Leona,
Hola, antes de comenzar solicito por favor leas esto de principio a fin en una sola sesión teniendo presente que todos cometemos errores y como buena devoradora de libros que yo sé que eres lo hagas en plena comodidad; así como yo estoy por escribirlo en un tiempo determinado para ti.
Presente:
Mi nombre completo es Carlos Alfredo Galindo Grageda, tengo 28 años, nací el 28 de enero de 1987 en Colima, Colima. Pero todo eso creo que ya te lo he dicho antes, e incluso hace unos momentos cuando pensaba cómo iniciar éste texto, meditaba en la idea de redactar la mejor carta que he escrito en mi vida, en la que me fuera posible volcar mi completa personalidad, sin máscaras, sin miedo al rechazo, sin falsas intenciones, sin provocaciones; la más pura descripicón de lo que pienso, lo que soy, cómo es que existo, todo cuanto deseo y por lo que he pasado en la vida. Aquí vamos...
Introspección:
Si Dios me ha dotado con un talento intelectual creo fervilmente que ha sido con el don de la introspección, pues soy alguien que puede pasar horas analizándose a sí mismo con el firme propósito de cambiar algo en su propia persona. Mientras andaba por la ciudad acompañado de mí mismo y pensando en lo que he vivido, no solo recientemente, sino desde que tengo memoria en cuanto a relaciones humanas, he llegado a varias conclusiones, pero unas de las cuales, esas que te involucran a ti y vienen desde el tiempo en el que nos conocimos hasta ahora, quiero compartirlas.
Juicio:
En primer lugar, quiero que sepas que no planeo escatimar en hablar sin un solo engaño; puesto que por más que lo he dicho con anterioridad, hoy he descubierto que no he sido fiel a mi palabra sincera, por lo que, regresando unos años atrás en mi vida, quiero ubicarte en mi personalidad.
Soy alguien que siempre me he sentido suficientemente apto para conquistar el corazón que quiero, he recibido la bendición de ser aceptado por mujeres maravillosas y de personalidades impresionantes hasta ahora, mujeres tanto física, como intelectual y espiritualmente hermosas, a las que por lo general, por mi propio cerebro pecaminoso, he terminado orillando a juicios por cuestiones innecesarias, en mi propia e imaginativa mente e inventado universos en los que no son buenas conmigo y las he hecho sentir mal consigo mismas, cuando, realmente ninguna de ellas lo merecía. Te confieso que no había podido deducir y mucho menos reconocer éste mal que viene de mí y por el que siempre levantaba juicio sobre otras personas. Quisiera decir que he hecho todo lo que está en mi mano por cambiarlo, o siquiera que me esforzado por evitar hacerlo, pero realmente no había hecho consciencia de lo malo que es el que no fuera suficientemente inteligente para controlar mis emocionales reacciones ante la ignorancia de las circunstancias.
Miedo:
Y bueno, aquí entramos a un segundo punto débil que trato de ocultar todo el tiempo: Me aterra estar solo, me da mucho miedo responsabilizarme y definitivamente tomar decisiones es algo que me cuesta un trabajo inmenso porque soy de los que se horrorizan al pensar posibles malos resultados ante el camino que he elegido. Ahora comprendo que a todos y cada uno de los seres humanos nos afecta el tener que tomar un camino, y siendo honesto, la mayoría de mis decisiones han sido a partir de sí mismas, las he dejado ocurrir y he tenido la buena fortuna hasta hoy de seguir con vida y poseer una identidad más o menos completamente formada; pero entiendo que no a todos nos va igual, y sé perfectamente lo importante que es la seguridad para alguien como tú, que todo el tiempo tiene que optar por lo que más le convenga evitando construir castillos en el aire sin fundamentos bien estructurados y requiriendo sucesos reales que te brinden la confianza que necesitas para avanzar.
Pasado:
Quiero ahondar en mi pasado un poco más. La clase de mujeres que me gustan es del tipo difícil de conseguir, las damas que son íntegras, de buen corazón, bellas, cultas, personas a las que les agrada leer y aprender, personas muy inteligentes, capaces, mujeres líderes básicamente. Todas y cada una de las damas que me han hecho compañía parcial o ínfimamente han tenido ese perfil en general; quiero que sepas que es la primera vez que me atrevo a analizarme completamente antes de elaborar una reprensión o arranque de desprecio, pienso que tiene que ver con que poco a poco estoy madurando.
Felina:
He hablado de mí, pero qué hay de ti mi querida felina de fuertes dotes y capacidades de mando, como una poderosa fiera amo tu capacidad para abordar el mundo y vencer al rival que sea con tal de proveer a tu casa, amo el potencial con el que te desenvuelves y muestras tus capacidades sabiendo lo buena que eres, amo que seas una mujer sentimental llena de talento y temperamento definido, y ahí es otro punto en el que admito haber fallado hasta ahora; como agua que soy, en lugar de ser el lago que te permite existir libremente y envuelve tranquilamente haciéndote sentir confiada con mi presencia y acrecentando tu potencial; me llegué a convertir en una tormenta de esas ruidosas y entrometidas que repercuten en la paz y felicidad de la vida haciendo que como ser vivo, sintieras tu entorno alterado.
Acción:
Entonces, después de mucho andar y pensar en que he cometido males en mi pasado, al tanto de que no puedo simplemente dejar pasar aquello en lo que he afectado a otros, solo quiero que sepas, que del mismo modo que físicamente estoy determinado a continuar mejorando mi cuerpo; mental, espiritual y relacionalmente hablando estoy determinado a dejar atrás aquello que afecta a otros, aquello que les hiere y les hace mal; quiero que mi persona sea alguien con quien gente valiosa como tú desee estar todo el tiempo, sin obligarte a hacerlo, sin engañarte o tratar de venderte algo que no soy. Quiero que sepas que estoy realmente arrepentido por cualquier cosa que haya hecho en el pasado que te obligara a desconfiar o alejarte de mí, lo digo con mi corazón tranquilo y aceptando mi imperfección; ahora comprendo que estabas muy interesada en mí (realmente no lo había captado así), y te pido que dejes tu voluntad y corazón abiertos a conocernos más. No ruego que cambies a mi modo de pensar o de ser, he aprendido la lección y comprendido perfectamente quién eres y por qué eres así. Eres alguien que merece todo mi respeto y admiración, pero más allá de eso, mereces ser amada y tienes mucho amor para dar.
Futuro:
Antes de que pongas el grito en el cielo y cierres ésta ventana en el navegador, te pido que te relajes, que pienses lo que te he dicho como si te lo hubiera podido confesar todo en persona. No te estoy solicitando que dejes tu estilo de vida, o que me adaptes a tu hábitat, solo me interesa que nos adentremos más uno en el otro para comprendernos a partir de puntos de vista más específicos; te pido que hablemos, que compartamos información que nos permita aclarar las dudas que haya en medio. Te solicito que seamos amables, que seamos bondadosos, que seamos honestos mutuamente, que nos apoyemos y que nos fijemos objetivos reales, como por ejemplo, volver a hablarnos confiadamente.
Pecado:
Y sí, si un único pecado pude identificar en ti es el siguiente, eres una mujer olvidadiza, pero como tal, con solo eso no merecías que yo en mi mente escribiera malas opiniones acerca de ti; puesto que desde que te conozco me lo habías advertido y yo lo pasé por algo demasiado importante.
De mi parte, mis pecados son muchos, tan es así que no sé siquiera si estés dispuesta a creer lo que he dicho en todo el texto; pues mencioné que me puse como nena solo un día, siendo que hacía ya tiempo que me había encaprichado por no verte a "mis anchas", consciente de lo difícil que resultaba para ti por tiempos y necesidades alternas y que hacías lo que estaba en tus manos por conseguirlo. Eso cuenta como mentira, mentira garrafal que espero seas capaz de perdonarme.
También, el hecho de crear historias que te involucraran conmigo en la mente sin siquiera conocernos plenamente; eso es algo digno de alguien que no te merece, me parece que se llama lujuria.
Por mencionar otro, me he enojado sin que lo merezcas más de una vez (siendo que soy alguien que confiesa no enojarse), cayendo en el mal de la ira también.
Hablando de la tristeza, como otro pecado capital, pues he cometido más de una vez el descaro de sobajarme y automutilar mi espíritu ganador con el único afán de conseguir atención; lo sé, es de pésimo gusto.
Finalmente he pecado de soberbia bastantes veces, al no aceptar el hecho de que pienses y actúes fiel y cabal dentro de tus propias convicciones y hacerme ideas tontas en torno a lo que yo creo que por tu atractivo físico debería suceder.
Con todo ésto, si me preguntaras qué me hace distinto a cualquier hombre que has conocido, qué me da derecho de buscarte por encima de ellos o qué me permite intentar siquiera rozar tu bondad para conseguir que vuelvas tu rostro en mi dirección otra vez, realmente tengo una respuesta fría y verdadera: Nada. He sido exactamente como cualquier hombre habría sido contigo (e incluso peor que muchos).
Misericordia:
Es por eso que recurro a tu misericordia. Dicen que hacer misericordia es no dar el castigo merecido a alguien después de haber cometido un crimen. Bien, yo he cometido muchos crímenes contra nuestro principio de relación, estoy plenamente seguro de que no merezco un cambio de opinión de tu parte, incluso de que no soy digno de volver a verte en mi vida. Solo te pido que busques en lo más recóndito de tu ser cualquier vestigio que pueda mantenerme con vida (sabiendo a lo que me refiero con la frase), porque sé también que las felinas son un universo de amor aunque parecen la fiera más dura que existe. Es cierto lo que dices, el proceso de enamoramiento es tan hermoso como el de desenamoramiento, pero creo que nos viene mucho mejor el primero que el segundo, sin embargo te cambio mi vida por que me dejes ser alguien nuevo y verdaderamente significativo para ti, sin presiones ni súplicas, simplemente alguien que merezca nuevamente tu confianza.
Agradecimiento:
Sin más y con mucho más que decir al mismo tiempo, espero no haberte hartado. Espero que la chispa de emoción encendida en mi corazón por ti sea recíprocamente recibida por el tuyo. En cualquier caso, como siempre sabes, soy un fiel hombre siempre dispuesto a servir. Ah, y respecto a un par de temas que quería comentar, realmente no me toca competir contra nadie, siempre habrá personas dispuestas a todo por ti, pero yo prefiero verte logrando tus metas y verme tirándote porras mientras eso pasa. Por que lo bueno de una persona es ser capaz, pero lo mejor es que explote sus capacidades.
Negocios:
Más allá del cuadro minimalista (que creo que sí me hiciste pero no me has entregado) está el hecho de darte la idea para el cuadro que verdaderamente quería desde el principio que me hicieras y al que siempre, de manera indirecta te hice alusión pero nunca te hube confesado con palabras claras. Sea la decisión que sea que tomes, si quieres o no hacerlo para mí, me interesa un cuadro, lee con mucha atención por favor: En el que todo el fondo sea blanco, y en un rojo maravilloso se encuentren al centro unos labios inmensos y hermosos dibujados (exactamente, los tuyos); te lo pagaré en dos exibiciones, la primera te daré mil pesos para que lo inicies (que puedo entregarte o depositarte el día que quieras), la segunda de dos mil, que te entregaré cuando lo hayas terminado.
Espero te animes puesto que es lo que más deseo por ahora.
Despedida:
Sin más por el momento me despido. Te podría suplicar que me vuelvas a hablar, que me vuelvas a ver, que me dejes acompañarte a la esquina, pero lo cierto es que en tu persona se encuentra alguien con un potencial inmenso que no pienso limitar. No lo desaproveches por nada del mundo; si consigo tu misericordia qué gusto, si no, entiendo perfectamente.
Escribí esto en un momento de mi vida en el que me he visto envuelto en cambios a los que he venido culpando de mis malas actitudes; actitudes que he decidido dejar para pasar a ser un mejor ser humano; por cierto, me siento extremadamente feliz liberando con honestidad todo mi ser hacia ti. Te bendigo y sabes que hasta hoy has sido una de las más maravillosas bendiciones para mi vida, disculpa cualquier error ortográfico del texto pues está hecho al vuelo.
Gracias por absolutamente toda tú, querida Leona de mi corazón.