Tu mente quiere a la mía. Intentas desprender un poco de ti cada que me buscas, cada que me inspiras, y lo logras, con la reciprocidad a cambio de lo poco o casi nada que puedas conseguir de mí; quizá te engañes lentamente haciéndote creer lo soberana genio que eres, pero te engañas, no porque dude de tu alto nivel intelectual, sino porque tu carácter de niña te ha hecho víctima de la formación social en la nación machista que vives; y no sabes cómo experimentarlo, te cuesta mucho avanzar porque reaccionas más según emociones que con lógica pura, y se vale, pues eres una dama.
Si solamente lo pronunciaras, si solamente lo pidieras antes cambiarías un pecado por un placer para mí, somos perceptibles, somos sensitivos, somos sonoros. Dilo, quiero hacer esto, quiero hacer lo otro, voy a por esto, voy por aquello. No hay petición que acompañada de un dulce beso no sea permitida, no sea aceptada, no sea consentida.
Si solamente lo pronunciaras, si solamente lo pidieras antes cambiarías un pecado por un placer para mí, somos perceptibles, somos sensitivos, somos sonoros. Dilo, quiero hacer esto, quiero hacer lo otro, voy a por esto, voy por aquello. No hay petición que acompañada de un dulce beso no sea permitida, no sea aceptada, no sea consentida.
Tu mente quiere a la mía. Intentas desprender un poco de ti cada que me buscas, cada que me inspiras, y lo logras, con la reciprocidad a cam...