A todos nos llega algún día,
no avisa para atraparnos,
puede ser de noche o día,
pero ella va a capturarnos.
Ella siempre está atenta,
a cualquier equivocación,
aunque nunca lo aparenta,
se los lleva de un jalón.
Algunos le tienen miedo,
otros le tienen rencor,
por haberse ella llevado,
a un joven o un mayor.
La verdad es que no tenemos,
nosotros porqué desconfiar,
tarde o temprano podremos,
a mejor vida pasar.
[Creo que fue mi primer calaverita… Jajaja!]
Solo me siento hoy,
triste y abandonado,
en mi corazón estoy,
más que despedazado.
Padres yo ya no tengo,
no tengo por qué vivir,
amigos tampoco tengo,
sólo me falta morir.
La muerte será mi destino,
si enfermo yo en gravedad,
en el suelo estaré tendido,
sin otra oportunidad.
Pasaron los días,
y yo aquí sentado,
mi cuerpo sentía,
estar acabado…
Una luz pudo brillar,
dentro de mi corazón,
al una mano encontrar,
en este humilde rincón.
La persona me llevó,
a su tierna morada,
ahí fue donde ella curó,
mi pobre vida marcada.
Muy poco tiempo tardó,
este dolor en sanar,
toda mi vida cambió,
al esa mano yo hallar.
[11 años, de lo primero que escribí]
Hoy, soñé contigo…
Toqué tus manos, besé tu piel,
encaminé mi lengua por tu espalda,
toda ella cubierta de miel.
Me detuve en tus pechos,
mi legua delineaba lentamente,
la corona de esos montes,
y la punta igualmente.
En mis sueños eras eterna,
siempre deseabas tocarme,
era mi parte interna…
La que no deja de hablarme
y decirme que necesito,
de tu corazón adueñarme.
En mis sueños tu me tocabas,
por aquí y por todas partes,
yo sólo me concentraba,
en hacerte sentir importante.
Importante para mí,
este que escribe sus sueños,
aunque sé que no estas aquí,
quisiera poder ser tu dueño.
Dueño de tu corazón,
dueño de tus decisiones,
señor de toda razón,
también de tus emociones.
Puedo ser alguien malvado,
o un dulce ángel también.
tu cuerpo aquí a mi lado,
es lo que quiero poseer.
También puedo ser un salvaje,
deshaciendome de tus ropas,
demostrando un gran coraje,
cuando conmigo te topas.
O puedo ser sólo un ente,
o el animal que me invoca.
Yo escribiré en estas hojas,
todo lo que me provocas.
Abró los ojos y descubro,
que todo el mundo es extraño,
lleno de persecuciones,
dolores, angustias y engaños.
Pero sabiendo que estas conmigo,
las cosas serán muy distintas,
no quiero ser un buen amigo.
Deseo nuestras almas juntas.
Pudiera escribir por apalabrarte,
cosas buenas, malas, gratas y sencillas;
pero sin un contenido que ose alabarte,
prefiero poner otras palabrillas,
que me permitan recordarte.
Recordar esas cosas bellas,
que hemos pasado juntos;
desde observar las estrellas,
a convertirnos en adultos.
Rogando cada momento:
Ojalá que tu fueses mía,
me harías la vida feliz,
invadiendo todos mis días,
nuevamente estando aquí,
así como entonces lo hacías.
[La importancia reside en el último parrafo]
Necesito estar solo un momento,
probrar el sabor de la amargura,
apreciar el color del sufrimiento.
He perdido toda la cordura.
Al verte partir de mi lado,
me doy cuenta que ya no eres mía,
no me quedaré aquí sentado,
buscaré una nueva guía.
Te miré, te toqué, te pertenecí.
Ya no más, nunca volveré a verte igual,
como la dulce niña que solías ser,
por haberme tratado tan mal,
no te pudiste compadecer,
de este humilde animal.
Ya no diré más de tí,
mejor buscaré a alguien más,
alguien que confíe en mí,
y no sea un amor fugáz.
No sé como pude amarte,
ni sé que tu me has dado,
yo creo que me envenenaste,
porque me quedé clavado.
Clavado a tu silueta de ángel,
que resultó ser demonio;
mostrandome los infiernos,
usando todo tu ingenio.
Me haz hecho un ser ignorante,
le temo a todos los males,
ratas y roedores repugnantes,
que andan por todos lugares.
Soy ahora un perro faldero,
feliz de andar sin tu olor.
Prefiero ser un caballero,
y aguantarme este gran dolor.
Tropezando en mi caminar,
por este oscuro camino.
Deseo que alguien pueda amar
a este hijo del olvido.
Ahora estoy muy contento,
de no tener corazón.
Mi caso es algo complejo,
en eso tengo razón.
Podré ser hijo de la rabia,
hijo del rencor, hijo del mal.
Pero existe una gran fobia,
que me viene a ser normal.
Incompleto está mi camino,
recordando sólo tu olvido.
Incompleto por el olvido,
de aquel olvidado camino.
La luz de las ventilas iluminó todo su cuerpo,
pude casi palpar el bello aroma en el viento.
Sus ojos, un par de luces resplandecientes,
haciendo alucinante su precioso semblante.
Toqué su espalda, esa delicada línea que la mantiene en pie;
besé sus hombros, concentrado siempre en todo lo que hacía,
probé sus labios, suaves y dulces como la fina miel,
su cuerpo y el mío fueron uno mientras anochecía.
Recuerdo mis manos, como disfrutaban al tocar sus pechos.
Recuerdo mis ojos, no dejaban de observarla cada instante.
Recuerdo mis dedos, penetrando lentamente en su sexo.
Recuerdo mi boca, degustando el sabor de cada una de sus partes.
Los líquitos fluían, su mirada se perdía,
su piel hervía y su alma gemía.
Puedo decir miles de cosas,
pero todas se irán al abismo,
quisiera saber lo que quieres,
porque no me gusta el conformismo.
Dime que me quieres,
dime que me amas,
o no me digas nada
quédate sin palabras.
Deja que el tiempo pase,
que sea quien lo decida,
amarte ha sido lo mejor,
que ha sucedido en mi vida.