Y es entonces, cuando la madrugada del veinte de octubre, justo después de haber finalizado un día pésimo, de esos que uno quisiera olvidar para siempre, cuando descubro lo más importante de ésta ecuación, lo que me estaba frustrando, aquello que me hacía culpar a otros de mi postura conformista y limitada, ¿qué es? Mi falta de movimiento... Mi urgencia de cambio.
Definitivamente no había pasado tanto tiempo sintiéndome conforme en una situación y en un entorno en el que no participara evidentemente en el envolvimiento de un esquema que me produjera esta clase de seguridad falsa, no lo quiero y por eso, con la lucidez de mi amada noche, decido actuar, y con actuar me refiero a mudarme.
Sí, mi decisión la he tomado por mi propia cuenta, sin influencias ajenas, sin opiniones de otros, creo que es hora de volver a encontrar mi camino de independencia e individualidad que estuve ocultando todos estos meses tras la sombra de lo que mis "roomies" optaran opinar, hacer, o dejar de hacer.
Soy yo, más yo y únicamente yo en esta ecuación; y a quién agradezco, a Daniela, definitivamente su constante andar y procurar hacia el cambio por mejorías me ha hecho entenderlo todo. En serio tengo la urgente necesidad de salir de esta cavernosa situación de autocompasividad y miedo a lo que se presente. No necesito de nadie más para emprender mi vuelo, ni para hacer las cosas lo mejor posible.
Gracias mujer, me has enseñado mucho; eso y las ganas que le has puesto a la vida y a tu independencia son un ejemplo a seguir. Nunca dejes de ser así de proactiva y generosa, mi corazón sabe lo valiosa que eres y mi mente, en esta madrugada de decisión, está realmente entusiasmada con hacer.
No pienso avisarle a nadie, ésta vez, el cambio sucederá y posteriormente hablaré, quiero todo preparado, le he rogado a Dios por un lugar para mí en el que me encuentre fuera de cualquier círculo vicioso o necesidad de coactividad. Soy quien debe de reencontrar su universo y aprender a navegar en su oceano; si bien es cierto que mi día ha sido asqueroso, siempre que una noche se presenta más oscura, la claridad llega unos minutos después.
Y bueno, ayer fue mi más oscuro día, mi más oscuro momento en este departamento en el que no pretendo seguir cohabitando. Desde el despertar con la cucaracha haciéndome compañía, el sentirme completamente inútil en el trabajo, el olvidar en dónde dejé mis cosas, el faltar al respeto a ciertas personas, el hacer sentir presionados a otros, el involucrarme de más en decisiones que no me corresponden, el retar, el dudar, el sufrir y autocompadecerme, el fallar y fallar de nuevo, todo eso ha hecho que mi consciencia se renueve.
Es la parte que me gusta del fénix, quiero seguir leyendo, quiero no dejar de escribir, quiero maravillarme de las cosas que soy capaz de hacer, quiero explotar y explorar mi deliciosa personalidad, quiero universalizar mis ideas y crecer a partir de lo que he construido; me costará, definitivamente, pero me costará mucho menos si no afecto a terceros en el proceso, y es lo que pretendo hacer, extender las alas y alzar el vuelo, que por muy alta que parezca la montaña, yo sé que voy a conseguir mis metas.
Días malos no se presentan muy seguido en mi vida, estoy agradecido por eso, pero definitivamente me abren la mente a lo que sea que tenga que suceder para que continue creciendo. La codependencia no es mi mundo, ni el mundo que quiero ayudar a fomentar. La libertad y la mutua aceptación, el amor propio y el autorrespeto son los puntos a los que quiero asumir mi personalidad, y por eso voy, un par de semanas más y esto sucederá... A partir de ya abro de nuevo el capítulo de "mudanzas" y me ubico en la selección del mejor lugar para posar. Buena noche y gracias a quienes lo merezcan.
Definitivamente no había pasado tanto tiempo sintiéndome conforme en una situación y en un entorno en el que no participara evidentemente en el envolvimiento de un esquema que me produjera esta clase de seguridad falsa, no lo quiero y por eso, con la lucidez de mi amada noche, decido actuar, y con actuar me refiero a mudarme.
Sí, mi decisión la he tomado por mi propia cuenta, sin influencias ajenas, sin opiniones de otros, creo que es hora de volver a encontrar mi camino de independencia e individualidad que estuve ocultando todos estos meses tras la sombra de lo que mis "roomies" optaran opinar, hacer, o dejar de hacer.
Soy yo, más yo y únicamente yo en esta ecuación; y a quién agradezco, a Daniela, definitivamente su constante andar y procurar hacia el cambio por mejorías me ha hecho entenderlo todo. En serio tengo la urgente necesidad de salir de esta cavernosa situación de autocompasividad y miedo a lo que se presente. No necesito de nadie más para emprender mi vuelo, ni para hacer las cosas lo mejor posible.
Gracias mujer, me has enseñado mucho; eso y las ganas que le has puesto a la vida y a tu independencia son un ejemplo a seguir. Nunca dejes de ser así de proactiva y generosa, mi corazón sabe lo valiosa que eres y mi mente, en esta madrugada de decisión, está realmente entusiasmada con hacer.
No pienso avisarle a nadie, ésta vez, el cambio sucederá y posteriormente hablaré, quiero todo preparado, le he rogado a Dios por un lugar para mí en el que me encuentre fuera de cualquier círculo vicioso o necesidad de coactividad. Soy quien debe de reencontrar su universo y aprender a navegar en su oceano; si bien es cierto que mi día ha sido asqueroso, siempre que una noche se presenta más oscura, la claridad llega unos minutos después.
Y bueno, ayer fue mi más oscuro día, mi más oscuro momento en este departamento en el que no pretendo seguir cohabitando. Desde el despertar con la cucaracha haciéndome compañía, el sentirme completamente inútil en el trabajo, el olvidar en dónde dejé mis cosas, el faltar al respeto a ciertas personas, el hacer sentir presionados a otros, el involucrarme de más en decisiones que no me corresponden, el retar, el dudar, el sufrir y autocompadecerme, el fallar y fallar de nuevo, todo eso ha hecho que mi consciencia se renueve.
Es la parte que me gusta del fénix, quiero seguir leyendo, quiero no dejar de escribir, quiero maravillarme de las cosas que soy capaz de hacer, quiero explotar y explorar mi deliciosa personalidad, quiero universalizar mis ideas y crecer a partir de lo que he construido; me costará, definitivamente, pero me costará mucho menos si no afecto a terceros en el proceso, y es lo que pretendo hacer, extender las alas y alzar el vuelo, que por muy alta que parezca la montaña, yo sé que voy a conseguir mis metas.
Días malos no se presentan muy seguido en mi vida, estoy agradecido por eso, pero definitivamente me abren la mente a lo que sea que tenga que suceder para que continue creciendo. La codependencia no es mi mundo, ni el mundo que quiero ayudar a fomentar. La libertad y la mutua aceptación, el amor propio y el autorrespeto son los puntos a los que quiero asumir mi personalidad, y por eso voy, un par de semanas más y esto sucederá... A partir de ya abro de nuevo el capítulo de "mudanzas" y me ubico en la selección del mejor lugar para posar. Buena noche y gracias a quienes lo merezcan.
Y es entonces, cuando la madrugada del veinte de octubre, justo después de haber finalizado un día pésimo, de esos que uno quisiera olvidar ...