Siempre he querido escribir una carta de amor accesible a todo mundo; que quien la lea, pueda identificarse con la mayoría de líneas conforme a lo que yo he venido viviendo, y es que a decir verdad todos somos objetos que aunque con variaciones ligeras en apariencia portamos un mismo parecer interno, de hecho es claro que todos somos idénticos cuando se nos cae la piel y los músculos.

Ya no sé por qué me fui por ese lado.

Ya fui. Como un concepto, una idea, un pasado que nunca pudo verse sometido al presente, como algo que en pleno uso de sabiduría no se efectuó jamás, un objeto oprobio del deseo. El mutuo deseo que en las minas de mis sueños vi claudicar, referir y procesar.

Somos un par de inútiles para el amor. Tú, menesterosa en la idea de no merecer a alguien con mis vanas aptitudes; yo, en la constante lucha por demostrar que puedo ser mejor de lo que me imaginas si me das acceso. Entre el aprieta y afloja se nos van los días, entre tus egocéntricas sugerencias (que más resiento como mandatos) y mis bajas expectativas de potencial acopladas a la autocompasión nuestros rostros se arrugan y nuestras miradas se nublan lentamente.

Sigo deseando no verme obsesivo ante ti como una idealizada figura de lo que quiero en mi vida, en mi porvenir, en la historia de lo que será. Y tú, y tú no sé qué piensas, o si te afanes en la idea de solamente mantenerme al margen de algo que no sé ni puedo siquiera averiguar si existe o cómo es. Me asusta y no. Me asusta la idea de no saber una respuesta pero también la de conocer una verdad que por cruda y honesta que parezca me ridiculice. Y quizá eso cuidas. Pero no me asusta porque sé, que una verdad bien expresada es más valiosa que un cuento ilusorio.

Angie, sí, Angie; una vez más está escrito tu nombre en uno de los textos míos, podrás contarlos y yo que no lo he hecho debo de admitir que deberá ser el onceavo o doceavo momento en el que lo utilizo. Lo estoy comenzando a convertir en una marca registrada de todo lo que sale de mis dedos.

Retornando a la idea, hoy es el aniversario de tu nacimiento; como una heroína nacional la gente lo celebra, yo lo hago.

Te quiero mucho, eso es lo que venía a decirte.
Gracias por ser.

Concepto

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Siempre he querido escribir una carta de amor accesible a todo mundo; que quien la lea, pueda identificarse con la mayoría de líneas conform...
Las cosas que surgen de las charlas tontas que a veces paso con Mooshie:

Ay, la vieja grieta de amor se abrió en nuestro corazón yo te vi, tú me viste, como agua y aceite solíamos ser, el furor de nuestros cuerpos es lo que nos hacía vencer, las incapacidades de nuestro aroma y piel, y nos amamos, oh sí lo hicimos, y nos dejamos, por tú fastidio. Fuiste un imbécil, todo fue un lío. Es la canción de un mal. Uno que me trae frío.

Escribí eso en un par de minutos como burla divertida de algunas cosas que le estaban pasando a mi morena querida (también mencioné que Fer de Maná pensaría que copié y pegué).

Ahora, hablando del cinismo, creo que una manera sincera de ver la vida es aceptar lo que somos, cómo somos, sonreír ante las circunstancias y burlarnos de los que se burlan de nosotros. Porque aquellos que intentan demostrar cuán mejores que nosotros son lo único que consiguen es someterse ante nuestra autoridad espiritual puesto que, son débiles en esa área.

Finalmente mencionar que sí, estoy de buenas, y sí, soy un cínico declarado permitiendo que de vez en cuando los dardos adversos en lugar de golpear mi pecho con sus insistencias desmotivacionales alcancen a otros que, por su propia e inútil existencia no saben cómo sortear.

Eso es todo por hoy, un consejo ad hoc sería: lean poco, pero lean bola de holgazanes.

Cosas

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Una cosa que me sorprende es el hecho de ver cómo hay gente que a pesar de las experiencias termina por no aprender, yo mismo he caído varias veces en un mismo hoyo y me resulta ridículo criticar acerca de ello por la misma razón, sin embargo, tengo que hacerlo, porque así tengo la intención.

Ayer, en la noche, hablando con una persona muy especial, alguien a quien admiro mucho, recibí un halago de esos que nunca se olvidan. Esa persona me dijo que "como esponja absorbía cosas maravillosas de mí". Después de analizarlo toda esa noche, y regresar mis pies al suelo para evitar posicionarme en conceptos que no tienen nada que ver conmigo he de mencionar que sí, es cierto, soy una persona maravillosa.

...

Bien, regresemos las instancias antes de comenzar a recibir zapatazos en la calle. Lo primero que debo de mencionar es que considero que soy tan maravilloso como cualquier persona es capaz de serlo, como cualquiera, por insignificante que sea juzgado es. Políticos, especialistas, médicos, ingenieros, licenciados, arquitectos, cualquiera digno de un oficio, de buen nombre, vaya, cualquiera, la generalidad del ser, cualquiera es maravilloso.

Todos tenemos algo digno de aprendernos, todos tenemos algo digno de mostrar, todos podemos presumir alguna virtud, algún hecho en nuestra historia, alguna belleza, todos. Es por eso que, regresando al título, debemos ser como esponjas, absorber lo bueno de otras personas, para nuestro propio beneficio, viéndonos no egoístas, sí necesitados de todo aquello que nos permita crecer íntimamente también debemos conocernos, admirarnos y amarnos hasta el máximo esplendor para lograr una esencia fructífera, completa, poderosa.

Todos estamos revestidos de poder, el poder de ser, el poder de dar, el poder de producir, el poder de crear y el poder de destruir son solo algunos ejemplos. Hagamos uso de esos maravillosos poderes de los que nos han sido dados. Incluso la opinión, como lo que expreso aquí, es un poder; del cual me pavoneo y abuso constantemente... Pero aparte de aprender de los errores propios, me gusta apreciar con inteligencia situaciones ajenas y considerar aquello que pueda mejorarme, es imposible ser perfecto, lo sé completamente, por eso me dedico a esforzarme en mejorar diariamente.


Esponja

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Una cosa que me sorprende es el hecho de ver cómo hay gente que a pesar de las experiencias termina por no aprender, yo mismo he caído varia...
Se acerca el tiempo de salir a flote, respira hondo, no dudes y realiza tus sueños. La perseverancia con la que los ha montado resulta ahora, más que nunca, algo que debes tener por muy preciado.

"Fight for it!"

Aunque la respuesta no siempre es luchar, hace poco leí de un amigo el buen consejo de aprender a redireccionar tu camino, o algo así. Se vale recapacitar, somos hombres y cometemos toda clase de errores en el camino; no arrepentirse de lo bueno vivido, sí motivarse a ser mejores día a día.

Hoy es uno de esos días en los que, relajado después de "haberlo hecho" pienso en qué más. En el siguiente capítulo, y es que no están para saberlo, pero yo sí soy argüendero y se los voy a contar:

Semestres atrás, a casi tres años de haber comenzado la carrera, debo confesar que inicié con una actitud insípida, a sabiendas que, con un poco de deseo podía acreditar sin problema. Hoy, con algunas desveladas a cuestas, pesares, confusiones y mucha autocrítica he conseguido unas calificaciones bastante decentes en el semestre.

Eso de las calificaciones siempre viene a fin de cursos, los que lograron buenas notas a presumir; los que no a guardárselo, como si esos números dijeran más o menos de ti. Nunca lo he creído, nunca lo he visto así; sé que lo mayormente prioritario es la actitud de cada uno, y sé también, que consecuencia de ello fueron mis malas calificaciones los primeros años de carrera, lo reconozco con honestidad, fui yo y mi mala calidad como estudiante, la pereza que venía conmigo.

Con respecto al blog: A partir de ahora mis entradas se verán reducidas por lo general en uno o dos párrafos cada una, eso en primer lugar para evitar la desorientación que mis debrayes puedan producir y en segunda para conseguir que holgazanes que apenas leen cinco párrafos sean capaces de leerme. Ja, como si eso me importara; no, ni tanto, la verdad son cuestiones de tiempos; hoy lograr que me queden quince minutos libres es realmente complicado.

Redireccionar

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Se acerca el tiempo de salir a flote, respira hondo, no dudes y realiza tus sueños. La perseverancia con la que los ha montado resulta ahora...
Nadie me pidió que escribiera, nadie me pidió que lo hiciera; no hay convicción alguna, ni humor de hacerlo bien siquiera. Quiero dejar en claro, lo que la vida me aflige, me aflige porque estoy solo, lo dije. No con decoro, no hay valor alguno en medio de todo. Cuando me siento mal, me pongo triste y lloro, yo también quiero volar, ser como el ave libre, comenzar a aventurar, como estandarte erigirme. Dios tiene claro mi esfuerzo, deberá haber recompensa, sin afán de lograr mucho, ni que el karma se empobrezca. Quiero sacar mis males, liberarme de miedos, hablar siempre verdades, iniciar con mi denuedo.

Cuando escribo, parte de mí se queda ahí; intento ser honesto con lo que hago, aunque a veces lo esté pasando realmente mal y no quiera verme victimado. Quiero hablar, quiero reír, quiero tocar, besar, dar y recibir. Poco a poco dice el cuento, las instancias se van a cumplir, aunque duele, lo confirmo, el camino a devenir.

Quiero estar solo y alejarme de mí, quiero brillar como otros, aprender a sonreír, quiero ser un valiente; ser personaje central, en la historia de mi vida y de unos cuantos más.

Me piden que calle, que no diga más; que no exprese aquello que siento porque no hay una decisión por tomar. No lo creo, y lo admito, preferible sería escuchar ya, el desprecio y el rechazo, para seguir en mi andar.

No quería escribir en verso esto que he hecho y ya no sé cómo reponerlo, en fin, tendré que hacerlo a continuación, de modo que mal no se vea. El mérito del vivir reside en saber hacerlo, el amor ciega, el amor hiere si no es recíproco, y es difícil de hacerse un lado, hasta enfermizo.

La desesperación que acompaña al amor llega por el miedo a lo que no existe, el engaño masivo que el corazón produce en nuestro cerebro logrando hacernos perspicaces a cosas y eventos que en otras circunstancias jamás nos habrían inmutado.

El temor a la soledad hace que veamos ese camino como tortuoso, cuando la realidad es que muchos lobos solitarios han logrado grandes cosas; pero lo admitamos o no, nos duele serlo, y si logramos algo, mucho de eso es por el deseo de abandonar dicho estado emocional.

Probablemente no sé enamorarme de la persona correcta, o he puesto mi vista demasiado arriba quizá; no lo dudo ni un poco. Porque termino roto, termino desplomado y sin saber qué más...

¿No hay? ¿No existe alguien? ¿Será acaso que debo tolerar la cruda realidad que me acompaña y estar solemne en mi soledad? ¿Ver cómo todos los demás realizan su vida ostentosamente mientras yo, entre el murmullo ajeno ande, reducido a poco más que nada? ¿Es mi obligación? ¿Es un mérito? ¿Un hito? Algo me queda claro, no lo quiero.

No por mezquino u orgulloso, Dios sabe que le deseo lo mejor a otros también; pero me gusta lograr algo, lograr mucho, no por merecimiento, por convicción y seguimiento, por fortaleza y bendición divina.

Al final, Dios suple; eso dicen todos, eso espero que suceda, eso pido que pase. Te quiero, mujer. Nunca voy a dejar de expresarlo... Muerto o no, lo sabrás siempre.


Nadie

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Nadie me pidió que escribiera, nadie me pidió que lo hiciera; no hay convicción alguna, ni humor de hacerlo bien siquiera. Quiero dejar en c...
¿Cómo empiezas una historia que no tienes idea de cómo terminará?

El romanticismo está escrito con sangre de suicidas que en el paso de los días notaron que su inseguridad se convertiría en la desilusión de sus vidas y lo plasmaron lenta y profundamente en las rebanadas de papel que surgían ante el inminente caminar de sus plumas.

Yo no sé el claudicar de mis días hacia dónde me moverá, el cautivador perfume de su presencia lograba hacer; después de leer la primera línea en la que expresaba cómo lo extrañaba supe seriamente que no podía seguir ahí; admirándola, deseándola, queriéndola ver mía. Pero es un punto que no puedo superar, y sabe Dios si lo logre de aquí a que finalicen mis días.

"No voy a mentir, te extraño, te extraño como a nadie..." Rezaba el texto; habría querido que en la profundidad de sus letras se encontrara un poco destinado a mí, no era así; no podía serlo, yo tenía que enfrentar las consecuencias de no ser lo que ella quiere y nunca poder llegar a tal posición en su corazón, era mi cruz y había que habituarme a ella.

Su afán en las susceptibilidades ajenas la hizo recapacitar y eliminar lo escrito, ambos sabíamos que esa instancia el principal en adquirirla era yo, ya me conocía; lo hacía muy bien, evitaba el siquiera bordear el andar que a ambos nos colocara en el mismo rumbo. Y lo reconozco, ella y su idea eran claras de lo que está sucediendo conmigo, de a qué nivel mi alma y espíritu la anhelaban.

Escribir a partir de mentiras. No sé, todos lo hacen así; aquellos que escriben entregan la esencia a lo que plasman y nada hay más allá de eso; pareciera que crean conceptos históricos de sucesos que no tienen influencia mayor a un montón de líneas de deseo.

A veces quisiera llorarle pero las letras no dicen ni un mínimo segmento de lo que siento por ella, no es afición a su ser, o simple deseo carnal; es el gozo de mi corazón al saber que existo en su vida, o al creerlo al menos. Porque cuanto más siento acercarme en cuanto a actos, más lejos me veo en mi realidad.

No es solo la belleza, no lo es; no es únicamente lo que piensen los que te ven, tampoco. No es mi deseo el verla aquí, ni generar una gloria en mi persona gracias a ella. Es que la quiero, y ya. Así de complicado ha sido el amor conmigo. Es brillante; algunos piensan que lo soy también; y si en la mente de uno el amor es complejo, cuánto más lo será cuando se conjugan dos.

Las historias de amor son una patraña, la única realidad es que más personas que las que te quieren te desprecian y muchas más que las que dicen amarte te odian. Si mi historia la refiriera a quienes se sienten mal conmigo las palabras fluirían solas, pero no es así; quiero hablar de amor, porque es lo que no recibo, quiero hablar de amor, porque estoy convencido de que nuestra realidad no es como los medios presumen: No siempre triunfa.

"No busques nada donde no hay", retumbaba mi mente. Mi vida duele, siendo honesto.

— Scheerea. Me está matando.—Le dije con ojos llorosos.
—Angie te está matando. —Respondió la pelirroja besando mi frente.

A veces al abrir los ojos dudo entre estar en la realidad o en la profundidad de un sueño del que quiero despertar. Scheerea no es, pero al menos puedo sentirla. La paciencia no es eterna.

Scheerea VII

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¿Cómo empiezas una historia que no tienes idea de cómo terminará? El romanticismo está escrito con sangre de suicidas que en el paso de lo...
Son esas hordas temporales de desaliento las que en ocasiones intentan abatirme.

Cuando se me olvidan las atenciones a mí mismo, cuando quisiera hacer a un lado mis responsabilidades y olvidarme de todo. Me gustan los domingos porque inicia la semana, me agrada pensar que será mejor que la anterior en muchos sentidos. Olvidar nostalgias que una noche antes me afligían, el punto es crecer, el objetivo es ser.

La vida no es perfecta, la de nadie. Siempre habrá problemas y dificultades, presiones en todo momento, distracciones, egos, melancolías, quebrantos, miserias.

Y no es una lucha constante entre el bien y el mal, sino una serie de embates entre las decisiones propias, hacer o no hacer, tener o no tener, dar o no dar; el fuego en el interior y la llama del deseo se mantienen ahí por la mera intención de ser, pero no son ni más ni menos que una decisión más.

Tropiezos a cada rato y sin medida, aunque intente ser mejor en todo no se me da; la patética forma de mi ser a nadie cautiva, o no sé... Las cosas serían más fáciles si alguien me lo recordara, me lo contara... No necesito de alguien para ser feliz, necesito de alguien para explotar quien soy, puesto que el pensar de mi mente actual es la frustración, llegaría el instante en que, si pudiera, haría todo bien, todo cuanto siempre busqué.

Quiero muchas cosas, tengo muchos deseos, al igual que todos.

¿Alguien? ¿Angie?

Tropiezos

Por
Son esas hordas temporales de desaliento las que en ocasiones intentan abatirme. Cuando se me olvidan las atenciones a mí mismo, cuando qu...