Una generación ha ido, hemos terminado la carrera, ahora somos Ingenieros en Sistemas Computacionales, egresados de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la —famosísima— Universidad de Colima. Es hora de hablar de mis compañeros, los que compartieron tiempo, calificaciones, reclamos y proyectos conmigo; los que vivieron dificultades, los que vieron letreros incómodos en el sistema único de calificaciones, empecemos de uno por uno:
Ramiro, al que tumbaron del poste, al que la uni no le revalidó nada, el chico con mala suerte que nunca más volvió desde las prácticas iniciales en las que cayó y quedó lesionado. Un repartidor de carne que llamaba los accidentes para sí como pocos he conocido en la vida. Esperemos se encuentre bien, pues nunca terminó el primero, incluso habiendo reingresado un año después.
Ernesto, por algunos conocido como "el terror de las hormigas", no me pondré a explicar por qué, ni siquiera lo consideré muy importante dentro del grupo, pero ahí estuvo, y de hecho tuvo que haber aportado algo para que el resto de personas en el salón se unificaran como uno solo, le estimo por eso.
Lalo, inolvidable su estilo peculiar de pronunciar las palabras como si fuera alguien, por así decirlo, "de rancho"; y que no se entienda como burla por favor, ya que el hombre sí era de armas tomar. Me caía bien, admito que en un principio pensé que no aprendería a llevarme con él, pero al paso de los días y las semanas entendí que su brusca presencia no era más que un toque agradable al grupo.
Tito, un tipo con quien desde el principio me sentí identificado, me agradaba ver sus dibujos a mano, con mucho talento sin duda. Lo único difícil era verle hablar a una dama cambiando su tono de voz de normal niño nerd a sex symbol, muy simpático; otra cosa para arrepentirse es que se haya retirado con tan grandes aptitudes, sin embargo, él sabrá sus razones al día de hoy.
Coria, el ride por defecto, no solo mío; tantos que fuimos los que pasamos por sus autos, de hecho medio salón nos transportábamos con él. Es una pena que decidiera dejar la escuela, me caía muy bien, era compañero de lunch times, de bromas y fugas; no olvido aquella noche que se hizo pasar por torero de autos alcoholizado, épico; ni cuando casi no la contamos después de ir a la pequeña laguna.
Micha, fue un buen compañero de todos incluso sabiendo que renunció a la institución; pero es genial que siguiera, que esté a punto de terminar también por su cuenta. Además, cada que nos juntamos para algo le contemplamos en la lista, maravilloso que esté presente y comparta de su camaradería.
Alba, no sé si terminó o no; mi compañera de al lado durante un semestre y muchas veces acusada de "mi acoso", sinceramente agradecí que fuera una mujer inteligente con crítica y lógica interesantes, con buenos planes para lo que venga. Si terminó, estaré feliz de verle allá afuera desempeñando algún papel importante en lo que a la ingeniería refiere, oh, por que sí, gran ingeniera sí es.
David, también dudo que haya podido terminar la carrera al mismo tiempo que nosotros; sin embargo, cabe la posibilidad de que lo haga un poco después. Le animo a seguir, siempre lo haré, es un caballero talentoso, con actitud de líder y emprendedor del que tengo mucho por aprender. Sabe que siempre ha tenido mi aceptación con su carácter y apoyo en lo que proyecte. Sin duda va que vuela para ser exitoso.
Karlita, desde el principio critiqué y puse en duda su capacidad como ingeniera, pero finalizó con nosotros las materias, y si es que hoy le queda un poco por hacer para terminar, estimo y tengo en alta consideración que lo haya logrado, que terminara, y sé, por mera percepción que es una mujer que terminará siendo figura pública en alguna institución o el gobierno mismo, sin más, le deseo lo mejor.
Alfredo, jamás olvidaré que fue la primera mano que estreché al llegar a la facultad, el primero con un rostro amable que presentó un esquema de amistad sincero; me agradó como persona, alguien capaz, que inició siendo un gamer y terminó pasando su examen Ceneval y considerando estudiar un posgrado; le deseo el mayor que todo cuanto emprenda le sea para bien. Nos pasó algo similar: los lentes nos trajeron ganas de estudiar.
Jonathan, tuvo que soportar muchos apodos, burlas, ensañes, molestias y ocurrencias de parte mía; aprecio que también entendiera el valor de las mismas para quitarle el miedo a enfrentar a un mundo que suele comerse a los débiles y poco competentes. Al fin, al día de hoy, demostró que sabe hacer las cosas y que el rendirse es lo único que te puede alejar del éxito.
Martín, curiosamente soy de los que prefieren a alguien capaz de hacer sin tanto bullicio lo que se les pida; por eso le considero un ayudante ideal. Además de ser un buen amigo y tener fama de muy malo para la ingeniería, lo que este hombre en cuestión sabe hacer sin dudar es desempeñar instrucciones, así, excelentemente. Por eso al día de hoy le considero parte de mis planes y me considero parte de los suyos en lo que la vida laboral nos depare.
Ubaldo, caso similar al de Martín, alguien dispuesto y con capacidad de hacer; aunque para mí con un alto desperdicio de sus capacidades gamer. Es un ejemplo de quien busca juntarse con los que saben con el firme propósito de aprender más y ser mejor. Respeto aparte a quien fuera durante varios semestres mi compañero de mesa y al final del Profe, de quien puedo decir aprendió mucho más.
Haro, la suerte, la actitud y la apariencia siempre estuvieron del lado de mi buen amigo. Y no, no era tonto, tenía capacidad de aprender, conocimiento, inteligencia; pero todos le recordamos agradablemente por su también fuerte afecto hacia las bebidas alcohólicas. No es alguien que aspire a mucho, pero la seguridad ante sus decisiones y el buen tino estoy seguro que le posicionarán en un estupendo lugar.
Isaac, más conocido como Hommie; sus expresiones serán siempre memorables entre los excompañeros, es difícil recordarlo en situaciones en las que se encontrara solo sin su muy apegado amigo Erik, respeto y valor para ambos al tolerarse durante tanto tiempo, yo ya me habría pasado de troll con cualquiera. Fuera el ámbito, un caballero de barrio merecedor de estima, funcional y responsable.
Erik, el otro líder nato del salón; por eso chocábamos tanto en cuanto a carácter. Es alguien inteligente que sabe guiar y expresar su ánimos, quizá lo único que le haría distinto a mí es que se esfuerza demasiado en recibir aceptación y merecer el éxito; grande amigo, debo decir que sin duda lo creo, el triunfo vendrá a su vida y sé que merecidamente. Suerte en todo para él.
Carlos, Profe, como hasta los maestros lo llamaban. Digno de ser admirado: Responsable, leal, ordenado, correcto —exceptuando aquella vez que nos hizo reír al decir una palabra al maestro—. Mi aventón de los últimos semestres; hay algunas situaciones que sería interesante contar de él, pero la mejor de todas es que una vez el alcohol entra a su organismo se convierte en su propio alter ego, es divertidísimo, sociable, alocado, reventado, distraído, entusiasta, y hasta medio gandalla a veces.
Memo, con el que comparto mucho más que aficiones; el ídolo de muchos por su capacidad de programar y trompear. Es agradable escucharle hablar, es una persona inteligente y lógica. Le estimo mucho por todo cuanto ha hecho y es alguien de quien soy feliz de haber aprendido algunas aptitudes; es serio, de lo más serio, aunque yo solía estar agradecido de que como grupo fuéramos capaces de arrancarle muchas risas. Sé que será una gran competencia allá afuera, pero en el fondo sé que lo puedo considerar amigo, y le respeto mucho.
Al final, la belleza de este ciclo se resume en eso, en que me fue posible conocer a personas con capacidades formidables, actitudes interesantes y muchas ganas de seguir con las que hice algunos proyectos, presenté otros, adquirí conocimientos y sin duda capturé hermosas amistades fincadas sobre el compañerismo. Les amo mucho, sinceramente, espero que todos logren sus sueños y sus metas sean enteramente cumplidas. Mis mejores deseos en todo. Nos veremos pronto, ahora, en un mundo hostil llamado comúnmente "laboral".
Ramiro, al que tumbaron del poste, al que la uni no le revalidó nada, el chico con mala suerte que nunca más volvió desde las prácticas iniciales en las que cayó y quedó lesionado. Un repartidor de carne que llamaba los accidentes para sí como pocos he conocido en la vida. Esperemos se encuentre bien, pues nunca terminó el primero, incluso habiendo reingresado un año después.
Ernesto, por algunos conocido como "el terror de las hormigas", no me pondré a explicar por qué, ni siquiera lo consideré muy importante dentro del grupo, pero ahí estuvo, y de hecho tuvo que haber aportado algo para que el resto de personas en el salón se unificaran como uno solo, le estimo por eso.
Lalo, inolvidable su estilo peculiar de pronunciar las palabras como si fuera alguien, por así decirlo, "de rancho"; y que no se entienda como burla por favor, ya que el hombre sí era de armas tomar. Me caía bien, admito que en un principio pensé que no aprendería a llevarme con él, pero al paso de los días y las semanas entendí que su brusca presencia no era más que un toque agradable al grupo.
Tito, un tipo con quien desde el principio me sentí identificado, me agradaba ver sus dibujos a mano, con mucho talento sin duda. Lo único difícil era verle hablar a una dama cambiando su tono de voz de normal niño nerd a sex symbol, muy simpático; otra cosa para arrepentirse es que se haya retirado con tan grandes aptitudes, sin embargo, él sabrá sus razones al día de hoy.
Coria, el ride por defecto, no solo mío; tantos que fuimos los que pasamos por sus autos, de hecho medio salón nos transportábamos con él. Es una pena que decidiera dejar la escuela, me caía muy bien, era compañero de lunch times, de bromas y fugas; no olvido aquella noche que se hizo pasar por torero de autos alcoholizado, épico; ni cuando casi no la contamos después de ir a la pequeña laguna.
Micha, fue un buen compañero de todos incluso sabiendo que renunció a la institución; pero es genial que siguiera, que esté a punto de terminar también por su cuenta. Además, cada que nos juntamos para algo le contemplamos en la lista, maravilloso que esté presente y comparta de su camaradería.
Alba, no sé si terminó o no; mi compañera de al lado durante un semestre y muchas veces acusada de "mi acoso", sinceramente agradecí que fuera una mujer inteligente con crítica y lógica interesantes, con buenos planes para lo que venga. Si terminó, estaré feliz de verle allá afuera desempeñando algún papel importante en lo que a la ingeniería refiere, oh, por que sí, gran ingeniera sí es.
David, también dudo que haya podido terminar la carrera al mismo tiempo que nosotros; sin embargo, cabe la posibilidad de que lo haga un poco después. Le animo a seguir, siempre lo haré, es un caballero talentoso, con actitud de líder y emprendedor del que tengo mucho por aprender. Sabe que siempre ha tenido mi aceptación con su carácter y apoyo en lo que proyecte. Sin duda va que vuela para ser exitoso.
Karlita, desde el principio critiqué y puse en duda su capacidad como ingeniera, pero finalizó con nosotros las materias, y si es que hoy le queda un poco por hacer para terminar, estimo y tengo en alta consideración que lo haya logrado, que terminara, y sé, por mera percepción que es una mujer que terminará siendo figura pública en alguna institución o el gobierno mismo, sin más, le deseo lo mejor.
Alfredo, jamás olvidaré que fue la primera mano que estreché al llegar a la facultad, el primero con un rostro amable que presentó un esquema de amistad sincero; me agradó como persona, alguien capaz, que inició siendo un gamer y terminó pasando su examen Ceneval y considerando estudiar un posgrado; le deseo el mayor que todo cuanto emprenda le sea para bien. Nos pasó algo similar: los lentes nos trajeron ganas de estudiar.
Jonathan, tuvo que soportar muchos apodos, burlas, ensañes, molestias y ocurrencias de parte mía; aprecio que también entendiera el valor de las mismas para quitarle el miedo a enfrentar a un mundo que suele comerse a los débiles y poco competentes. Al fin, al día de hoy, demostró que sabe hacer las cosas y que el rendirse es lo único que te puede alejar del éxito.
Martín, curiosamente soy de los que prefieren a alguien capaz de hacer sin tanto bullicio lo que se les pida; por eso le considero un ayudante ideal. Además de ser un buen amigo y tener fama de muy malo para la ingeniería, lo que este hombre en cuestión sabe hacer sin dudar es desempeñar instrucciones, así, excelentemente. Por eso al día de hoy le considero parte de mis planes y me considero parte de los suyos en lo que la vida laboral nos depare.
Ubaldo, caso similar al de Martín, alguien dispuesto y con capacidad de hacer; aunque para mí con un alto desperdicio de sus capacidades gamer. Es un ejemplo de quien busca juntarse con los que saben con el firme propósito de aprender más y ser mejor. Respeto aparte a quien fuera durante varios semestres mi compañero de mesa y al final del Profe, de quien puedo decir aprendió mucho más.
Haro, la suerte, la actitud y la apariencia siempre estuvieron del lado de mi buen amigo. Y no, no era tonto, tenía capacidad de aprender, conocimiento, inteligencia; pero todos le recordamos agradablemente por su también fuerte afecto hacia las bebidas alcohólicas. No es alguien que aspire a mucho, pero la seguridad ante sus decisiones y el buen tino estoy seguro que le posicionarán en un estupendo lugar.
Isaac, más conocido como Hommie; sus expresiones serán siempre memorables entre los excompañeros, es difícil recordarlo en situaciones en las que se encontrara solo sin su muy apegado amigo Erik, respeto y valor para ambos al tolerarse durante tanto tiempo, yo ya me habría pasado de troll con cualquiera. Fuera el ámbito, un caballero de barrio merecedor de estima, funcional y responsable.
Erik, el otro líder nato del salón; por eso chocábamos tanto en cuanto a carácter. Es alguien inteligente que sabe guiar y expresar su ánimos, quizá lo único que le haría distinto a mí es que se esfuerza demasiado en recibir aceptación y merecer el éxito; grande amigo, debo decir que sin duda lo creo, el triunfo vendrá a su vida y sé que merecidamente. Suerte en todo para él.
Carlos, Profe, como hasta los maestros lo llamaban. Digno de ser admirado: Responsable, leal, ordenado, correcto —exceptuando aquella vez que nos hizo reír al decir una palabra al maestro—. Mi aventón de los últimos semestres; hay algunas situaciones que sería interesante contar de él, pero la mejor de todas es que una vez el alcohol entra a su organismo se convierte en su propio alter ego, es divertidísimo, sociable, alocado, reventado, distraído, entusiasta, y hasta medio gandalla a veces.
Memo, con el que comparto mucho más que aficiones; el ídolo de muchos por su capacidad de programar y trompear. Es agradable escucharle hablar, es una persona inteligente y lógica. Le estimo mucho por todo cuanto ha hecho y es alguien de quien soy feliz de haber aprendido algunas aptitudes; es serio, de lo más serio, aunque yo solía estar agradecido de que como grupo fuéramos capaces de arrancarle muchas risas. Sé que será una gran competencia allá afuera, pero en el fondo sé que lo puedo considerar amigo, y le respeto mucho.
Al final, la belleza de este ciclo se resume en eso, en que me fue posible conocer a personas con capacidades formidables, actitudes interesantes y muchas ganas de seguir con las que hice algunos proyectos, presenté otros, adquirí conocimientos y sin duda capturé hermosas amistades fincadas sobre el compañerismo. Les amo mucho, sinceramente, espero que todos logren sus sueños y sus metas sean enteramente cumplidas. Mis mejores deseos en todo. Nos veremos pronto, ahora, en un mundo hostil llamado comúnmente "laboral".
Una generación ha ido, hemos terminado la carrera, ahora somos Ingenieros en Sistemas Computacionales, egresados de la Facultad de Ingenierí...