ya busqué mi pregunta, y vi que sí hay modo, así que retiro lo dicho, déjenme ver cómo le hago para que se vuelva funcional en mi equipo; porque hay un pequeño bug entre el cambio de ventanas en MacOS Sierra que cuando ejecutas Mission Control, teniendo desplegadas al máximo disponible las mismas (sin estar en pantalla completa) y al mismo tiempo oculta la barra de menú, al hacer switch entre ellas la que queda al frente reduce su altura (dejando el espacio que ocuparía el menú); y aunque no lo crean, esa nimiedad me es incómoda, me disgusta.

Navegador

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No sé ustedes, pero yo tengo un constante pleito con los navegadores, los proveedores de servicios de Internet y las páginas web; todo debid...