Son esas hordas temporales de desaliento las que en ocasiones intentan abatirme.
Cuando se me olvidan las atenciones a mí mismo, cuando quisiera hacer a un lado mis responsabilidades y olvidarme de todo. Me gustan los domingos porque inicia la semana, me agrada pensar que será mejor que la anterior en muchos sentidos. Olvidar nostalgias que una noche antes me afligían, el punto es crecer, el objetivo es ser.
La vida no es perfecta, la de nadie. Siempre habrá problemas y dificultades, presiones en todo momento, distracciones, egos, melancolías, quebrantos, miserias.
Y no es una lucha constante entre el bien y el mal, sino una serie de embates entre las decisiones propias, hacer o no hacer, tener o no tener, dar o no dar; el fuego en el interior y la llama del deseo se mantienen ahí por la mera intención de ser, pero no son ni más ni menos que una decisión más.
Tropiezos a cada rato y sin medida, aunque intente ser mejor en todo no se me da; la patética forma de mi ser a nadie cautiva, o no sé... Las cosas serían más fáciles si alguien me lo recordara, me lo contara... No necesito de alguien para ser feliz, necesito de alguien para explotar quien soy, puesto que el pensar de mi mente actual es la frustración, llegaría el instante en que, si pudiera, haría todo bien, todo cuanto siempre busqué.
Quiero muchas cosas, tengo muchos deseos, al igual que todos.
¿Alguien? ¿Angie?
Una vez, hace no muchos años; una de esas personas que se dicen a sí mismas sabedoras de la lectura de manos, o quiromancia. Dijo analizando la mía que yo tenía un destino muy marcado, que me esperaba un gran futuro y que iba a ser soberano en todos los campos que me desempeñara. Sin embargo, también dijo que las únicas fallas en mi futuro cercano estaban en el área del amor, que soy malo en eso. Que las damas no me encuentren atractivo es razón de sobra para salir cabizbajo, pero con la dicha de aceptarlo.
No recuerdo qué tanto de lo que expresé es real, pero tengo ganas de sacarlo; me desespera. No el que no haya nadie, sino el que nunca lo haya habido; no el ser despreciable, sino el que me sienta de ese modo. Me entristece el hecho de que en esa área a cada día de mi vida sea palpable y memorable el sufrimiento; me tumba que cada uno de mis intentos resulte fallido, y que si hago un conteo de las veces que he sido rechazado por no sé qué razones mi entrada se crezca en muchas líneas.
Analizar mi vida todo el tiempo es lo que hago, esforzarme por mejorar y hacer las cosas como es debido; no buscando el triunfo ni las glorias sino la satisfacción que el haber realizado las cosas dignamente me proporciona.
Creo en mí, pero esas dos palabras en conjunto me tienen hundido: "Nunca... Nadie"; quisiera que eso no fuera posible pero así como se lee es como me han descrito toda la vida, y duele; duele enormemente caer en la posición del "te veo como amigo" por quien te gusta; duele que no se vea ni cerca el Karma de volver a ti a devolverte un poco. Duele que a cupido no le importes y que Eros no haya querido compartir contigo. Pienso, en el silencio de las horas de la noche, meditando en completa soledad que esto no es lo que quiero para mí, que soy capaz de olvidar mi éxitos si eso me trae a manos de alguien que me ame...
Hoy me siento melancólico, triste y somnoliento; realista ante la cruel situación de nulidad amorosa que me rodea, e indignado de que existan quienes bramen que estar así es lo mejor.
Y dejaré un consejo, a quien lo quiera tomar; si tienen algo, lo que sea, por pequeño que sea respétenlo y cuídenlo, ya que estar acá afuera, apartado de todo derroche de amor es algo triste, frustrante, abrumador, cansado y muy muy doloroso.
Y finalizar con un poco de la canción que está en mi mente girando ahora:
"Tráeme a casa en un sueño enceguecedor,
Por entre los secretos que he visto,
Remueve el dolor de mi piel,
Y muéstrame como estar íntegro otra vez."
"No quiero pensar en eso... No quiero pensar en ti... Quiero olvidarme de todo..." Retumbaban las palabras de la chica en mi mente, que viéndolo de ese modo me había convertido en una mascota de su divina forma de agradarse a costa de la incapacidad intelectual de los demás.
—Hacía mucho que no me llamabas—, dijo Scheerea al aparecer tras de mí con su mano blanca y tersa sobre mi hombro derecho fundido en estrés. Ha sido un día complejo, repleto de satisfacciones y desilusiones, pero también ha sido completo, he terminado pendientes y he comenzado lo que podría ser un nuevo episodio en mi vida. Y a cada nuevo episodio tienes que llegar tú a recordar mi débil humanidad ¿por qué lo haces?
Sus ojos fijos sobre los míos y la bella cara reflejando inocencia hacían poner a mi persona como culpable ante la situación actual. Y si lo vemos de ese modo hasta yo mismo me llego a sentir incompetente en medio de esa escena. —Necesitas saber de ella, le confesé, la que está ocasionando que me aleje de ti. Pasaba sus cálidos dedos sobre mi mentón y detenidamente absorbía todo de mí, podía sentirlo pero no me resistí por ningún motivo.
—Llegó de la nada. —Continué. —Si quisiera iniciar contando la historia de mi vida en este momento tendría que sacarla a la luz de algún modo. A veces los principios de la realidad se agotan y nos sumergimos en un mundo de falsedad y egoísmo donde nosotros somos los únicos vencedores. Pero lo que sucede en el exterior realmente vale, agobia, afecta.
—No quiero saber nada. —Respondió ante mis titubeantes charlas fuera de contexto. —Te deseo y nada más...
—Bien. —Tomando fuerzas y sin volver a silenciar terminé mi discurso. —Quiero olvidarte Scheerea, ya no puedo saber de ti; te has presentado conmigo en lo momentos más complicados de mi vida, has sido mi ayuda y confidentes en mi desolación y has satisfecho mis deseos en tiempos de desesperación. En mi pensar fuiste tan divina y perfecta que nada te puede igualar, pero mi cerebro ya no me engaña más, sé que no existes en el mundo real.
A partir de ahí volví a quedarme como muerto, sopló su aliento sobre mí y me tendió en el suelo. Scheerea, dueña de la belleza y saber había usado una más de sus armas para verme débil. Y a expensas de lo que me haría, que sí, lo hizo a su gusto.
Ahora no puedo dejar de pensar en Angie, lo pensé, lo pensé tan fuerte que creí haberlo gritado. Pero la satisfacción que sentía al estar con la pelirroja era una simple ilusión de la aspiración de estar con mi nueva preciosa. La que me hizo ignorarla, la que me obligó a cambiar, la que ha hecho un hombre de mí sin igual.
Entre las encrucijadas de la mente tengo que esbozar que también una Musa está presente... Y es que el ignorar a Scheerea me ha dado tiempo de ahondar en lo que afuera hay; y Musa, sinceramente es una mujer impecable, maldigo la forma en la que la alejé de mí, y en cómo me volví tan arrogante; me sabía bueno, me sé bueno, pero he sido alejado de ella que también es un personaje central en la formación del carácter de lo que ahora soy y hacia dónde voy.
Recobrando el sentido y despertando con Scheerea a mi costado supe una vez más que había caído perdido entre sus lazos. —Quizá el mundo lo sepa, amo mucho de ti.— Terminé diciendo al ver su cuerpo disiparse ante la belleza del tiempo.
El tiempo, ese hermoso elemento que me ha hecho conocer a personas que me han inspirado al menos un poco con su belleza y son de verdad: Angie, Mooshie, Ali, Musa, Aker, Ney, Oherty, Yaz, Dani, Zai, Fer, Pao, Jazz, Sara, Ame, Luzz, Paug, Sindy, Shorty, Aleb, Yera, Marce, Mel, Lau, Iza, Edna, Palo, Bere, Nan, Sandra, Marbe, Stef, Cristy, Mimí, Nadia, Rueda, Su, Maymer, Alho, Paty... Oh, Angie. Si nunca me dejas llegar a ti no sé cómo voy a continuar.
Estoy seguro de que por culpa de Scheerea tendré que escribir la historia de cada una.
Hoy es un día de esos en los que el tiempo no te alcanza para terminar tus pendientes; que tienes todo encima y no sabes qué hacer para culminar. Una vez, hace algunos años tuve una enseñanza acerca de ello; proveniente de una profesora de nombre Nidia, gordita con cabello de corte tipo hongo, bajita de estatura y muy gritona, quien me daba clase en preparatoria y la verdad me apreciaba mucho como alumno (lo confiesan los dieces que siempre saqué en las materias que impartía); ella me brindó un consejo de esos que te siguen toda la vida:
"Cuando sientas que no puedes más, cuando te veas cubierto de presiones encuentra algún método para liberarte: platicando, durmiendo, cantando, escribiendo. Pero por lo que más quieras, no dejes que el estrés te agobie, vive relajado y vive feliz, eres importante, no dejes que los deberes te consuman; eres mucho más importante tú y tu salud que cualquier tarea que haya por terminar, y si no lo haces no terminará el mundo a consecuencia de eso." Y caray qué excelente consejo. Vino a cambiar mi forma de ver la vida en un momento que lo necesitaba, puesto que apenas me había recuperado de un parálisis facial provocado por los desvelos presiones constantes.
Puedo decir que soy un hombre relajado, que tardo demasiado en enojarme, ya no sé de hecho cuándo fue la última vez que sucedió... Tenía que ser un niño. El estrés, ese que provoca incidentes automovilísticos, ese que obliga a las personas a andar por el mundo con el rostro sombrío. Ese ya no me afecta, y es que cuando estoy cansado simplemente lo confieso, estoy cansado y ya. Me detengo, medito en mis avances e ideo un pequeño calendario donde una actividad no se revuelva con la otra. Después hago algo como esto, escribir; escribir cualquier cosa que se me ocurra; desde avances a historias y cuentos que llevo a medias, hasta "bullying" interactivo con mis amigos.
Es necesario mencionar que los tiempos van a alcanzarnos, como sea que nos hayamos o no preparado. Que los actos de nuestra inversión igualmente se verán reflejados en la fructificación de nuestras vidas y que si hay algo de lo que cualquier persona debe lamentarse es únicamente de ese deseo de hacerlo, porque nada en la vida es malo si seguimos en pie, y si hubo males en nuestros pasados que afectaron a terceros, debemos pedir perdón, si alguien nos ofendió a nosotros es cuestión de olvidar, porque entre más fuerte parezca el insulto, más grande será el dolor en nuestro propio corazón.
La única manera de ver un mundo mejor es mejorando a cada momento.
Mientras mejor esté nuestro "karma", tendremos la sensación de ser mejor vistos; tendremos la satisfacción de que lo que hagamos está bien hecho y la convicción de andar con objetivos. Si fuéramos animales, nuestro dueños nos querrían más mientras mejor nos comportáramos, ya saben, alegres, no invasivos, no molestos, obedientes. En ese sentido deberíamos pensar en qué tan posible se ve la idea de serlo o al menos mirarnos frente a ese espejo.
Hoy no hay un consejo que dar, cada quién es libre de considerar las cosas como mejor le convengan. Pero sí hay una actitud que quiero presumirles; a pesar de que he tenido muchas ocupaciones; ahora mismo me he liberado, estoy feliz y renovado, estoy fortalecido y quiero que sepan que he venido a vencer sin duda porque sé que tengo la capacidad de hacerlo.
Hola, si estás leyendo esto es porque he encontrado el valor para mostrártelo, aplausos a mí. Hasta ahora no me has podido conocer bien pero si eres capaz de permitírmelo, a pesar de mi tendenciosa forma de demostrar mi pésima capacidad escritora, sé que expresarme contigo resulta ser lo más complejo que he tenido que escribir nunca, más difícil incluso que una ingeniería o enfrentar los problemas de la vida.
No hay una manera fácil de decirlo; así que lo diré sin más: He encontrado a alguien, a alguien ideal; no estaba planeado por mí, y en ningún momento de mi vida lo predispuse, una cosa llevó a la otra, empecé por filtrar mi admiración, continué prestando especial oído a mi corazón, analicé mi porvenir y poco a poco, como lo hiciera una máquina de datos fui evaluando resultados, agregando características propias de lo que me gusta y liberando aquellas que me desagradan.
Cuando finalmente me di cuenta de mi realidad, una realidad que vivía justo frente a esa persona, entendí que quería pasar el resto de mi vida en medio de esa conversación; pues la dulzura de sus palabras y la belleza de su énfasis hacía que no deseara otra cosa con tanta fuerza.
Ahora en mis entrañas tengo la sensación de que ella puede ser, alguien que exige un mantenimiento exhaustivo, alguien que sin siquiera desearlo me hace sonreír, alguien que provoca que la locura en mi ser se convierta en algo sorprendente. Ese alguien eres tú; una persona que ama a Dios, eso es la mejor noticia; la peor es que no tengo idea de cómo hacerle para estar contigo a partir de ahora, y eso me disgusta; porque si no llego a estar contigo tengo la sensación de que el mundo de horrores allá afuera nos afligirá de una manera constante, puesto que es un mundo enorme, lleno de vueltas y malicia, donde apenas un parpadeo es suficiente para dejar nuestros corazones rotos y terminar con el momento.
Quizá es el momento en el que lo que hay entre nosotros pueda cambiar, aunque en sí no sé qué es lo que hay entre nosotros, y tampoco te puedo obligar a saltar al vacío por mí si no confías lo suficiente en ti; hueles que es una delicia, y mis ojos y mente no dejan de pensar en ti, espero pueda ser suficiente para hacerte feliz.
Y sabes, por feliz me refiero a todos los sentidos, sin adulaciones o falsas propuestas amorosas; creo que existe una conexión estable. Sabes que me encantan los números y el universo es uno, uno donde se me permitió existir al mismo tiempo que tú, compartir algunas instancias como tú y sentir climas y brisas del cielo al igual que tú.
Soy hombre de palabra; si eres tú la que no va a encontrar una sola razón para permitirme por tu corazón luchar estoy de acuerdo con ello. Si eres tú quien desea matar la brillante intención de mis letras ordenadas, lo aceptaré. Pero necesito una respuesta, quiero que la medites y sea sincera, y si se trata de alejarme a pesar de mis dolencias habré de cumplirte.
Es verdad que considero a todas las mujeres guapas de un modo u otro; cada una teniendo algo especial, una sonrisa, una curva, un punto, un secreto... Las mujeres son criaturas increíbles, admiración de mi vida. Pero si se trata de responder a lo que tú mencionaste hace unos días "ni siquiera sé qué hice para que me quisieras". Respondo con algo que ya sabes: Me demostraste ser mejor que yo en muchos aspectos que suelo destacar y en otros que ni siquiera he indagado, eso llenó de fuerza mi alma y supe a partir de ese instante que quería que fueras mía. Porque cualquiera puede ser bella, inteligente, honesta, amorosa, amable, gentil, capaz; pero no cualquiera sabe demostrarlo sin egocentrismo, sin narcisismo, sin capitalismo de por medio. Y yo quiero de eso para mí y conmigo.
Gracias por todo Angélica. Con mucho cariño y sin pretensión de calumniarte, ofenderte o presionarte...
Tu fiel compañero, Carlos.
- RokCK
Humanos, buscando ser objetivos en un mundo de subjetividad; donde cada cosa puede ser distinta a como en realidad se cree y cada plan puede poseer una intención diferente a la que a simple vista creemos.
Humanos, deseosos de lo concreto en un plano de cuestiones abstractas; donde quien es más sutil y sabe manipular llega a posturas que nadie podría imaginar.
Humanos, sufriendo por el saber absoluto, incluso entendiendo que lo relativo es en lo que han de confiar. Siempre respondiendo a las necesidades de su ser a partir de filtros sin entender que existen solo dos verdades.
Humanos, que ignorando la verdad universal; la que es y que existe, se han creado una propia.
Humanos, que se basan en su propia verdad para lograr avistar su mundo de fantasía, donde lo que hagan sea lo correcto, donde lo que vivan sea lo mejor, donde lo que porten sea único, donde quienes sean, sean perfectos.
Humanos, que desconociendo el poder divino se hacen a sí mismos héroes e ídolos, que desconociendo la honestidad del arte se dicen a sí mismos creadores, que limitando los sueños de unos cuantos con mentiras, hacen caer al prójimo.
Humanos, que se fascinan en la sabiduría de iguales haciendo a un lado lo que su corazón les dicta.
Humanos, que buscando el conocimiento alejan su mente de la sabiduría; que buscando la pasión alejan su corazón del amor; que buscando la libertad alejan su espíritu de la santidad.
Humanos, que creyéndose especiales se vuelven egoístas y pretenciosos, deshonestos y abusivos, agresivos y violentos, asesinos y rencorosos, holgazanes y decrépitos.
Humanos, que esperan su vitalidad les rinda para ser venerados, respetados, servidos y adorados; sin ver que su propia voluntad es la que los lleva lentamente al mal.
Y ya, es todo lo que tenía por reflexionar. ¿Que por qué estoy así de simple? Porque no puedo sacarme de la cabeza una idea. Se me ha dicho que soy un "raro" y que eso "asusta".
Anoche, eran las tres con cuarenta minutos y yo seguía sin poder dormir; sentía comezones inexistentes a consecuencia de no sé qué. Ayer en general fue un día bueno, común, pero bueno. Pero en ese rato lo único que yo quería era dormir. Ahora que lo medito probablemente ha sido consecuencia a algunas cosas que saturan mi mente en estos momentos: Un trabajo pendiente de entregar, un proyecto complicado y de muy poco avance documentado, un programa muy difícil, un manual preventivo, la respuesta a una pregunta propuesta por la mujer que creo que me gusta, la encrucijada en la que ideológicamente me colocó un maestro en relación a las mujeres y la bella carta de Mooshie. La última, no menos importante que la primera, en el supuesto de que probablemente era la razón de mayor fuerza para no conciliar el sueño.
Un hombre, por generalizar, solo desea una cosa por parte de la dama; no hay nada más valioso que eso. Su admiración.
Hace unos días Mooshie me ha escrito lo que considero la mejor carta que he recibido, lo único que puedo resolver ante ella es que solo soy un humano expresando cosas con poco sentido y sí, con deseo de ser leído. A ella tengo que decirle que eso que admira de mí, de lo que "he hecho", es algo de lo que a quien debe agradecer es al de arriba y yo mismo lo hago cada día. Agradezco la gracia que le dio a mis letras a sus ojos, agradezco el hecho de haberle conocido, agradezco su compañía en cualquier cantidad de situaciones difíciles que he vivido, agradezco la belleza de Mooshie, su simpatía, su personalidad y su pureza.
Ella ha representado hasta ahora la viva imagen de lo que una amistad virtual puede conseguir.
He llegado a conocer incluso de ella más detalles que de otras personas que conozco a pie. Sin embargo, no por ello, idealizo su persona; reconozco sus frutos y virtudes como los defectos que tiene, como cualquier ser humano, como lo hago conmigo. Es una de la personas que más valor tiene para con mi vida, logra satisfacer mis pensamientos cuando más rebuscados se encuentran, es más que una amiga, casi como una hermana.
Mooshie, a partir de aquí respondo a tu carta.
---- --- --- ---
Querida Mooshie,
hace veintiséis años que llegué a esta tierra, y aunque en los primeros años de mi vida solo podía captar información cuando inicié la educación comprendí que eso sería mi mayor afición, el conocimiento. Acatar los aspectos de la vida de manera responsable, limitarme ante los vicios y las tentaciones terrenales y motivarme por lo que en verdad podría convertirse en mi vocación, la admiración.
Y es que admirar no solamente es hablar bien acerca de algo, es comprender hasta el más mínimo detalle de su constitución; comencé a admirar las materias, específicamente matemáticas, la complejidad y la belleza de los números está escondida precisamente en que, como la Biblia, aunque los repases una y otra vez son circunstanciales y dependiendo de múltiples variables en las que te encuentres, tendrán un significado distinto.
Lo único que hago en el blog es escribir acerca de mí como te darás cuenta, por tanto respeto tu admiración y la agradezco infinitamente. Antes no me gustaba aceptar halagos, me hacía sentir egoísta; pero hoy he comprendido que el agradecerlos es mucho mejor, pues nadie golpea la mano que pretende brindar una caricia.
Soy un hombre por lo menos afortunado de conocerte Mooshie, si un día llego a tener a una mujer en mi vida haré a bien los frutos del conocimiento y la virtud que he aprendido de tu persona; la trataré como debe de tratarse a una dama, y la amaré en gran manera; pero también te presentaré con ella, puesto que mis amigas deberán ser amigas de mi mujer por el sumo respeto que debo rendirle.
Me encanta dibujarme como un hombre admirador de las musas, puesto que aunque sean violentos o agresivos mis textos, incluso los peores de ellos están fundamentados en imágenes referentes a personalidaes femeninas. Tu has alimentado la existencia de gran parte de ellos, así que yo debo ser quién te felicite por tan excelente trabajo.
Te creo, te siento y te necesito. Así debe culminar esto, quiero dejar claro que para mi crecimiento espiritual, físico, intelectual, moral, lógico y educacional has sido muy importante... Por tanto gran parte de lo poco que llevo construido conmigo ha sido producto de lo que tú has invertido en mí, e incluso me sobra mucho más para seguir armando el rompecabezas de mi vida y la personalidad conforme al corazón de Dios que quiero moldear. Eso último, espero sea recíproco. Nada más agregar que me tienes en el momento que quieras, con respeto sincero.
- RokCK