Nada tengo y nada soy, todo cuanto poseo y se proclama al rededor de mí son supersticiones y suposiciones, soy un pulso más en el reloj del mundo, tan importante como eso, tan fascinante como eso. Soy acechado por los laureles que a todos afligen, pero existo, oh sí. Y soy, lo demás es informal.
Nada tengo y nada soy, todo cuanto poseo y se proclama al rededor de mí son supersticiones y suposiciones, soy un pulso más en el reloj del ...