Tu mente quiere a la mía. Intentas desprender un poco de ti cada que me buscas, cada que me inspiras, y lo logras, con la reciprocidad a cambio de lo poco o casi nada que puedas conseguir de mí; quizá te engañes lentamente haciéndote creer lo soberana genio que eres, pero te engañas, no porque dude de tu alto nivel intelectual, sino porque tu carácter de niña te ha hecho víctima de la formación social en la nación machista que vives; y no sabes cómo experimentarlo, te cuesta mucho avanzar porque reaccionas más según emociones que con lógica pura, y se vale, pues eres una dama.
Si solamente lo pronunciaras, si solamente lo pidieras antes cambiarías un pecado por un placer para mí, somos perceptibles, somos sensitivos, somos sonoros. Dilo, quiero hacer esto, quiero hacer lo otro, voy a por esto, voy por aquello. No hay petición que acompañada de un dulce beso no sea permitida, no sea aceptada, no sea consentida.
Es un decir, yo tengo todo cuanto he podido adquirir en la vida. Y sí, lo digo con tremendo gusto, no idealizando ni soñando aventuras ajenas a mí; quiero que se sepa lo feliz que estoy ahora, ahora mismo, en medio de las tranquilas noches, aunque vivo mañana, hoy reluciendo. Si se tratara de contemplar la calma o plena dicha ajena este texto no tendría razón de ser, pero es mío, trata de mi alto gusto por el placer de ser atendido, por ser escuchado y por ser leído, con ganas de causar estragos con mi estática, sí que la tengo.
Amo ser yo, tan simple como cada partícula de tierra entre mis uñas, tan excéntrico como un par de números grabados en mi mente a cada cosa que hago. La intensión de ser yo, quizá alguien la tenga, y no me importa, ni me va; me maravillo hoy más que antes de mi situación, y no es que no haya vivido los peores días, sé que faltan, pero sé cómo liberarme de muchos de esos. Con el cerebro el ser humano, si está bien cultivado, puede hacer maravillas, puede edificar una vida de dicha tras dicha sin olvidarse de los otros, de los débiles, de aquellos que lo acompañaron abajo y cuando está arriba algunos descarados hipócritas suelen evadir. Pero de ahí soy, de ahí vengo, y solo Dios sabe hasta dónde llegaré.
Hay que hablar de la mujer hermosa porque sin el contenido que en esta nota la recuerde estaría volviéndome un vano ser egocéntrico como no soy, y no quiero seguir siendo.
Amo su risa.
Es todo cuanto quiero decir de ella en este pedazo de texto, sin menguar lo que me hace sentir, sin ocultar nada, quiero dejar un párrafo entero para declararlo como lo he hecho ya.
Soy un tipo afortunado, pues he intentado muchas veces. De bruces contra obstáculos he estado a punto de caer, y siempre encuentro una motivación para volver a moverme, ése es el punto, mo-ti-va-ción. Cuatro sílabas con mucho significado, porque todo está dentro de uno, en la propia mente del individuo y todo el poder que oculta. Mi mente es poderosa, me ha hecho reaccionar bajo una tormenta impetuosa de deudas catastróficas que a cualquiera matarían lentamente, yo reaccioné, soy alterno a lo común, actúo distinto, llego más lejos, con miedos y valores, conocedor de mis defectos más que de mis virtudes, y el deseo a crecer siempre en mi piel me ha puesto en el camino correcto, donde sé que debo de estar, donde el creador me puso.
Hablando de Él, muchos ignorantes, hipócritas, envidiosos y religiosos creerán que no es tan fuerte en mí su presencia, unos porque no soy tan farsante como ellos, otros porque dudan de su existencia en mi ser, pero aquí está, y les ama tanto como a mí me ama, solo que son egoístas y no quieren compartirlo, yo lo hago, lo expreso y lo confirmo, ¿quieren ver cambios? Cambien primero.
La gente ansía, quieren las cosas rápido, la primera me mostró cómo son las consecuencias de ser impaciente, la segunda con gallardía y devoción me está demostrando lentamente cómo son de preciosas las recompensas de usar con inteligencia el recurso. Y lo digo porque es mi gozo, lo he aplicado en todo menos en el área que no me concierne solamente a mí.
Quiero escribir tanto para mí como para ella, pero más para mí acerca de lo que ella me hace sentir. Y no la responsabilizo, sé que es mi mente engañosa la que aprovecha cada oportunidad para sentirse dichosa, no me importa tanto honestamente, si esto es sentir que miente, que lo haga más seguido. Tenía miedo a encontrarme en el olvido, a quedarme en soledad, y a cada cinco o seis historias contadas volvía al mismo tema, al temor.
El temor como el orgullo, la vanidad y la mediocridad son decisiones mentales, son posturas cerebrales, ¿y dónde está lo bueno? En que el amor, la benignidad y la esperanza también lo son. El caminar haciendo el bien por la vida, acordándose de los demás, de uno mismo, pero sobre todo del por qué se camina es importante para cualquier individuo, incluso para aquellos mentirosos que digan no creer en nada.
Soy una gloria en vida, un elemento mágico, un personaje místico, soy un ego enorme y un ecuánime héroe, soy el más grande tesoro para algunas personas, como lo soy para mí, lo soy para mi alma, lo valgo del mismo modo, porque quiero, porque lo he decidido, porque tengo estática, porque yo trazo mi propio andar.
¿Y por qué no lo eres tú? Porque no quieres, porque no te mueves, porque no tienes mo-ti-va-ción, porque te enfrascas en ideas falsas de ti, te haces mediocre y pobre, te haces tonto e inútil. ¿Crees que lo eres? Anda, sigue contemplándote de ese modo, sin cambios, sin mejoras, sin aprendizajes; permanecerás intacto y sin transformar esa vista perdida y de poco interés que tienes, el mundo te va a comer.
Ya estoy harto de intentar motivar gente sin cerebro, personas llenas de autocompasividad, y sí, con eso me refiero a mí mismo, ya estoy harto de no sonreír, de no aventurarme, de no triunfar, de dejarme sobajar, de ser propenso al rechazo, y la verdad... La verdad es que lo merezco todo y mucho más, porque soy creación divina, sí, solo por eso, quien crea que no lo soy que me lo demuestre. Incluso, quien diga que no lo soy yo yo mismo soy capaz de enseñarle cuán precioso y divino es él, con todo y penumbras.
Que quien sienta no necesitar nada en esta vida venga y me lo tire en cara, que me demuestre cómo soy peor que él, y le diré, con una sonrisa triunfal en mi rostro, lo equivocado que está; pues al intentar convencerme de que es lo mejor que existe —incluso mejor que yo, que eso ya es decir demasiado—, caerá en la pena de reducirse a nada, pues quien compara de ese modo con los ojos lo hace, y quien intenta ver el espíritu del hombre con los ojos de la carne fracasa.
Soy yo, en este momento, el hombre a vencer, el elemento, el poderoso, el indicado, el selecto, el único, el épico, el genial, el fenómeno, el magistral, el grandioso, el precioso, el galante, el maravilloso, y lo eres tú también si así lo decides. Bonito día.
Te sueño todo el tiempo, desde que te conocí, en millones de instancias y sucesos y pienso qué será de ti, qué será del todo, si acaso me sueñas, si es que me recuerdas, hoy estoy aquí con ansias de escribir de más, así, hasta hartarme, de todo un poco, siempre de ti. Una vez hace tiempo prometí no volver a escribir más de cinco párrafos, pues esperaba que algún lector holgazán pasara por aquí, por mi blog, por mi sitio, por la viva imagen de lo que soy yo, mi reflejo, mi historia, mi memoria; como no sucedió, nadie más que una persona se dignó a visitar y dejar como huella un reclamo a mi andar aquí, y ese alguien, por cierto, me dio un vivo ejemplo de lo que el escribir mucho derrama sobre otros (tocó mi corazón con letras) regreso a la idea anterior, sin número, sin límite; escribir por la voluntad de hacerlo, por placer, por dicha, por gusto, enseñar cuanto se pueda si se puede y autodescribirme todo el tiempo, lamentarme y reír, amar, vivir.
Del anonimato a donde uno quiere llegar existen muchas dificultades, muchos retos, muchos miedos por afrontar; demonios, por así llamarlos (aunque sea verdad); la lucha de unos cuantos es por conseguir ser ejemplo, ser imagen, ser un icono, un ídolo. Y se venden, se venden por millones, a veces por miles, dan un inmenso valor a los bits que representan su economía, y se dan a sí mismos a cambio de eso, para embaucar, para motivar, para delinear y para desinformar a la especie. He conocido cientos de historias, reales a mi parecer de manera crítica, pero también he visto lo que muchos fanáticos ignoran, que la verdad está más allá de lo que esos predican.
Los que dicen no hagas son tan responsables de la velocidad con la que el mundo se va por el retrete como los que incitan a que hagas, así de simple; se olvidan que las cosas no son de ese modo, con el despreciar y propagar de su desprecio no consiguen nada, solo adeptos, lo mismo que los otros, sin haber diferencia entre los anti y los pro.
¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos aquí? Somos humanos con necesidades básicas como el sustento, el amor y la verdad. Estamos aquí en busca de un camino a seguir, porque es nuestro deseo más natural, más humano, más real; desde que estamos en el seno de nuestra madre nuestro interés es aprender, realizarnos, ser. Y el ser en esta vida se vuelve opaco cuando empiezan a llegar los medios, cuando te empiezan a cultivar, cuando te haces un número más perteneciente a la voluntad ajena; a lo que otros dicen que serás.
He soñado contigo una y otra vez, besándome, abrazándome, sonriéndome. Y mi necesidad básica como antes lo he dicho es parte de eso, eres parte de mi deseo de supervivencia ahora. Y no te responsabilizo, pues te aterra eso, pero te doy la oportunidad de elegir ser algo más grande en mi historia, sabes lo que digo, sabes que lo hago honestamente, sé que pides tiempo y te lo doy porque me agradas, igual sabrás que yo también pido tiempo, pido comprensión, pido ayuda, soy un hombre que consume muchos recursos pero da a manos llenas, da hasta para repartir, da hasta para convivir, saciarte y continuar dando.
En mis sueños a veces amiga, otras amada, la mayoría de veces me convences de cosas, me instruyes, como anoche, claramente me pediste que escribiera, que sin límite lo hiciera, sin seguir un formato, y aquí estoy yo obedeciendo a un subconsciente con la mirada tuya, el que obviamente me quiere porque soy yo y no dejaré de serlo, porque es mi deseo y mi anhelo gritándome al oído lo que pide de mí, lo que quiere consumar, lo que quiere que haga.
Y si hacemos cuentas ahora, la belleza natural es un ejemplo de falta de sobriedad ante la vida; porque hay cosas más allá, cosas que los medios evaden pues nos quieren esquematizar educables, meter en un molde y hacer con nosotros como les parece. Niñas sacando la lengua y drogándose veo aquí y allá, porque ellos lo pidieron, la gente hace; otros ridiculizándose por conseguir un sueño temporal haciendo lo que sea, sin entender todavía que la realidad existe en lo bien que construyan su espíritu a los ojos de uno; de ellos mismos; no a los ojos de un pueblo profano y hundido, un mundo en caída libre al olvido.
Hacen por vivir lo que yo jamás haría, solo se vive una vez, creen, y se enfrascan en agonías. Mutilan su cuerpo, destrozan su alma, se entierran con vida, desprecian lo único valioso que les fue prestado y lo desperdician en vicios, en tormentos, en penas. El amor es una cosa que se debe suministrar con el cerebro, la idea de que con el corazón se haga es por convencimiento de que en pleno, en el centro de su ser es donde debe sentirse.
Escribir por la satisfacción de hacerlo, entregar mis letras al amor de otros, presentar y regalar pasajes de bendición con gusto; que vean más allá es lo que imploro, que abran sus ojos a la realidad. Que no crean en santos, en monjes, en líderes, en marcas, en productos, en medios, en indultos; que crean en aquello que es suyo desde el principio, sus instintos básicos. Ahora, es lamentable saber que incluso los que no son básicos son vueltos a programar, a escribir con faltas. Vean cómo lo hacen y analicen contrariedades en su mente, sepan que si algo daña a su alma o mente no es algo de buen nombre, por lo tanto no es algo que deban de hacer.
Enamórense, háganlo porque el mundo necesita más de eso, necesita más amor y belleza interna, gente que libremente exprese emociones y gustos; el mundo necesita ser sanado, la gente está urgida de un camino de bien, de bondad, de paz, de mansedumbre. Sean fieles a sus principios, a sus ideales, a su amor. A los adinerados no les conviene que seamos felices, porque afectamos en un mínimo sus economías, que no es prácticamente nada si se le ve así, porque siguen siendo dueños de nuestro al rededor, pero por muchas posesiones que tengan en todo lugar que me desenvuelvo, en lo que consumo, en lo que veo, en lo que escucho y en lo que toco, jamás podrán manipular lo que amo.
Cada día, se vale escribir algo nuevo, una alegría, un gusto, un placer. Ya es hora de despertar de una manera distinta, de cambiar la mentalidad, de mover el parecer, de encontrar el sentido a la satisfacción, a la diversión. Quiero un poco de ti más para mí capturar, de tu belleza explicar, del por qué el sentir tu presencia me hace suspirar, me alegra el día me satisface.
Es hora de iniciar una revolución de bondad, para mí, para todos los que me rodean; hacer lo mejor, representar, organizar, crear y construir. Hay personas que te hacen ver la vida distinto, no detestable, no adorable, sino como lo que en realidad es, un relato de miles de páginas que tiene su valor en ti, en tu pecho, en tu sentir. Sé protagonista de lo más bello que existe para ti, y deja que los antagonistas hagan su intento por cuanto quieran, pues podrán tenerlo todo pero sabes que al final, si no te tienen, si eres lo mejor a tu propio parecer, no tendrán absolutamente nada.
Que no te toquen con sus historias de falsa apreciación, que no te convenzan de ser la mejor opción, no los veas como una meta, no los sigas, no los sirvas, no hagas de ellos más de lo que de por sí ya se creen. Que no te odien tampoco, ellos en su rollo, tú en el tuyo; no seas su próximo blanco, que no te incumban, que no te importen, que no te muevan; lo que más detestan es la no apreciación ajena, pero no pueden hacer nada por evitarlo. Por gordos que sean, aunque en frente se pongan, si no te importan, si no los publicitas, si creces más tú en tu interior que que lo que ellos intenten construir en ti serás hombre grato, mujer maravillosa, un ser sensato, una gran persona.
Yo estoy aquí para dar esos mensajes, mensajes de unión, mensajes para todos. Todos yo sé que son como yo, o la mayoría al menos, y entiendo su situación, cada que los veo, sé hasta dónde han sido abatidos, hasta qué punto trabajados y editados. Pienso, que tú puedes dar más de ti si no los enfrentas, si no te les unes, si los ignoras y haces de tu vida una hermosa historia. Haz merecerte el mote de individuo, y sé tú mismo, sé individual, sé único. Bonito día.
Quiero embriagarme de tu desnudez mientras dulcemente exploro de tu entrepierna la calidez.
Quiero volverme loco de placer mientras gimiendo pides más sobre ti de mi ser.
Quiero establecer el pacto de unidad que entre dos cuerpos que se desean,
y amarte, amarte hasta que no haya algo más importante a mi parecer.
El miedo que causa el saberte solo ante una sociedad que consume todo a su paso, sin piedad, sin límites, sin detenerse ante nada. Ayer eran las tres de la mañana cuando me quedé dormido por primera vez, después de un sueño de miedo y treinta minutos desperté sintiendo como una fuerza de mí embestía a otra que me observaba con cautela, con descaro.
Es cierto, apenas y he podido dormir unas cuantas horas hoy y todo el día he estado somnoliento, volteando a ver dos veces cada particularidad, cada punto, cada humano. Y por decir humano estoy describiendo de más, obviamente, a esos seres que se encargan de hacernos pasar malos ratos, de decirnos que no podemos, de hacernos ver como lo que no somos e involucrarnos en situaciones en las que no queremos estar.
Hoy me dijeron (hace apenas unos instantes): Con lo que sabes y tus capacidades, por qué no alborotas a la "gallada" y organizas una revolución. Tal vez fue en son de broma, pero a México le hace falta levantarse en lugar de sucumbir ante el yugo cada vez más férreo que han puesto nuestros gobernantes —y no por eso mexicanos— sobre los hombros de cada uno de nosotros.
Llámense animales, monstruos, espíritus o lo que sea que los mueva, cada día nos hacen ver más difícil nuestra suerte, más cercana nuestra muerte, más adeptos a la enfermedad y al vicio antes que a la responsabilidad, la creatividad, la cultura y la alta capacidad intelectual. Somos, como mexicanos, una selección de humanos despreciados por las naciones de poder, por los dueños del mundo.
¿Y en qué nos beneficia a nosotros saber todo eso? Absolutamente en nada, pues son dardos de intranquilidad y miedo que hacen de cada uno de aquellos que conocen los símbolos patrios una víctima de todos los que vacilan en la concepción de su propia personalidad, haciéndose débiles en el día a día. Por eso no promuevo una revolución. Finalmente decir que "la mayor estrategia para revolucionar una sociedad es la expansión de una idea fraterna".
Se quejan del frío, de la soledad, de la muerte, de la falta de amor, del desprecio ajeno, se quejan del miedo, de la formación, de la tristeza, se quejan de todo. Hemos crecido con una bandera de quejas pegada a nuestra frente, vivimos de un modo en el que el proclamar nuestras penas nos libera en sentido psicológico de nuestras debilidades, culpamos a otros de ellas, las tomamos y como un paño de inmundicia las queremos lanzar fuera de nuestras vidas.
¿Qué es eso? ¿De dónde viene la necesidad de quejarnos? Creo que de la falta de conciencia a todo aquello hermoso y digno de buen nombre que tenemos a nuestra espalda, eso que sin entenderlo ni siquiera meditarlo nos ha puesto en el lugar que estamos; la mayoría sanos, la mayoría completos, la mayoría con suficiencia económica y social, con ropa y alimento siempre.
Hace tiempo, mis anhelos más grandes en la vida eran tener a alguien para gozarme de saberle conmigo y amasar fortunas para darme una vida de rey. Pero en serio, el beneficio que obtendría entonces habría sido mínimo meticulosamente hablando en comparación al gran perjuicio que para mi vida supondría la forma vana de ver las cosas, la forma superficial de llevarlas a cabo.
Hoy no sé, sigo creyendo que no soy nadie y que me falta mucho camino por recorrer en esta vida; pero estoy agradecido, estoy agradecido por haber despertado hoy en la mañana sabiendo que sería el comienzo de un capítulo más en mi vida, un segmento en la pista de mi etapa de educación profesional, de soltería, de escritura libre y alternativa, de música ligera, de gozo por la simplicidad y gusto por el minimalismo. Todo eso y más es lo que evoca para mí este principio de cuento corto que llamo vida.
A veces me gustaría ser un genio y en cada una de mis letras plasmar todo ese afecto que siento por aquellos que se toman la molestia de entregarme un poco de su tiempo para leerme, quisiera que fueran más de uno, quisiera que fueran más que yo. Pero no es así, y lo admito, y lo sé, y no me lo recrimino, pues la satisfacción de encontrarme con algo nuevo aquí escrito no cabe en todo mi cuerpo al verme frente a esos textos, corrigiéndolos y sonriendo por la falta de sentido de cada uno. Una frase para el año, o para este inicio de ciclo que quiero recordar es la siguiente: "Sé feliz en lo poco y en lo mucho sea tu recompensa sin ego." Eso es todo por hoy. Me temo que hay una motivación para escribir más constantemente...
Año de transformaciones, de llegar a determinados puntos, de errores, de fracasos y tropiezos, año memorable por algunas situaciones y momentos hermosos como haber conocido a algunas personas; y lamentable por momentos dolorosos como haber optado alejarme de otras. Tal vez el resumen del año, viéndolo como un balance financiero se vería, es positivo, pues ha entrado más sabiduría y afecto de lo que se ha ido.
Estos días particularmente me pongo en un estado emocional nostálgico, preguntándome en dónde están aquellas personas que me permitieron estar hoy aquí, y digo, no es que cada año me toque ser rescatado de algún incidente mortal (que si lo analizo detalladamente me daré cuenta que sí sucede) pero lo maravilloso de todo es que se da uno cuenta de todas esas personas que están ahí sin ser incentivadas solamente para entregarnos de su amor, así, incondicional y sincero.
Este año he visto llorar a algunas personas, he hecho llorar a otras que jamás lo habría querido; quiero ponerme mentalmente en la situación de cada uno de ellos y por ello sé que igualmente yo me habría puesto a llorar bajo las presiones que los he llegado a poner, podría decir que sé, lo difícil que es tenerme como amigo, como conocido, como compañero; pero el nivel en el que se han desarrollado nuestras personalidades espero sea suficientemente bueno para que un día puedan perdonar todo el mal que les he causado.
Este año me he enamorado, sí, como todos los anteriores. He aprendido del error de hacerlo tan abrupto y también he mentalizado el deseo de hacerlo cada vez mejor. Porque la vida va a tener en el trayecto muchas instancias de las que nos es posible enamorarnos, paisajes, imágenes y personas que vivirán en nuestro corazón y lo llenarán de felicidad con el solo hecho de sentirles cerca; y por eso, estoy preparado para seguir enamorándome el año siguiente.
Este ha sido un año de textos, en el que he tenido que responsabilizarme de cada línea que procesan mis dedos, ha sido un año de cambios de actitud, un año de ver adelante y hacer a un lado el temor y el orgullo, ha sido un año de emociones y espero, honestamente lo hago, que el próximo sea un año mejor tanto para mi vida como para la tuya que lees esto y para la de las personas que están rodeándonos. Te bendigo y te deseo un fantástico próximo año. "Que el amor y la virtud de la verdad siempre te acompañen, que te goces en la simplicidad y seas muy feliz". Gracias por acompañarme un año más y ser parte de mi vida, mi esencia.