En nuestra existencia como seres humanos encontramos todos los días oportunidades y decisiones binarias qué tomar, sí o no, aceptar o rechazar. El decir no, platicaba antenoche con quien quisiera ver de mi futuro suegro, ha sido una constante desde que tengo memoria.
Hay cosas complicadas y eso, a veces hay que rechazar invitaciones a eventos, cenas, paseos, fiestas, diversión, entretenimiento; también decir no a vicios, a urgencias, a satisfacciones; eso nos convierte en una forma "hipócrita" de ser para las mentes ajenas, pero no es así; a veces es la necesidad de conseguir algo mejor o priorizar las necesidades y obligaciones sobre los deseos y oportunidades.
Hace un par de semanas tuve que decir no a algo que por mi cuenta había comenzado, y no es que no lo quisiera, es que todavía no llega el tiempo de que eso se de. Ahora, me enfoco en trabajos pendientes, uno de un gran amigo del salón cual terminando dará inicio a la segunda parte del proyecto donde trabajo durante las tardes.
Cambiando de tema, he sido víctima de programas de publicidad no deseada en mis navegadores de Internet, todo por descargar una aplicación de Softonic y no "omitir" el primer paso por error.
Ya desinstalé navegadores y reinstalé, pero no es nada ética esa forma de trabajar publicidad de parte de ellos para con quienes no saben. Mi problema fue más asqueroso al tener configurada la sincronización entre las diversas computadoras que utilizo. En fin, todo a consecuencia de no decir no a tiempo.
De esas veces que caminando por la vida resultas insufrible e insuficiente a ti mismo, reprochando cada instancia y precepto y simultáneamente viéndote como un haragán social que no merece nada más para sí que la desdicha de andar en rotunda soledad.
Simplificas tus bondades y reduces tus virtudes,
cosas que empezaron como un logro ahora son vicisitudes.
Desfalleces ante el hecho de saberte superado,
hoy no hay alguien que te quiera ni siquiera a su lado.
Si fuera la cruz a cargar no sería tan horrendo,
pero es como quieren que lo veas,
que te fíes para matarte,
que te agotes para hundirte
y como a un bicho pisotearte.
Cuando la cosas empiezan a fluir te da gusto, sonríes, cantas y bailas al andar por las calles, y es que, lo necesitas, necesitas de vez en cuando sentir que la función de las cosas por las que has trabajado desde tiempo atrás empieza a tornarse benefactora para ti. Sin presumir.
Aprovecho este cuelgue de servidor para anunciar que pese a la falta de tiempo disponible un proyecto más está quedando, me acerco a ver cómo se ve de bien y me alegro de que las piezas que forman el rompecabezas de su programación estén quedando cada una en su lugar. No canto victoria aun; probablemente tendré problemas en cuanto a velocidades y almacenamiento, cosa que espero me sea anunciada antes de destruir cualquier cosa previamente y con tanto esfuerzo realizada. Sentiría coraje.
La dedicación es una necesidad, la perseverancia el método para lograr metas que parecen inalcanzables. Todo el tiempo ha habido quien intente desmoralizarme, sucesos mismos han hecho estragos en mi integridad y razonamiento; no me sé el mejor en nada hasta hoy, no me digo tampoco lleno de victorias y logros, mentiría si así fuera. Pero estar bien me hace pensar que el camino por el que tanto he luchado en mi andar comienza a mejorar.
El camino es largo hacia adelante, me ha pasado de todo como a la mayoría, el levantarme de cada caída ha sido y siempre será lo más complicado. Me he dado de bruces a la pared, he llorado, implorado, huido; de todo pasa en esta vida. Bien dicen los sabios que todo tiene su tiempo.
Me faltan muchas cosas, muchísimas. Tengo muchos sueños y sé que me esperan grandes fracasos, me esperan luchar interminables y grandes adversidades, un oscuro sendero de horrores también; ni hablar, quien quiere algo tiene que esforzarse por ello, pese a todo. Y sí, pesa mucho.
Ayer volviste Scheerea, hacía más de un mes que no sabía nada de ti; quise hacer todo a mi alcance para ignorarte pero no me es posible en totalidad. A veces, hago de cuenta que no existes y nunca has existido en mi vida y dedico mis tiempos a realizar actividades de otro tipo.
Hoy he aprendido que trabajando con el máximo esmero posible y haciendo las cosas de la mejor manera puedes resultar impresionante para otros. Como persona, como compañero, como ser humano.
Pero me hace falta algo Scheerea, sabes que cada que observo atentamente la profunda hermosura de tus ojos y tus labios insinuantes de ese rojo intenso me señalan te quiero consumir en mí. Me hace falta madurar dicen algunos, hace falta que me olvide de mi pequeño talento que es recordarte como alguien elemental. No sé qué tan cierto sea eso, he notado algunos "maduros" que más que eso sea una cualidad son depresivos, orgullosos, egoístas, altaneros, pretenciosos; cosas que no quiero para mi persona.
Es cierto, el placer que me resulta el sentir tus labios sobre mi acalorado cuerpo en una noche de verano como hoy no es comparable a nada. Me encanta poseerte, esa fascinante sensación de poder de la que me llena tu cuerpo rebosante me compara a un soberano rey.
Mis manos regocijándose sobre las líneas de tu mapa corporal, los montes y collados esplendorosos en ti. Tus pechos, piernas, cintura, espalda, cuello, me siendo inundado.
—¿Te puedo morder un poquito? —. Dijo con sus hombros recargados en mis rodillas.
¿Cómo negarme a esa gran satisfacción? El placer del ser, del saber, del tener para mí algo tan grandioso como su soberana personalidad me ha hecho digno representante del amor a la feminidad.
Mientras el final de su piel se perdía en el mío, mientras la geometría del corazón en su cuerpo fuertemente marcado, mientras con gozo el vaivén dignificaba el momento, mientras olvidaba cualquier temor en mi pasado; mientras todo aquello sucedía, volvía a existir.
Es como faltar al respeto con autorización previa. Hermosa amante.
Luchas, por comprender la razón,
sufres, por entender corazón.
Miedo, que te provoca el hablar.
Tiempo, no pares de funcionar.
Disipa, en el mundo tu bondad;
creciendo, en conocimiento y verdad;
cambiando, con espíritu de humildad.
Nunca dejes de cantar.
Te llamas, dueña de gran esplendor;
tu fuego, hace olvidar mi dolor.
Derribas, las sombras de falsedad,
intrigas, a mi alma con tu bello andar.
No me canso de expresar,
que te quiero mucho más,
de lo que puedas... Imaginar.
Vibrante, solo de pensar
que algún día me vas a amar.
Promover la verdad, ser artífice de la bondad con cinismo, hacer las cosas favorables al humanismo. Todos somos personas pensantes, todos críticos, todos afectuosos y manipulables. Divertidos en nuestra propia opinión e inteligentes del mismo modo como si eso hiciera posible una oportunidad mayor a nuestra vida.
La vida es un juego donde el ganador no siempre es el mejor, donde el destacado es el que mayor trabajo publicitario tiene tras de sí, donde la fidelidad está abastecida de imprudencias e hipocresía. Rociamos a todos de nuestras mentiras intentando ser convincentes en lo mucho que valemos para nosotros mismos.
Normal para todos es despreciar la soledad, la falta de éxito, la ausencia de belleza, la estupidez humana; eso en dicho, porque de facto, sé de bastantes personalidades que se regocijan en el pleno desconocimiento de causa. Y caigo al mismo estereotipo de escritura habitual, el rechazo a lo propio y la vana estructura que lo conforma.
Instruimos a nuestros hijos a no ser instruidos por nosotros, dejamos que otros hagan lo que nos corresponde, efectuamos maquillaje en nuestro aspecto para representar quien, con un conocimiento mayor, jamás llegaremos a ser. Nos vestimos llamativamente, elogiamos nuestro propio parecer, virtualizamos nuestros dones y desacreditamos los ajenos.
Al final, después de cualquier discurso dado, lo único a lo que se puede llegar como resumen es lo siguiente: No busques, espera; no intentes, haz; teme a quien pueda desmenuzarte internamente, no a quien dañe tu físico; apresúrate a hacer el bien a los demás, si no recibes su agradecimiento mayor será la satisfacción de conocer que la espera traerá recompensa a tu vida. Gózate en tiempo y forma; realza tus debilidades y oculta tus fortalezas, no sea que cayendo en vanagloria creas que eres superior a tu realidad. Ama con toda tu fuerza a la figura divina que tengas; si crees que tú mismo lo eres, es tu asunto, así hazlo, las cosas caen por su propio peso.
Esfera, por así llamarlo, es aquello que protege del exterior a muchos individuos, colocándoles en la cima engañosa de un copo de nieve. Resulta sombrío cada vez enterarte de engaños, falsedad y redes entretejidas de personas con oscuras intenciones.
Hace no mucho leí que el conocimiento llena de dudas, y es una completa verdad, mientras más sabes aparte de que más quieres saber, más te interesas por conocer la información correcta, y te asusta, te asusta desenmarañar mentira tras mentira, ignorancia topándose con ignorancia, gente sometida, engañada, lavada del cerebro, mediocre.
Dime qué sabes que sea verdad, le pregunté una vez a alguien, obviamente casi cualquier argumento mencionara encontraba yo la explicación de cómo podría ser mentira, y no se trata de poner todo en tela de juicio, no se trata de demostrar cuán engañados estamos, se trata solamente de hacer conciencia de lo mucho que hay oculto para la persona común.
Hace tres días platicaba con alguien, a los líderes mundiales les conviene que la brecha intelectual entre clases sea cada vez de mayor tamaño, porque los intelectuales bien educados se creen demasiado inteligentes como para usar la fuerza, y los brutos mal educados tienen la fuerza pero no existe en ellos motivación alguna para hacer las cosas.
Y así, unos debilitados por su cerebro y los otros por su físico, además de la incapacidad de trabajar juntos y el desprecio mutuo que se demuestran producen una sociedad inmóvil, débil e ignorante que en conjunto no hace más por ver el bien en su nación más allá de lo que los mandatarios decidan. Por si fuera poco, otros temas como la religión, las aficiones y los vicios son creaciones de orden masivo; temas tan fuertes que a simple vista no existe una manera inteligente de combatirlos.