¿Alguna vez has sentido estando frente a un aparador que realmente necesitas de algo pero después de observar todas las opciones en tu mente interpretas que ninguna es lo que realmente buscas y al final tomas cualquier cosa? ¿Sabes lo que eso es? Es una manera simple de manipulación social enfocada a los gustos masivos. Te voy a explicar un poco cómo funciona eso sin meterme a fondo ni publicar todavía ningún nombre o marca.
Vamos a centrarnos en un ambiente escolar, más específicamente en un salón de clases, donde hay apenas diez alumnos. Tomemos entonces en nuestra imagen que son alumnos de nivel primaria. Hay uno que no está interesado en la clase de historia, esto, por el hecho de que le parece una asignatura tediosa. Sus calificaciones en la mencionada son un desastre, y el premio por terminar el resumen de hoy es poder salir temprano a desayunar, el castigo, en caso contrario, es perderse el tiempo libre.
En esta pequeña situación hemos ubicado la mente de un niño sin alternativas, donde solo existen dos opciones como caminos a seguir y ambos lo harán sentir mal. El primero es tener que tolerar una materia que le parece repugnante para después conseguir una pequeña gloria llamada tiempo libre; el segundo consiste en ser feliz ignorando lo que le desagrada, pero lamentar el hecho de no poder salir a desayunar.
Las situaciones sociales que nos construye nuestra sociedad están precisamente ligadas a cuestiones binarias, donde solamente existen dos modalidades de desenlace y en ambas, para lamentarnos indirectamente nos afectan. Lo que significa que, en todos los temas que incurren las masas siempre habrá esas dos cuestiones, la mala y la otra mala, que terminan afectando nuestro espíritu al no poder desarrollar nuestro intelecto y nuestras inteligencias personales, además de hacernos un número más, frustrando nuestra individualidad y moviéndonos a esquemas de "equipos".
Una de las "ventajas" sociales de ver disminuida nuestra individualidad es hacernos parte de un sector de élite, un estrato social en el que se nos puede categorizar y por consiguiente eso nos mueve a ser tratados como un conjunto de elementos.
En el mismo salón del ejemplo, los profesores hacen división entre las personas, ubicando a los preferentes como inteligentes, a los poco deseables como tontos y los demás como promedios. Un alumno inteligente es aquel que cumple con las tareas, que hace lo que el profesor le pide, que asiste a clases, que es de ética. Yo solía ser uno de esos en la primaria, hasta que comprendí el juego.
Desde entonces tenía claro que todos somos distintos e individuales, que mi manera de ver las cosas podía ser distinta a las de los demás, que mis profesores se equivocaban, que mis compañeros mentían, me quedó claro que era mucho más inteligente que algunos de ellos y que de otros, tenía también mucho que aprender. La manera de jugar esta clase de juego es, en un principio revolverse con los demás, para evitar ser tratado como "especial", después entender que la propia inteligencia probablemente sea algo que ofenda a los otros, así que es necesario invertir en uno mismo, escribiendo las ideas y planeando proyectos.
Finalmente mencionar que en esta clase de juego no se resulta vencedor de ninguna manera, pero se puede pasar inadvertidamente y eso permitir que alimentemos nuestro interior y comprendamos con mayor fuerza el quienes somos antes de andar por ahí, permitiendo que nos exhiban y tienten. No se trata de ofender al sistema, sino de aprender de él, hay cosas buenas en todos los sistemas, hay personas brillantes atrás de cada uno, gente calculadora y genial, de inteligencia notoria.
El andar por la vida diciendo que ellos son una basura por cómo nos controlan es algo que no vale la pena, es un esfuerzo ridículo donde te pones a competir con miles de cerebros. De hecho, he resuelto que esa gente que se la vive hablando pestes del esquema también están participando internamente, ya que como alguna vez mencioné, los detractores del sistema también le hacen publicidad, lo que significa que tanto los que apoyan a la cúpula, como los que la desprecian, le hacen el favor gratuito de publicitarla. Y la publicidad es, en nuestra sociedad moderna, lo que llena de fuerza a un producto.
Dispongo de poco tiempo hoy para hablar contigo Scheerea, mi hermosa. Tendré que solicitar que detengas el tiempo para mí mientras nos besamos, por favor. Al besarte, mis ojos se cierran con el descomunal poder que emanas, y aparezco en un sitio que si bien no es el más amplio, sí me llena de felicidad y tranquilidad.
El blanco se apropia de todo, los aromas son tenues y fascinantes, a poca distancia se aprecia un jardín de brillantes colores; los verdes y rojos vibrantes. Solo sé que te sujeto con fuerza de la mano pues por hermoso que sea el lugar al que me trasladas no quiero yo sentirme alejado de ti.
Hay un viento tenue, que acaricia mi piel, una blanca luz de arriba procedente del infinito. No hay cielo, todo es blanco, se escucha tras nosotros el susurro de un arroyo. El suelo es arenoso, de color silica. Hay aves coloridas y mariposas blancas.
Scheerea me explica que ese es el lugar donde se esconde cuando quiere descansar, es su segundo lugar favorito para habitar después de junto a mí. Y es que no mentía, hay frutos enormes y de hermoso parecer; me encantan los duraznos y es lo que más he visto. De hecho yo mismo quisiera mudarme aquí con ella.
Pero no, no puedo, no debo, aunque lo deseamos los dos existen reglas en nuestra relación, una de ellas es precisamente el hecho de que ni yo puedo convertirme a su mundo antes de morir, ni ella puede estar por siempre en el mío.
Después de acostarme boca abajo a observar y relajarme, mi dulce niña espiritual se dispuso a hacer lo que nunca conmigo ha hecho nadie; se posó sobre mi espalda, con las piernas abiertas y comenzó a frotarme lentamente su delicada piel encima.
No pregunten cómo lo hizo, porque no lo sé, pero en un instante me vi perdido en su desnudez, e igualmente sucedía conmigo, recuerdo que lo único que teníamos puesto era la parte inferior de nuestra ropa interior. Era tan sexy y tan deseable, tan mágico el momento que cuando, al fin me permitió abrir los ojos extrañé el lugar como se añora en la infancia el amor de una madre.
Seguramente no soy el primero que habla de esto, más con este desagradable horario en el que todavía está el sol y ya se supone debo convencer a mi mente que es hora de dormir. Asimilarlo siempre ha sido mi peor problema, ya que por más que lo intento nunca me puedo dormir antes de media noche, lo que converge al final en un día de mente agotada a causa de las pocas horas que dormí.
Hace poco comentaba que recursos así son utilizados para manipular a las masas, es sencillo comprender si se tiene un cerebro que comprende. Cuando la mente está ocupada entre presiones y tensiones es muy difícil que se le ocurran cosas, ni cosas buenas ni malas, es un modo más para asesinar la creatividad.
Andar por las calles observando los ojos hundidos en la gente, rojizos del mal dormir hacen que piense que el tan afamado horario más que beneficiar a cualquier institución (que sí que lo hace, en menor medida pero ocurre), nos afecta física y emocionalmente.
¿Han notado que en los tiempos de calor son en los que más irritables estamos? No, no es un comercial de Dalay lo que estoy haciendo, ni de ninguna otra droga poco productiva. Lo que se debe se hacer es simple, relajarse. Sé que los días son complicados y las noches cortas para recuperar fuerzas, lo que yo hago es reír, disfrutar de las cosas por minúsculas que parezcan y liberar el espíritu.
No estoy redactando los pasos a la felicidad ni mucho menos, el punto aquí es entender que, todos somos humanos, todos estamos expuestos, todos vivimos saturados de presiones y fatigas. Todos tenemos miedos y decepciones, todos luchamos por mejorar nuestra situación económica, social, intelectual y laboral en algún sentido; teniendo eso claro hay que aprender a respetar a los otros por lo mismo que nosotros requerimos ser respetados.
Estos días desde el inicio de la semana a hoy apenas y he podido dormid de cuatro a cinco horas cada noche, sí, mis ojeras volvieron y con ellas el somnoliento aspecto de mi parecer. Hoy pretendo dormir bien, descansar lo que sea necesario, no tengo tareas pendientes así que no debe haber nada que me haga contratiempo, aunque antes ya pasó así, hace dos noches, e igual me dormí tarde por que simplemente mi cuerpo no quería dormir a pesar de haber estado ahí acostado desde dos horas antes.
Quiero una musa, cuando voy a casa.
Hoy salí del trabajo, encaminado hacia los que podría ser llamado una letra "C" que atraviesa la pequeña ciudad en donde vivo, comencé mi camino con una preciosa idea en mente, disfrutar la vista, observar cada reflejo, cada juego de colores, cada línea, cada sombra a mi alrededor y capturar unas cuantas con la cámara del celular. Todo eso sucedía mientras la música acompañaba mis oídos.
El primer cuarto del trayecto lo transcurrí haciendo compañía. De ahí comenzó la aventura de diversión visual. Gente aquí, gente allá, no tanta como en las grandes ciudades pero sí la suficiente para decir que había actividad, al terminar de rodear la glorieta tenía que subir y ahí comenzó todo.
Había una dama de hermoso parecer portando un par de mallas de esas que se usan para asistir al gimnasio, no me clavé en la idea de lo bella que era sino recordé la última vez que observé a alguien vistiendo eso, fue Angie, estoy seguro. Recuerdo que parecía y olía a recién salida de hacer ejercicio, una dama que se ejercita es impresionantemente más atractiva que una que no, y no debido al cuerpo, se desea de ella mucho su inteligencia, su inversión, su paciencia, es algo que motiva a tenerle cerca.
Mientras avanzaba volteando hacia el cielo distinguí belleza común en él, pero poco apreciable a consecuencia de los muchos cables entre los postes que ahí había, hasta que comenzó el panteón, esa distancia pegado a lo que llamé "el muro infinito" el cielo quedó limpio de cables, los postes de iluminación se vieron desplazados al centro del camellón y los autos se alejaron lo suficiente para permitirme una toma a distancia agradable de las nubes y la tierra.
Después de poco me fascinó la imagen que reflejaban un par de filas de árboles plantadas casi en paralelo que desde el inicio del camellón hasta ya muy alejada la visión, por lo que decidí nombrar a dicha imagen "Camino a la redención" y es que parecía fascinante el hecho de que a la mitad de ese camino aproximadamente fue donde vi por primera vez a Angie, con la curiosidad de que en ese entonces iba a practicar su amada danza y las mallas no podían faltar.
En este punto estaba aproximadamente a la mitad de mi viaje, los primeros cuatro kilómetros de camino habían quedado atrás, así que seguí de frente hasta llegar a una plaza comercial. La imagen ahí del cielo rojizo, combinado con los árboles y la múltiple publicidad me hicieron pensar en el punto exacto donde la naturaleza y la civilización crean una mezcla un tanto mágica de color donde, la mayoría de las veces quien gana es quien menos belleza tiene.
En ese mismo sitio y sin dudar por la extraña conexión durante mi andar fue donde me vi con Angie la primera vez que salimos; pasé uno de los días más maravillosos aquella vez, lo recuerdo con amor y nostalgia como debe de ser, sin enfrascarme en el recuerdo ni deseando el tiempo volver, pero sí disfrutando cada una de las imágenes del ayer.
El seguir derecho era mi objetivo si quería llegar a mi casa, hasta llegar a uno de mis puntos favoritos que es precisamente donde hay una escuela, una parada de ruta y algunos estudiantes por lo regular. Encontré hermoso el hecho de que el sol estaba por perderse en el horizonte, no podía hacer más que suspirar y decirle "adiós sol", como llamé a esa imagen. Justo a poco de llegar me topé de frente con una chica a la que conozco, lo bonito fue que por su forma de mirarme escalé en instancias al tiempo justo cuando encontré a Angie y le saludé de un modo parecido. La historia se estaba escribiendo sola en mi mente para entonces.
Ya oscurecido, y habiendo caminado hasta probablemente el último tercio de distancia incurrí en el miedo, el temor y la tristeza de sentirme solo; todo ello de la misma manera lo vi reflejado desde que la conozco, porque a pesar de ser Angie una dama maravillosa, tiene el oscuro potencial de asustarme del mismo modo la imagen que el "monstruo de la oscuridad" al desaparecer por completo de mi vida durante tiempos a mi parecer enormes.
La última imagen de la historia la produjeron las "luces nocturnas" de los coches que no paraban de encandilarme. Así como a esa chica uno no puede verla de frente pues es alguien que impresiona bastante, pero se puede, si se tiene la intención y el valor, tenerla ahí, a punto de atropellarte sin que lo haga, pues de alguna forma logras influenciar en su voluntad y eso, para ella te convierte en un punto interesante.
Finalmente quise agregar otra, la imagen despeinada de mi persona ya en mi destino, que es la única que no iba a tener nada que ver con esa chica hasta que llegué y noté su presencia; como todo caballero le pedí por favor que me esperara un poco para mostrarle esto que había hecho, que aunque está dedicado a su persona ha sido realizado en completa armonía con la naturaleza y las cosas que sucedieron hoy. Esa foto se llamó "yo, objetivo", en alusión a la actitud que tomé durante la realización de este "juego". Debo mencionar que no he manipulado nada para contar una historia, porque de hecho de nada me serviría hacerlo si fuera así, pues apenas y unas cuantas personas me leen.
Aquí está el enlace al álbum con las fotografías.
Texto dedicado con mucho afecto a Angie Morfín, por el tiempo que nos hemos tolerado.
Postdata: Me gustaría remarcar que este, a pesar de haber sido un texto realizado sin una idea previa ha resultado ser hasta ahora uno de los más bonitos que a mi consideración he hecho y eso me llena de satisfacción y alegría.
Aquellas personas que gustan de leerte, de admirarte, de observarte, de seguirte, aquellos que apenas se inicia una nueva red, se enteran que te has registrado y son los primeros que se registran consecuentemente. Todos mundo tenemos seguidores, incluso los más mediocres siempre los tienen; y es que, esos "mediocres" a veces dicen o hacen cosas muy divertidas y dignas de publicarse.
Pero también existen los temporales, esos que durante un periodo específico de tiempo quieren saberlo todo de ti, te invitan, te leen, te comentan y llegando el cabo de un tiempo específico se esfuman como el alcohol cerca del fuego. Yo he pertenecido a esa línea de personajes que se divierten siguiendo, leyendo y observando vidas de otros, que en bien han venido a convertirse varios de ellos en mis amigos digitales.
A pesar de todos los contratiempos desde que iniciamos como bloggers algunos seguimos con vida virtual, escribiendo, posteando y haciendo más grande nuestra historia digital. Unos incluso se han unido en forma de comunidades y han creado lo que se puede llamar, formidables fuentes de noticias con diversas temáticas. Ahora mismo, tengo muchas ganas de publicitar a esos, que siguen en mi listado de amigos de Google y quienes siguen constantemente publicando algo; ellos son:
Rick Roquea.
Elsy Reyes.
El Juani.
Fanntine.
Fede Fiesta.
Omar Franco.
Borchácalas.
Guerotix.
Hervey Sanders
Abbita.
ChessBor.
Medorio.
Fabiola Rodríguez.
El mérito de ellos es haber empezado hace mucho, como yo y continuar su sitio con vida del mes de febrero a la fecha; por lo menos así aparecen en mis listas. He venido contemplando que el 21 de Diciembre de 2012 se suscitó un holocausto global blogger, y se desactivaron un montón de sitios en consecuencia, por lo cual, a partir de ahí cualquiera que publicara algo es parte de la nueva generación en mi manera de ver.
Dolor de cabeza. De esos que te hacen llorar, que te asustan y no te dejan trabajar. Uno de esos me está atacando hoy, y es que, es difícil no desvelarse cuando durante dos semanas consecutivas lo haz hecho y además un día anterior hubo cambio de horario. Este año no pienso volver a quejarme de dicho juego mental de control masivo, sí sí, por paranoico que se lea tiene ciertas implicaciones que no pienso por ahora abordar.
Quizá no lo he dicho antes pero también es cierto que durante el transcurso de ese par de semanas mi tiempo ha estado de sobra en frente del ordenador; he leído de más, escrito algunas cosas, continuado proyectos. Hoy me he dado cuenta ya que la proyección es lo que hace triunfal a un producto o trabajo, es decir, si yo planeo lo que haré el resto de la semana y en qué horarios no tengo el mínimo por qué para no conseguirlo y a decir verdad hasta me terminan terminando tiempos para hacer otras cosas.
Pero las personas aquí en México no somos así, no nos gusta planear ni prever, nos aventamos al ruedo nada más con nuestra bendita voluntad y salimos, obviando, mal heridos y medio muertos. Ese contexto es algo que debe llevarse a cabo en cuantía de instancias, lo que significa que, tanto para trabajos o proyectos personales como para la vida misma hay que procurar ser ordenados y precavidos. Bien es cierto que no todo se puede prevenir y que existen circunstancias o sucesos que siempre estarán por encima de nuestra voluntad, como el divino dolor de cabeza que me acompaña ahora.
He de mencionar que algo tan simple como un dolor de cabeza consecuencia de una trasnochada y una imposibilidad de conciliar el sueño en tiempo no son fuerza suficiente para hacerme dejar de lado mis responsabilidades. Pero analizando, la gente procura sentirse bien consigo mismos y a pesar de ello vivir quejándose durante los periodos laborales; culpa que yo le hecho a la pereza, las malas costumbres y la falta de educación durante nuestro aprendizaje.
¿Cómo cambiar eso? Agendando, previniendo, invirtiendo, analizando, contemplando futuros sucesos previo a su existencia, con base en la observación de nuestro pasado podemos darnos cuenta que muchas de nuestras obligaciones y responsabilidades las hacemos siguiendo una rutina e incluso calendarios, que mejor que desde tiempo antes llevemos a cabo el método científico para procurar que nuestra vida se fundamente en leyes que a la vez nos hagan mejores personas.
De esas veces que intentas, a como de lugar ser una mejor persona y pareciera que el mundo confabula en contra tuya para evitar que "disfrutes" la libertad de ser quien eres. No me siento melodramático ni triste porque la verdad tengo toda la confianza de que lo que hago y digo es para un bien mayor, aunque pocos puedan entenderlo. Ser una buena persona requiere, principalmente de una tremenda resistencia a los detractores, pues los encuentra uno, tristemente hasta en su propia casa.
Hoy he escuchado nuevamente la frase "tienes que salirte de la escuela", proveniente de los labios de las personas que a hoy en día más amo; todo porque no alcanzan a comprender cómo funcionan las cosas y se comprometen a demostrar que soy y seré un fracasado, así de simple; duele y todo el tiempo ha dolido pero el perder la confianza de alguien es excusa suficiente para escucharle decir todo el tiempo cuánto es que desmereces el todo (y a pesar de haber dado la cara a tus errores).
Podría decirse que es algo crítico que alguien tan cercano a mí infunda siempre ese desaliento y desmoralización; pero así es la vida, así se forja el carácter increíblemente; cabe destacar que todas esas personas que aparentan ser enemistades nunca te podrían afectar tanto como que tus más allegados osen defraudarte y lastimarte.
Tengo un problema, y mi problema es simple, incomprensión. Sin embargo como todos los problemas el mío viene acompañado de una paz interior y una inminente fortaleza de espíritu que evitan siempre verme caer; porque así debe ser, porque aunque mis huesos se estremezcan de pavor y mi sangre hierva por la inquietud siempre existirá alguien que me acompañe en mis momentos de dificultad. Y nunca jamás me abandonará.
Siempre he confesado lo fácil que es para las personas escribir cuando pasamos por momentos complicados, esto porque nuestro pensamiento suele situarse en el centro de los problemas. Curiosamente también, se me ha comentado que las personas que a ligeras medias son mis amigos no merecen mi amistad (digo eso porque honestamente ya no convivo con nadie que no esté hecho a partir de bits). Lo raro de todo es que en la nada vine al mundo, no hay porqué desear prevalecer a contra de la voluntad divina nada más que eso. Lo que significa que, si en este preciso instante debo salir a la calle a continuar lo que resta de mi vida, y no martirizarme sino encontrar la forma (que debe haberla), de ampliar mis horizontes y producir mis propios favores en virtud de que en algún momento todo lo aprendido rinda frutos, lo haré.