De esas veces que intentas, a como de lugar ser una mejor persona y pareciera que el mundo confabula en contra tuya para evitar que "disfrutes" la libertad de ser quien eres. No me siento melodramático ni triste porque la verdad tengo toda la confianza de que lo que hago y digo es para un bien mayor, aunque pocos puedan entenderlo. Ser una buena persona requiere, principalmente de una tremenda resistencia a los detractores, pues los encuentra uno, tristemente hasta en su propia casa.
Hoy he escuchado nuevamente la frase "tienes que salirte de la escuela", proveniente de los labios de las personas que a hoy en día más amo; todo porque no alcanzan a comprender cómo funcionan las cosas y se comprometen a demostrar que soy y seré un fracasado, así de simple; duele y todo el tiempo ha dolido pero el perder la confianza de alguien es excusa suficiente para escucharle decir todo el tiempo cuánto es que desmereces el todo (y a pesar de haber dado la cara a tus errores).
Podría decirse que es algo crítico que alguien tan cercano a mí infunda siempre ese desaliento y desmoralización; pero así es la vida, así se forja el carácter increíblemente; cabe destacar que todas esas personas que aparentan ser enemistades nunca te podrían afectar tanto como que tus más allegados osen defraudarte y lastimarte.
Tengo un problema, y mi problema es simple, incomprensión. Sin embargo como todos los problemas el mío viene acompañado de una paz interior y una inminente fortaleza de espíritu que evitan siempre verme caer; porque así debe ser, porque aunque mis huesos se estremezcan de pavor y mi sangre hierva por la inquietud siempre existirá alguien que me acompañe en mis momentos de dificultad. Y nunca jamás me abandonará.
Siempre he confesado lo fácil que es para las personas escribir cuando pasamos por momentos complicados, esto porque nuestro pensamiento suele situarse en el centro de los problemas. Curiosamente también, se me ha comentado que las personas que a ligeras medias son mis amigos no merecen mi amistad (digo eso porque honestamente ya no convivo con nadie que no esté hecho a partir de bits). Lo raro de todo es que en la nada vine al mundo, no hay porqué desear prevalecer a contra de la voluntad divina nada más que eso. Lo que significa que, si en este preciso instante debo salir a la calle a continuar lo que resta de mi vida, y no martirizarme sino encontrar la forma (que debe haberla), de ampliar mis horizontes y producir mis propios favores en virtud de que en algún momento todo lo aprendido rinda frutos, lo haré.
Hoy he escuchado nuevamente la frase "tienes que salirte de la escuela", proveniente de los labios de las personas que a hoy en día más amo; todo porque no alcanzan a comprender cómo funcionan las cosas y se comprometen a demostrar que soy y seré un fracasado, así de simple; duele y todo el tiempo ha dolido pero el perder la confianza de alguien es excusa suficiente para escucharle decir todo el tiempo cuánto es que desmereces el todo (y a pesar de haber dado la cara a tus errores).
Podría decirse que es algo crítico que alguien tan cercano a mí infunda siempre ese desaliento y desmoralización; pero así es la vida, así se forja el carácter increíblemente; cabe destacar que todas esas personas que aparentan ser enemistades nunca te podrían afectar tanto como que tus más allegados osen defraudarte y lastimarte.
Tengo un problema, y mi problema es simple, incomprensión. Sin embargo como todos los problemas el mío viene acompañado de una paz interior y una inminente fortaleza de espíritu que evitan siempre verme caer; porque así debe ser, porque aunque mis huesos se estremezcan de pavor y mi sangre hierva por la inquietud siempre existirá alguien que me acompañe en mis momentos de dificultad. Y nunca jamás me abandonará.
Siempre he confesado lo fácil que es para las personas escribir cuando pasamos por momentos complicados, esto porque nuestro pensamiento suele situarse en el centro de los problemas. Curiosamente también, se me ha comentado que las personas que a ligeras medias son mis amigos no merecen mi amistad (digo eso porque honestamente ya no convivo con nadie que no esté hecho a partir de bits). Lo raro de todo es que en la nada vine al mundo, no hay porqué desear prevalecer a contra de la voluntad divina nada más que eso. Lo que significa que, si en este preciso instante debo salir a la calle a continuar lo que resta de mi vida, y no martirizarme sino encontrar la forma (que debe haberla), de ampliar mis horizontes y producir mis propios favores en virtud de que en algún momento todo lo aprendido rinda frutos, lo haré.
De esas veces que intentas, a como de lugar ser una mejor persona y pareciera que el mundo confabula en contra tuya para evitar que "di...