Hoy amanecí de un pésimo mood; olvidando cosas, cometiendo errores, durmiendo a duras penas y teniendo pensamientos negativos respecto a mí mismo. Lo confieso, no ha sido la mejor mañana que se me ha presentado últimamente, espero no seguir siendo víctima o victimario de mi entorno que tanto estimo.
Cuando me siento así, procuro ser más cauteloso que de costumbre ante todo lo que se presente, porque sé que estoy propenso a equivocarme y no quiero posteriormente arrepentirme de algo sucedido en éste estado.
Todas las personas tenemos un poco de locos, todos tenemos un poco de amargados o vanidosos; mi estado de ánimo actual noto que psicológicamente viene como acarreado de algo más, llámese falta de aceptación, decrecimiento de amor propio, miedo a las circunstancias del entorno, presiones, o la simple ausencia de una noche completa de sueño recargador de energías.
Me he dormido tarde en contra de mi voluntad durante la semana simplemente porque mi cuerpo no lo logra, me he saltado un par de días de mis lecturas habituales por despertar a las carreras para irme a trabajar, el cambio de temperatura en el ambiente ha hecho lo suyo también, en el trabajo me siento un poco fastidiado por no hacer las cosas al cien por ciento, un proyecto que estaba por terminar se vio frustado por el equipo que uso para desarrollarlo y tendré que aprovechar el sábado para en un café terminarlo, todas y cada una de las personas que he notado que me atraen aparentemente no me hacen en su mismo plano existencial, he tenido complicaciones económicas; en fin, ha sido una semana para dejar pasar.
Lo peor de todo es que me he visto a mí mismo con una cara más cínica que de costumbre al espejo y me he revelado insultos mentales como hace tiempo no hacía. Habrá quienes piensen que tener inteligencia es una gran virtud, a veces, es un fiasco, y no lo digo porque me sienta inteligente, sino porque le doy mucho valor al pensar, y el pensar tanto, bueno, puede ser agotador cuando lo haces para ti mismo.
Físicamente, estoy en un proceso que por lo lento me abruma; mentalmente, frente a un reto de magnitudes enormes; laboralmente, trabajo en un sitio en el que el electrónico es el rey y el programador plebeyo.
¿Pueden un par de hermosos ojos aparecer a mí y decirme: "Descuida, todo va a estar bien." No sé, tengo ganas de amar. Lo siento, pero éste sitio no puede ser una imagen de mí si solamente expongo mis mejores momentos en él. Buen día para quien sea que me lea.
Hoy quiero contarles un poco del entorno general que se presentó en charlas con una amiga como respuesta a una publicación en mi muro; sinceramente todo vino como consecuencia de un algoritmo matemático excelente que se me ocurrió hace años del que muy buenas mejoras tecnológicas podrían salir, el cual hoy refrescó y evolucionó en mi mente debido a los nuevos conocimientos que he adquirido en cuanto a tecnología.
Ella me pidió que le ayudara a idear un negocio, mi consejo fue: "Deja de perder el tiempo en redes sociales y juegos en línea, un rato, un día si quieres, úsalo para ver qué sabes y qué eres capaz de vender porque solo alguien como tú lo conoce perfectamente y sal a hacerlo. ¿Por qué digo vender? Porque si no te gustan las ventas no tienes espíritu de emprendimiento y será mejor que sigas disfrutando de la comodidad de un trabajo con sueldo estable." Invertimos mucho de nuestro tiempo actual observando lo que otros hacen, desaprovechando nuestra capacidad de producción en el proceso.
"Esperar, planear y ver posibles fallos" es importante antes de iniciar un proyecto, a veces nos avorazamos queriendo conjugar un montón de ideas intentando demostrar que nuestro plan es mejor que todo lo que actualmente existe en el mercado, y terminamos generando y promoviendo un producto lleno de parches de última hora. El asunto más importante es sentarse a pensar la idea completa y su evolución conforme a tiempo y circunstancias.
"Es necesario perder el miedo al fracaso ya que siempre deja enseñanza", empezar por creer en ti mismo y cuando sientas que tienes algo que va a cambiar el mundo de lo maravillosa que es recuerda "considerar la privacidad mucho. No confíes a nadie todavía nada, porque pueden echar a perder cualquier principio de idea que se esté generando."
Cada cerebro es un universo pensante, independiente y distinto del otro, después de armar completamente el rompecabezas en la mente, es hora de observar posibles prospectos; es necesario rodearse de los más aptos. Háblales por encima del contexto, un poco de todo, nota su entusiasmo, lee su cuerpo, si ves que la plática puede resultar enriquecedora para tu negocio sigue ahí extrayendo un más, complementa lo que tienes con lo que logres conseguir de otros.
Sigue manteniendo la idea en tu poder, evalúa tus relaciones con los posibles asociados o bien ayudantes; ve uno por uno, hasta que estés convencido de que son aptos para conocer la propuesta, si conforme ahondas en la charla notas un lenguaje corporal de rechazo, falta de integración o desinterés sigue buscando, habrá alguien que pueda brindarte la asociación y sinergia que requieres, tal vez sea cosa de rechazar a una o dos personas antes, lo más importante es que no quites el dedo de renglón.
Sé realista conforme a tus metas, pero aprende a no temer a tus sueños, pues de ahí pueden surgir cosas excelentes a futuro. Aunque deberás comprender que a lo largo de la historia han existido muchas personas con logros extraordinarios no reconocidos hasta, incluso años después de que ellos dejaron de existir (uno de esos ejemplos podría ser George Boole), si estás de acuerdo con probablemente no ser nunca un "popular exitoso", dale, estás curado de espantos y conviene que sigas en lo que te propones.
Leer se ha convertido en una actividad recurrente de mi cotidianidad, procuro todos los días, desde ya hace un par de años, llevar la constancia en al menos dos lecturas, una de las cuales varía desde novelas simples, libros de psicología, cultura, entre otros. Hoy he terminado un libro más y tengo en mi poder algunos de los que serán parte de la bibliografía que he de llevar en el curso previo a la maestría.
Los temas que se mencionan son muy complicados, de hecho muy poco de ellos recuerdo haber visto durante mi estadía en la Universidad, no tengo por qué quejarme, al ser temas centrados en matemáticas los más difíciles, maquilábamos lo posible porque al profesor le costara trabajo instruirnos en los mismos.
Hoy solo espero poder adquirir el conocimiento y la capacidad necesarios para lograr ingresar a la maestría, lo digo sinceramente, aunque desde el hecho de haber concluido mis estudios lo es, recuerdo perfectamente mencionar que si eso iba a ser para mí, las puertas se iban a abrir por sí solas empezando por el mejoramiento de mis malas calificaciones de aquel entonces.
No pierdo la ruta de mi deseo, sin embargo entiendo que hay cosas que no se dan y punto, como dije, no estoy tirando la toalla antes de tiempo, voy a hacer lo que esté de mí por estudiar la maestría, y de lograrlo, como me lo propuse desde hace ya unos diez o doce años, estudiar (al menos) un doctorado.
No me considero ambicioso del conocimiento, tampoco (y quienes me conozcan pueden confirmarlo) del dinero, mucho menos de lo que un título pueda darme de renombre; lo que ambiciono es mantener mi vida activa en medio de constantes retos sin rendirme, con el firme propósito de que si el día de hoy tengo que abandonar esta vida, estaré haciendo algo cuando suceda.
Es importante para mí no estancarme, me ha sucedido varias veces en diversas circunstancias y creo que son los procesos de peor oscuridad que me han abordado. No miento cuando digo que ha sido un verdadero martirio levantarme y sacudirme toda la mugre para comenzar de nuevo.
Proyectos e ideas como éste sitio, o algunos que tengo bien guardados en mi mente requieren de mucha inversión de trabajo y tiempo; como hace poco mencioné, no creo que me alcance la vida para ver nacer todas las cosas que he ideado, pero prefiero hacer un poco de todo eso a nunca intentar nada.
¿Tengo dudas sobres qué escribir hoy? Sí, honestamente sí, porque de ayer a hoy han sucedido algunos cambios que considero todavía prematuros de ser revelados. Aunque cambios o no, tan radicales como aparenten, lo cierto es que involucran una manera más benéfica de crecer como ser humano.
Y ya, no escribiré más por ahora. Veremos si mañana amanezco con más ganas de hacerlo.
Me interesa desarrollar capacidades y conocimientos en línea que me permitan crecer en el ámbito profesional, sin embargo, por pequeño que sea el ítem a agregar en mi currículum, tengo que invertir desde dinero, hasta tiempo y dedicación para conseguirlo. No me molesta estudiar, me molesta no tener siempre la capacidad económica disponible para hacer factible ese hecho.
Quisiera que me aceptaran en la maestría pues tendría tiempo para prepararme más profesionalmente y ahondar en información que probablemente hube pasado de largo cuando estudié la carrera; no quiero que se entienda que no me siento agradecido con lo que estudié, por el contrario, ha sido una de las mejores decisiones de mi vida seguir estudiando, pero como en todo, no me gusta decir: Hasta aquí, prefiero y siempre preferiré continuar aprendiendo.
También me gustaría proponer una meta próxima al momento de redactar éste texto, pero creo que no hay nada seguro ni claro para mí en meses subsecuentes al que me encuentro, considero que si bien he sido parte de proyectos interesantes, no he podido acabar de explotar un aspecto potencial que tengo reservado para cuando inicie la ebullición de mi intelecto.
No me gusta considerarme mejor que nadie, estoy seguro de que habrá alguien que no sea mejor que yo, aunque prefiero verme siempre con un perfil decente, ni mucho ni poco, que lo que veas sea lo que obtengas de mí para evitar confusiones.
Ando actualizando mis datos en sitios de freelance, eso es casi trabajo para pobres, y en parte así me considero, porque no me siento pleno y seguro desempeñando un papel específico al momento. No tengo broncas con ser empleado, tampoco con ser autoempleado, creo que una manera de salir adelante es no temiendo al fracaso, y vaya que me he curado de espantos en ese sentido hasta el día de hoy.
Todo plan de negocios requiere inversión, y por maravillosos que sean los que tengo en mente, no pueden ver la luz a menos que la haya llamándose propia o ajena. Todavía recuerdo cómo hace algunos años, al recibir inversión supuesta ajena por una cantidad y concreta otra, un proyecto mío vio una triste caída libre y varias decenas de miles de pesos fueron prácticamente enviadas a la basura. Gran parte del error fue mío, debido a mi falta de experiencia para tomar las riendas sobre el curso y destino de los recursos.
Hoy no sucedería de ese modo, pero desconfío mucho más que antes incluso de quienes llegaran y me dijeran que son capaces de invertir en una idea mía. Por eso precisamente, porque tengo que invertir de mi bolsa cantidades que, honestamente no poseo, es por lo que salir del agujero ha sido un proceso lento, doloroso y complicado.
Escuchar es un arte que requiere de una inversión enorme de ideas, conceptos, tiempo y aceptación mientras ocurre. A menudo es fácil darse cuenta de cuando estamos o no siendo escuchados y cuando estamos o no comprendiendo lo que la otra persona nos dice en medio de una conversación.
Me gusta hablar, me gusta opinar y expresar la información que conozco y quisiera que más personas fueran capaces de comprenderla como lo hago yo; sin embargo, me gusta escuchar también, ponerme en la situación del emisor de la información que juega el papel de receptor cuando es mi turno de expresarme, me gusta entenderle, vivir durante un instante su vida y tratar de captar todo lo que le rodea y motiva a pronunciar ese mensaje.
No quiero considerarme juez ante nadie, no quiero considerarme alguien pretencioso, las ideas que expongo generalmente van acompañadas de un trasfondo cultural, vocacional, laboral, intelectual y formacional que llevo a cuestas, no es por nada que siempre he creído complicado el hecho de que una persona súbitamente crea abandonar algo que desde sus inicios ha cargado consigo cual amuleto de la suerte.
Pero puede haber radicales, tampoco desmiento su existencia, puede haber personas que con convicción hagan cambios significativos de un momento a otro y por sí solas. Aunque lo dudo, siempre he considerado que el que alguien se sienta autosuficiente es una muestra de debilidad y predisposición intelectual, un bloqueo mental ante la posibilidad de crecer sintiendo apoyo externo. Ahora, decir eso es meramente opinar, puesto que es como he experimentado mi vida por lo que lo considero de ese modo.
Sinceramente, siempre que me he sentido derrotado, triste, dolido, sin ganas de nada, un "suicida de closet" —como todos en algún momento—; he recurrido a refugiarme y acurrucarme en quienes me hacen ver la realidad de todo, a revincularme nuevamente con el entorno, a observarme al espejo y recordar aquellas cosas por las que es importante seguir adelante.
Por eso quiero estar siempre disponible como un oído de amigo, uno que tratará de no levantar juicios, uno que buscará que mi amistad se sienta mejor consigo; no dando por su lado, sino poniendo como ejemplo mi experiencia de vida. Amo a mis amigos con todas mis fuerzas y siempre intentaré ser un buen amigo para ellos.
Cuando nos toca, nos toca, cuando no, por mucho que tratemos de mover montañas, nada más no. Seamos sinceros, después de analizar un poco las cosas que he experimentado a lo largo de mi formación caigo en cuenta de que todos esos beneficios intelectuales en general obtenidos con base a sucesos pasados, difícilmente puedo hacer a otros comprenderlos y sentirlos tan fuertes y significativos como me ocurre a mí.
Si nos damos una idea, tratar de hacerme entender de ciencias que desconozco, por mil y una vez que escuche los térmnos necesarios para comprenderlas, podría ser una estrpitosa pérdida de tiempo que no termine produciendo nada.
Por eso mismo decía Einstein que "si juzgamos a un pez por su habilidad para trepar árboles, éste viviría toda su vida pensándose inútil".
Es bueno entender, desde mi perspectiva, que lo importante es, llámese explorar, o adentrarse en el mundo desconocido para localizar aquellas cosas en las que somos mejores y aprender a utilizarlas a nuestro favor, sin embargo, siempre hay quienes que buscan durante toda su vida y jamás salen del concepto pobre que tienen de sí mismos, y no por eso no tuvieron un fin específico, a todo se le puede encontrar un por qué; al completo inepto, por ejemplo, se le puede ver como alguien que definitivamente no es opción valorada socialmente para seguir, pero saber o ignorar su existencia no los ni nos hace mejores o peores.
El procurar entender a otros debería ser un elemento preintegrado en todos, pero no es así, porque de todo hay; aunque en mi punto de vista, el sacar provecho de lo que otros han hecho o dejado de hacer como instrucción previa para las siguientes tomas de decisión que se me presenten me ha funcionado de buena forma, al menos eso creo.
Entonces la paradoja formacional en la que presento el escenario actual es la siguiente: Hacer te puede llevar a padecer consecuencias, pero no hacer te puede llevar a padecer consecuencias también; y la estática del mismo modo.
Siendo entonces la solución a la vida el hecho de no haber una específica solución humana para cada uno; creer en la existencia de un ser superior y que todo esté previamente unido por lazos predefinidos desde el principio de los tiempos supone un modo de liberar tensión ante las dificultades del presente y venideras, además de un método efectivo de descentralizar nuestro universo de nuestro propio yo.