Después de una semana de descubrimientos asombrosos, enamoramientos, liberación de miedos y superación de obstáculos puedo decir, sin nada de contención, que me siento renovado y en paz con el entorno; he cometido grandes fracasos, sí, pero he comprendido finalmente que el desprecio que venía sintiendo y todo ese enfoque negativo para con unas cuantas personas no hacían otra cosa que entristecerme más y mantenerme fuera de foco de lo que en realidad quiero lograr con mi vida.
Ya he pedido perdón demasiadas veces, esa gente sabe que estoy arrepentido por cualquier cosa que les hube dicho o hecho en el pasado, pero estaba ese pequeño detalle, ese diminuto horror a perdonarme a mí mismo en el intento de no volver a cometer los mismos errores del pasado, como si eso fuera a evitar que sucedieran en el futuro. Pero nada está escrito todavía, no miraré más a los males del pasado para determinar mis convicciones venideras.
Es difícil liderar una banda de tres o cuatro personas, porque cada cabeza piensa distinto y ha tenido diferentes experiencias a lo largo de su vida; ahora que los miembros a mi cargo son como treinta, no me queda más que aceptar con responsabilidad el honor que eso representa y seguir creciendo en pro del beneficio de todos (o al menos convencerlos de que así será).
He descubierto que soy un genio meticuloso e impresionante para convencer a las personas con argumentos verdaderos, sin necesidad de engaños, y eso me llena de dicha; pues gracias a las consecuencias de determinaciones recientes he conseguido regresar la paz a todas las áreas de mi vida. Lo necesitaba, lloraba e imploraba por que sucediera, al final pasó.
Pasé varios meses recientes siendo víctima de un aura de desconsuelo, soledad y depresión en torno a recibir un pequeño rechazo por parte de alguien, concentrando mis ideas en lo malo o insuficiente que fui para esa persona en específico, cuando no es así, cuando en vísperas de la gestión de un hombre grandioso caí en simples trampas que gente que te aísla socialmente hablando produce.
Por eso dejé de escribir esas ocho semanas de desprestigio como tenía pensado, porque realmente estaba enfocándome en dañarme a mí mismo con negatividad, antes de sobreponerme a un simple tropiezo. Me gusta cómo pienso, amo cómo pienso, las personas que se acercan a mí también aman eso de mí; no nací siendo guapo, elegante, fortachón, adinerado; nací con un cerebro que puedo explotar en mi beneficio.
A mí no me sonríen las damas en la calle, no me toquetean en el transporte público, de mí no hacen comentarios entre ellas de lo atractivo que soy o las ganas que tendrían de estar a mi lado, de mí los comentarios que se escuchan no proceden de ningún género en específico, pues cuando el hombre habla, la gente atiende, escucha, comprende, aprende y expande un poco más su mente. Ese soy yo, alguien que enamora tanto a mujeres como hombres, que sabe dar amor a sus allegados, que brinda alegría y armonía.
Los amo a todos, en especial a cada una de esas personitas que me han hecho difícil la vida, que me han obligado a crecer a la fuerza, en base a humillaciones y contraposiciones, todo mi ser se vuelca para decirles que respeto sus opiniones sobre mí, la manera en la que me juzgan y cómo han hecho conmigo; haré lo mejor que pueda pero estoy consciente de que no soy perfecto, no soy hermoso, no soy especial; solo soy capaz de hacer las cosas correctamente. Besos y abrazos generales gente preciosa.
Ya he pedido perdón demasiadas veces, esa gente sabe que estoy arrepentido por cualquier cosa que les hube dicho o hecho en el pasado, pero estaba ese pequeño detalle, ese diminuto horror a perdonarme a mí mismo en el intento de no volver a cometer los mismos errores del pasado, como si eso fuera a evitar que sucedieran en el futuro. Pero nada está escrito todavía, no miraré más a los males del pasado para determinar mis convicciones venideras.
Es difícil liderar una banda de tres o cuatro personas, porque cada cabeza piensa distinto y ha tenido diferentes experiencias a lo largo de su vida; ahora que los miembros a mi cargo son como treinta, no me queda más que aceptar con responsabilidad el honor que eso representa y seguir creciendo en pro del beneficio de todos (o al menos convencerlos de que así será).
He descubierto que soy un genio meticuloso e impresionante para convencer a las personas con argumentos verdaderos, sin necesidad de engaños, y eso me llena de dicha; pues gracias a las consecuencias de determinaciones recientes he conseguido regresar la paz a todas las áreas de mi vida. Lo necesitaba, lloraba e imploraba por que sucediera, al final pasó.
Pasé varios meses recientes siendo víctima de un aura de desconsuelo, soledad y depresión en torno a recibir un pequeño rechazo por parte de alguien, concentrando mis ideas en lo malo o insuficiente que fui para esa persona en específico, cuando no es así, cuando en vísperas de la gestión de un hombre grandioso caí en simples trampas que gente que te aísla socialmente hablando produce.
Por eso dejé de escribir esas ocho semanas de desprestigio como tenía pensado, porque realmente estaba enfocándome en dañarme a mí mismo con negatividad, antes de sobreponerme a un simple tropiezo. Me gusta cómo pienso, amo cómo pienso, las personas que se acercan a mí también aman eso de mí; no nací siendo guapo, elegante, fortachón, adinerado; nací con un cerebro que puedo explotar en mi beneficio.
A mí no me sonríen las damas en la calle, no me toquetean en el transporte público, de mí no hacen comentarios entre ellas de lo atractivo que soy o las ganas que tendrían de estar a mi lado, de mí los comentarios que se escuchan no proceden de ningún género en específico, pues cuando el hombre habla, la gente atiende, escucha, comprende, aprende y expande un poco más su mente. Ese soy yo, alguien que enamora tanto a mujeres como hombres, que sabe dar amor a sus allegados, que brinda alegría y armonía.
Los amo a todos, en especial a cada una de esas personitas que me han hecho difícil la vida, que me han obligado a crecer a la fuerza, en base a humillaciones y contraposiciones, todo mi ser se vuelca para decirles que respeto sus opiniones sobre mí, la manera en la que me juzgan y cómo han hecho conmigo; haré lo mejor que pueda pero estoy consciente de que no soy perfecto, no soy hermoso, no soy especial; solo soy capaz de hacer las cosas correctamente. Besos y abrazos generales gente preciosa.
Paz
Por
RokCK (RokCK)
Después de una semana de descubrimientos asombrosos, enamoramientos, liberación de miedos y superación de obstáculos puedo decir, sin nada d...