¿Te has despertado alguna vez sin ánimos de hacer nada?
Hace días que no me pasa, pero cuando me sucedió, resulta que estaba completamente ligado a mi manera de alimentarme. Así es, uno de los secretos que muchos nutricionistas no suelen revelar es el hecho de que cada alimento que ingerimos provoca una reacción en nuestra mente, en nuestro ánimo y en nuestro autoestima.
"Orandum est ut sit mens sana in corpore sano", significa "deberías suplicar por una mente sana en un cuerpo sano", el contexto en el que se menciona como una súplica me parece en definitiva algo interesante de analizar, puesto que es para muchos fácil creer que con asistir al gimnasio van a mantener una mente saludable, incluso sé de quienes ni siquiera modifican sus malas costumbres alimenticias; sin embargo, me parece que hay un trasfondo mucho mayor.
Yo creo que se convierte en un suplicio el despertar cada día (al menos en un inicio) e ignorar todos aquellos alimentos a los que nos tienen mal acostumbrados los medios que hacen daño al organismo; desde azúcares, cereales, frutas (sí, son azúcares también), lácteos, etcétera.
Y a todo esto, es necesario rogar por ayuda de lo alto para superar las tentaciones. También, imaginando que haya una rutina deportiva en tu vida, debes de hacer un sacrificio enorme cada que te motivas a asistir a lo que sea que hagas por fortalecerte. En suma, a mi interpretación, lo que Juvenal intenta obviar es que es necesaria una oración matutina para soportar la tentación y superar el deseo de quedarnos estáticos por el beneficio mayor de obtener un cuerpo saludable.
Hoy ha sido una mañana intensa, llegué al trabajo sin darme cuenta de que mi gafete se me cayó en casa, así que tuve que regresar de inmediato y usar de todos los medios posibles para estar a tiempo previo a la junta semanal en mi horario laboral. Corrí intensamente y me sé alegra de que mi cuerpo reaccionara a los cambios de aceleración que le solicité.
Voy empezando con estos cambios, pero estimo que, siguiendo por la línea en la que me encuentro, tarde o temprano notaré resultados agradables que me hagan sentir pleno y satisfecho de haber invertido en mi propio ser. Hasta ahora solo he optado por permanecer paciente, no sé qué me depara el destino en esa área, pero estoy consciente de que algo bueno deberá de surgir como consecuencia de mi buen actuar.
Bendito viernes para todos, disfruten mucho del fin de semana.
Hace días que no me pasa, pero cuando me sucedió, resulta que estaba completamente ligado a mi manera de alimentarme. Así es, uno de los secretos que muchos nutricionistas no suelen revelar es el hecho de que cada alimento que ingerimos provoca una reacción en nuestra mente, en nuestro ánimo y en nuestro autoestima.
"Orandum est ut sit mens sana in corpore sano", significa "deberías suplicar por una mente sana en un cuerpo sano", el contexto en el que se menciona como una súplica me parece en definitiva algo interesante de analizar, puesto que es para muchos fácil creer que con asistir al gimnasio van a mantener una mente saludable, incluso sé de quienes ni siquiera modifican sus malas costumbres alimenticias; sin embargo, me parece que hay un trasfondo mucho mayor.
Yo creo que se convierte en un suplicio el despertar cada día (al menos en un inicio) e ignorar todos aquellos alimentos a los que nos tienen mal acostumbrados los medios que hacen daño al organismo; desde azúcares, cereales, frutas (sí, son azúcares también), lácteos, etcétera.
Y a todo esto, es necesario rogar por ayuda de lo alto para superar las tentaciones. También, imaginando que haya una rutina deportiva en tu vida, debes de hacer un sacrificio enorme cada que te motivas a asistir a lo que sea que hagas por fortalecerte. En suma, a mi interpretación, lo que Juvenal intenta obviar es que es necesaria una oración matutina para soportar la tentación y superar el deseo de quedarnos estáticos por el beneficio mayor de obtener un cuerpo saludable.
Hoy ha sido una mañana intensa, llegué al trabajo sin darme cuenta de que mi gafete se me cayó en casa, así que tuve que regresar de inmediato y usar de todos los medios posibles para estar a tiempo previo a la junta semanal en mi horario laboral. Corrí intensamente y me sé alegra de que mi cuerpo reaccionara a los cambios de aceleración que le solicité.
Voy empezando con estos cambios, pero estimo que, siguiendo por la línea en la que me encuentro, tarde o temprano notaré resultados agradables que me hagan sentir pleno y satisfecho de haber invertido en mi propio ser. Hasta ahora solo he optado por permanecer paciente, no sé qué me depara el destino en esa área, pero estoy consciente de que algo bueno deberá de surgir como consecuencia de mi buen actuar.
Bendito viernes para todos, disfruten mucho del fin de semana.
¿Te has despertado alguna vez sin ánimos de hacer nada? Hace días que no me pasa, pero cuando me sucedió, resulta que estaba completamente ...