¿A qué edad es bueno empezar a escribir como obseso por las palabras? Hoy escuché de una película, mientras uno de los personajes confesaba que escribía, el otro respondió: "Todos lo hacen". ¿En dónde queda esa cualidad que te hace especial cuando vives en un mundo en el que cualquiera hace lo que tú? ¡Qué fastidio!
Mis antiguos compañeros se han ido, están todos en Canadá, yo me mudé a CDMX porque quería también experimentar un cambio; sin embargo la nostalgia me parte el corazón en dos, por un lado, anhelaba que mis compañeros me hicieran parte del equipo y me quisieran como yo a ellos; por el otro, necesitaba un cambio pronto, pues la situación alrededor de mi persona hacía mella en mis emociones, mi situación física y claro que en la intelectual.
¿Se imaginan tener mejor fortuna en la vida? El hecho de que no me haya enfermado casi nunca, que ame estar tras una computadora generando proyectos gozando de un excelente empleo y de vez en cuando me pueda desahogar con letras es lindo; ¿será que soy tan terrible al escribir que todo lo redacto en primera persona y vuelvo cada uno de los textos para mis lectores una muestra de egocentrismo desenfrenado? Si supieran que en mi pensar casi todos los que he conocido son mejores que yo en un sinnúmero de cosas.
¿Qué puedo hacer? El año está a nada de terminarse y creo que va siendo hora de cambiar de mentalidad; es momento de alegrarme por cada una de las mañanas que el cielo me obsequia, por el placer de ver a las personas a los ojos y sonreírles de vez en cuando, celebrar el hecho de que dondequiera que me encuentre, siempre hay un par de padres y una hermana recordándome con amor.
Esa gente es la que está pegada a mi corazón, en medio de las decisiones, compromisos y relaciones hay un mundo de ángeles protegiéndome; las palabras de la gente que me quiere, son lo que me recuerda quién soy, en dónde estoy y hacia dónde voy; porque como dice el verso: Todo lo que soy, lo que tengo y lo que he recibido es regalo suyo. Así mis sueños, deseos y convicciones siempre están del lado correcto de la historia; y aunque me haya ido mal en algunas cosas, un mar de posibilidades hace que vuelva a mi camino, en el que se construye una vida de amor, bendición y bondad para los que me acompañan.
Mis antiguos compañeros se han ido, están todos en Canadá, yo me mudé a CDMX porque quería también experimentar un cambio; sin embargo la nostalgia me parte el corazón en dos, por un lado, anhelaba que mis compañeros me hicieran parte del equipo y me quisieran como yo a ellos; por el otro, necesitaba un cambio pronto, pues la situación alrededor de mi persona hacía mella en mis emociones, mi situación física y claro que en la intelectual.
¿Se imaginan tener mejor fortuna en la vida? El hecho de que no me haya enfermado casi nunca, que ame estar tras una computadora generando proyectos gozando de un excelente empleo y de vez en cuando me pueda desahogar con letras es lindo; ¿será que soy tan terrible al escribir que todo lo redacto en primera persona y vuelvo cada uno de los textos para mis lectores una muestra de egocentrismo desenfrenado? Si supieran que en mi pensar casi todos los que he conocido son mejores que yo en un sinnúmero de cosas.
¿Qué puedo hacer? El año está a nada de terminarse y creo que va siendo hora de cambiar de mentalidad; es momento de alegrarme por cada una de las mañanas que el cielo me obsequia, por el placer de ver a las personas a los ojos y sonreírles de vez en cuando, celebrar el hecho de que dondequiera que me encuentre, siempre hay un par de padres y una hermana recordándome con amor.
Esa gente es la que está pegada a mi corazón, en medio de las decisiones, compromisos y relaciones hay un mundo de ángeles protegiéndome; las palabras de la gente que me quiere, son lo que me recuerda quién soy, en dónde estoy y hacia dónde voy; porque como dice el verso: Todo lo que soy, lo que tengo y lo que he recibido es regalo suyo. Así mis sueños, deseos y convicciones siempre están del lado correcto de la historia; y aunque me haya ido mal en algunas cosas, un mar de posibilidades hace que vuelva a mi camino, en el que se construye una vida de amor, bendición y bondad para los que me acompañan.
¿A qué edad es bueno empezar a escribir como obseso por las palabras? Hoy escuché de una película, mientras uno de los personajes confesaba ...