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¿Recuerdas cuando en una selección uno queda fuera? Siempre ese chavito era yo, desde pequeño, el rechazo ajeno se ha convertido en parte de mi crecimiento personal, de mis relaciones y de mi manera tan objetiva de verlo todo. Los pies en la tierra todo el tiempo, aceptando mi realidad, mis miedos y aprendiendo a vivir con ellos de la mano, sin detestarlos, más bien educándome a ignorarlos.

Siempre he creído que soy alguien débil, de perfil bajo, "beta" por así decirlo. Y me gusta conseguir con el conocimiento profundo de mí proveniente de la otra persona demostrar que no soy así, que simplemente camino la vida sin intención de opacar a nadie, sin afán de vencer rivales que ni siquiera alcanzo a distinguir su existencia, y sí, tiendo a caer en el ego de saberme mentalmente mucho más capaz.

Las damas me temen. Es bueno que quede claro que sus intenciones conmigo generalmente son pasajeras, no les gustan las formalidades y la seriedad en las relaciones como a mí; o será que no sé elegir bien, o será que solamente temen a lo que pueda suceder conmigo, en cualquier caso, me siento perjudicado directamente.

Mi ego es distinto al ego común; mientras la mayoría esperan ser "lo mejor" a ojos ajenos y generalmente lo consiguen, el mío dice "tú eres capaz de retirarte y saber perder", y no me siento perdedor por hacerlo, simplemente me siento alguien que continua siendo libre pensador, sin las limitaciones que la dependencia pueda formar en mí.

Todos los días se juega una batalla triste y tonta entre los sexos, unos esperando a ser aceptados y bendecidos con el afecto de los otros, y otros rechazando cualquier inclinación de afecto, para darle drama al asunto, y a mí no me importa cómo ocurran la mayoría de veces, pero sí me importa cuando me ocurre a mí.

Los dramas en las relaciones son cosa de niños que no deberían de ocurrir, pero a las personas les gusta invertir en el capitalismo que esos dramas consiguen obtener de cada una de las partes, y las grandes potencias financieras, los ricos del mundo, los amos y señores, se hace cada día más ricos con nuestras incertidumbres amorosas, con nuestra falta de responsabilidad, con nuestros titubeos.

Y probablemente crean que digo tonterías, que no es posible que para los ricos eso sea un gusto que alimenta sus bolsillos, que eso que les digo es un cuento, que los poderosos están tan alejados de nosotros que ni siquiera tienen que considerar si les importamos; pero se equivocan, mientras peor estén las parejas, mientras más juegos existan entre relaciones, mientras más dramas y pleitos, más dinero hacen ellos.

Explico un poco: Dos seres humanos de distinto sexo se aman, los dos se gustan, los dos quisieran estar uno con el otro, pero el protocolo dice que uno de ellos debe de conquistar a la otra, que debe demostrar interés sin mostrarse íntegramente tal como es, el propósito es conseguir que ella le vea, que ella le atienda, que ella se sienta atraída (curiosamente esto ya ocurre desde antes), ella por su lado no acepta decirle nada, espera a que él reaccione como los demás hombres, que la consienta que le compre detalles...

Y aquí, en los "detalles" ingresa el capitalismo, pues patéticamente para una doncella es mal visto que un hombre le esté regalando cosas, ya que es como si él buscara amor a cambio de dinero, cosa que moralmente la vuelve una prostituta interesada, pero si no hay detalles él queda como un tacaño. No existe un punto medio, de hecho solo existe la aceptación mutua, con virtudes y defectos, esa es la mejor seducción que hay.

Saber quién soy, qué tengo, y qué soy capaz por alguien me hacen un hombre seguro de mí mismo, pero esa seguridad por algunas damas puede ser apreciada como falta de compromiso o altivez, como egocentrismo, y no ven allá de lo que ellas son, como constitución social y sexual, un elemento más tal como nosotros para ellas para satisfacción mutua, para vida en plenitud y felicidad.

Y no, no creo que la felicidad se encuentre en el sexo, y palabra que las "libertades" tanto femeninas como masculinas pueden parecerme aberrantes si con inteligencia no se llevan a cabo. La vida es un gran juego, un gran juego en el que nuestra ficha es nuestro cuerpo, habrá veces que estemos en casillas que nos afecten y otras en casillas que nos llenen y fructifiquen. La importancia está en el decidir uno mismo qué y qué no nos hace bien. Porque así es, la satisfacción es convicción.

¿Sabes qué es lo bueno del amor? ¿En qué te beneficia estar enamorado? Te explico, todos tenemos necesidad de ser admirados, de ser aceptados, de ser elegidos, como el ejemplo que puse de mí al inicio del texto, siempre he querido ser querido, ese es un enorme deseo de mi corazón, que se me quiera con todo y mi personalidad, con todo y mis miedos, con todo y mis defectos; pero quiero querer, quiero dar de mí todo por aceptar y querer a alguien y darle la oportunidad de ser como es, sin tapaderas.

Quisiera escribir un poco más de seducción, pero no es tiempo todavía, quiero que primero pase la hora de volver a ver a Mooshie para explicarle cómo es que eso funciona, es más, de hecho no pienso publicitar esta entrada para evitar que lea los renglones que concentran la seducción en una pequeña frase.

¿Algo para recordar hoy? Creo que el mundo está escaso de amor, así que es importante recordar que lo más bello que hay es eso: Amar y ser amado tanto como sea posible, sin importar defectos o pesares. "Los ricos odian el verdadero amor, no les conviene que vivamos bien mutuamente".

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