Hola, hace poco tiempo le envié un mensaje a la última chica que me gustó y por la que estuve un tiempo inmensamente feliz de haber conocido; no ahondaré en el tema, solo quiero mencionar que es una maravillosa persona.
También acepté, como siempre hago después de un tiempo, que hubo alguien que llegó y la hizo sentir mejor que yo; básicamente alguien que posee mucho más cualidades que un servidor, y yo quedé como perdedor.
No me quejo; de hecho en la nota de voz le pido que la cuide porque es muy valiosa. Sé la calidad de mujeres que me gustan; me ha pasado antes un par de veces, que descuido a alguien que quiero y llega alguien más gallo y me la gana; ¿por qué? Por distraído, por obstinado, por apasionado, por titubear.
De ninguna manera estoy haciendo menos las cualidades humanas y capacidades de las personas que me "bajan" a las chicas que me gustan; para nada, estoy diciendo que yo mismo me envuelvo en otros temas que afectan mi entorno y al ocuparme de ordenarlos y someterlos bajo mi control pierdo estabilidad y logro que la persona que me gusta opte por interesarse en alguien con mejor perfil.
No vengo aquí a llorar ni nada por el estilo, nací para ser grande y mis metas siempre son impresionantes, lo cierto es que tan grandes como mis objetivos son los retos a los que tengo que hacer frente todo el tiempo.
Como esta semana, por ejemplo, que estuve yendo a trabajar de las siete de la mañana a las ocho de la noche varias veces, ¿por qué? Nada más por mi necesidad de entender los entornos bajo los que se trabaja en éste mi tercer proyecto en el que participo en la empresa, el cual según me han dicho, cuando domine me dará a cambio una estabilidad laboral superior a dos años si así lo decido.
Soy un aprendiz y no dejaré nunca jamás de serlo; soy un amante eterno, alguien que cuando dice que quiere lo hace sinceramente y regala su corazón en bandeja de oro; porque las personas a las que amo, las que me frecuentan, las que me siguen el paso, merecen todo de mí.
Hoy me siento muy bien, lo digo sin nada de hipocresía; me sienta bien la libertad intelectual y mi capacidad introspectiva ha puesto a trabajar la maquinaria en torno a la necesidad de obtención y mejora en los resultados.
Voy a ser sincero, mudarme aquí en principio fue por la dama en cuestión, cuando me sacó de su vida estuve más que tentado a salir huyendo; pero como en todo, sé afrontar los cambios con valentía. Además me he acostumbrado y realmente me fascina la zona, así que no planeo irme, nada más realicé un par de acciones y salí, como siempre, beneficiado con mis decisiones.
También acepté, como siempre hago después de un tiempo, que hubo alguien que llegó y la hizo sentir mejor que yo; básicamente alguien que posee mucho más cualidades que un servidor, y yo quedé como perdedor.
No me quejo; de hecho en la nota de voz le pido que la cuide porque es muy valiosa. Sé la calidad de mujeres que me gustan; me ha pasado antes un par de veces, que descuido a alguien que quiero y llega alguien más gallo y me la gana; ¿por qué? Por distraído, por obstinado, por apasionado, por titubear.
De ninguna manera estoy haciendo menos las cualidades humanas y capacidades de las personas que me "bajan" a las chicas que me gustan; para nada, estoy diciendo que yo mismo me envuelvo en otros temas que afectan mi entorno y al ocuparme de ordenarlos y someterlos bajo mi control pierdo estabilidad y logro que la persona que me gusta opte por interesarse en alguien con mejor perfil.
No vengo aquí a llorar ni nada por el estilo, nací para ser grande y mis metas siempre son impresionantes, lo cierto es que tan grandes como mis objetivos son los retos a los que tengo que hacer frente todo el tiempo.
Como esta semana, por ejemplo, que estuve yendo a trabajar de las siete de la mañana a las ocho de la noche varias veces, ¿por qué? Nada más por mi necesidad de entender los entornos bajo los que se trabaja en éste mi tercer proyecto en el que participo en la empresa, el cual según me han dicho, cuando domine me dará a cambio una estabilidad laboral superior a dos años si así lo decido.
Soy un aprendiz y no dejaré nunca jamás de serlo; soy un amante eterno, alguien que cuando dice que quiere lo hace sinceramente y regala su corazón en bandeja de oro; porque las personas a las que amo, las que me frecuentan, las que me siguen el paso, merecen todo de mí.
Hoy me siento muy bien, lo digo sin nada de hipocresía; me sienta bien la libertad intelectual y mi capacidad introspectiva ha puesto a trabajar la maquinaria en torno a la necesidad de obtención y mejora en los resultados.
Voy a ser sincero, mudarme aquí en principio fue por la dama en cuestión, cuando me sacó de su vida estuve más que tentado a salir huyendo; pero como en todo, sé afrontar los cambios con valentía. Además me he acostumbrado y realmente me fascina la zona, así que no planeo irme, nada más realicé un par de acciones y salí, como siempre, beneficiado con mis decisiones.
Hola, hace poco tiempo le envié un mensaje a la última chica que me gustó y por la que estuve un tiempo inmensamente feliz de haber conocido...