Para qué escribir cuando no hay tema, para qué esperar a que me responda cuando todo indica que no pretende hacerlo, la verdad es que mientras exista ese inmenso montículo estorbándome no podré hacer más que soportar y mantenerme al margen, viendo cómo pasa el tiempo.
No soy su nada. No sirvo ni funciono para lo que ella tiene planeado, no tengo la mínima idea de si me tiene o no considerado entre sus planes; pues claro, está don perfección haciéndome la vida imposible, impidiendo que pueda llegar a ella, molestando a medio camino.
Mi sueños son tantos, mis intenciones para bien han sido estructuradas, pero sigo aquí, desesperanzado en las cosas que probablemente sucederán y por las que me está cambiando; pues para ella sigo sin ser suficientemente bueno, o tal vez lo sea pero no quiera afectarme.
El punto es el mismo; querer sin querer, amar sin hacerlo y esperar a que no se adentre más en mí; todo son falacias imposibles que limitan la mente del que redacta y le aterran una y otra vez cual entorno de horror.
Para qué seguir esperando... Por qué esforzarme... Solo sé que tengo que aguantar, que estoy hecho en base a paciencia y así debo de seguir por mi propio bien, no por la gloria de nadie, simplemente por ser mi necesidad de crecimiento y desarrollo, simplemente porque soy la prueba viviente de lo que el valor ha conseguido en mí. Soy el monumento construido en beneficio y honor de mí mismo.
Ese es y no dejará de ser el tema central de mi vida: Yo mismo.
No soy su nada. No sirvo ni funciono para lo que ella tiene planeado, no tengo la mínima idea de si me tiene o no considerado entre sus planes; pues claro, está don perfección haciéndome la vida imposible, impidiendo que pueda llegar a ella, molestando a medio camino.
Mi sueños son tantos, mis intenciones para bien han sido estructuradas, pero sigo aquí, desesperanzado en las cosas que probablemente sucederán y por las que me está cambiando; pues para ella sigo sin ser suficientemente bueno, o tal vez lo sea pero no quiera afectarme.
El punto es el mismo; querer sin querer, amar sin hacerlo y esperar a que no se adentre más en mí; todo son falacias imposibles que limitan la mente del que redacta y le aterran una y otra vez cual entorno de horror.
Para qué seguir esperando... Por qué esforzarme... Solo sé que tengo que aguantar, que estoy hecho en base a paciencia y así debo de seguir por mi propio bien, no por la gloria de nadie, simplemente por ser mi necesidad de crecimiento y desarrollo, simplemente porque soy la prueba viviente de lo que el valor ha conseguido en mí. Soy el monumento construido en beneficio y honor de mí mismo.
Ese es y no dejará de ser el tema central de mi vida: Yo mismo.
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RokCK (RokCK)
Para qué escribir cuando no hay tema, para qué esperar a que me responda cuando todo indica que no pretende hacerlo, la verdad es que mientr...