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Hoy por hoy, nada es tan sencillo como hacer una publicación en la red. Desde un celular, desde un café, desde un amigo. Sí, incluso los amigos pueden publicar tus fotos en situaciones bochornosas. Nadie sabe más de nosotros que Internet, por consiguiente los "gringos" (como cariñosamente los llamamos).

La movilidad se está convirtiendo lentamente en un estándar, poco a poco todas las personas en el mundo tenemos nuestros rostros captados en alguna base de datos a nivel global. Cada día es más sencillo localizar a aquellos con quienes parece no hemos tenido nada qué ver desde años atrás con solamente inspeccionar nuestras redes de conocidos. ¿Qué tan bueno es eso? El tiempo solamente nos lo dirá.

Google, con la "administración de la información de todos" como visión tilda lo más escabroso de los oídos más paranoicos. Facebook, quien conoce nuestros gustos y aficiones como nadie, tiene la capacidad desde imponer modas hasta provocar un evento de odio masivo. Que no abusen de ello puede ser una artimaña para evitar asustar a cualquiera. Oracle, con las bases de datos más poderosas y de las empresas más poderosas también, tiene la capacidad de saber cuánto y cómo se mueven los mercados de lado a lado. Twitter y su amplio conocimiento sobre tendencias.

Ahora, con la belleza de la movilidad, estas preciosas empresas no solamente saben cuestiones lógicas e intelectuales acerca de cada uno; también conocen el punto exacto en el que estás cuando publicas; que con una sencilla triangulación podrían decir más de ti que ni el mejor detective. ¿Lo harían? No lo creo, no todavía, ninguno de nosotros somos tan importantes como para que ellos se interesen en darnos seguimiento individual.

¿Cuál es un posible objetivo?
Espero no equivocarme, pero creo que de lo que se trata es que nos acostumbremos a ello; a estar vulnerables a ser vigilados, perseguidos, inspeccionados y analizados. Probablemente con fines buenos, como por ejemplo; identificar a un delincuente mucho antes de que cometa su atraco. Pero aquí es donde se ve violada un poco la vulnerabilidad de los grandes sistemas, ya que; a final de cuentas los mismos son regidos y dirigidos por normas hechas por manos humanas, que a su vez pueden cometer errores...

En fin. Como que me salí mucho del tema. Si hay algo que me asusta y bastante es que los celulares tengan la capacidad de publicar algo justo después de haberlo escrito o captado; y no tanto por que pueda sentirme como un criminal, pero nada más imaginen que un alto porcentaje de fotos tomadas y mensajes escritos son eliminados.

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Hoy por hoy, nada es tan sencillo como hacer una publicación en la red. Desde un celular, desde un café, desde un amigo. Sí, incluso los ami...