Como mis sueños se han vuelto algo inalcanzable, tendré que ir matándolos uno a uno. Hasta quedarme solamente con aquellos que sean factibles. En primer lugar, nunca seré un blanco ojiazul de más de un metro con ochenta centímetros de estatura, por lo que las puertas al alcance de manera sencilla, nunca estarán.
Tengo el estereotipo de ser un "me gustan todas" así que para dejar esa etiqueta de lado, lo siguiente es remover todo contacto con personas que no son conocidas cercanas, familiares o gente de trabajo. No creo en las amistades que fructifican sin cultivarse, entiendase entonces que aquellas personas con las que no tengo ni remota comunicación, desaparecerán de mis redes (esto ocurrirá cuando vuelva a instalar las apps en mi celular).
Dinero, las probabilidades indican que deje morir el sueño de ser billonario; de ser así, entonces, empezaré a vivir lo más austero que pueda, como alguien que a penas y trae para un taxi en calidad de emergencia en la cartera. No tengo que demostrar suficiencia financiera a nadie, con el solo hecho de tener bajo control mis finanzas me doy por bien servido; y si a alguna tercera persona le llego a interesar, bueno, que se conforme sabiendo que no le va a faltar.
No llegaré a ser un genio, un erudito y mucho menos colmado en sabiduría; este ha sido el sueño que más trabajo me ha costado dejar ir, porque desde pequeño, lo único que reiteradamente le pedía al Cielo era llegar a ser un hombre sabio; pero leo las cosas que escribí en el pasado, observo los errores que he cometido, me enfrento a la realidad de mis limitaciones, además de la consciencia de que no tuve un entorno propicio para desarrollar mis capacidades intelectuales de la mejor manera; complejos, resentimientos y carencias, alas rotas.
Las mujeres bonitas son otra; si hasta la fecha soy un abanderado del rechazo social, qué se dirá de la perspectiva que las personas por las que siento atracción cuando opinan de un servidor; obviamente le tienen miedo a estar cerca de mí, no las culpo. Cultivé a un raro que pierde la cabeza estando con ellas, y me enfoqué en ser una especie de ermitaño, innecesario, lo reconozco, es parte de lo que estoy trabajando.
Ya está, por lo menos esos frentes "soñadores" son los que recuerdo por ahora. Sin dinero a borbotones, ni mujeres bonitas a mi alcance, ni una atractivo natural, ni inteligencia destacable, puedo decir que mis pies se encuentran más cerca del piso. Hola, mi nombre es Carlos y a partir de aquí reescribiré mi historia.
Todavía no encuentro un atributo del que me pueda valer, les avisaré cuando tenga uno a la mano. Sin embargo, vengo a decirles que al finalizar este mes habré cerrado algo, lo que sea, pequeñito, pero algo para empezar. Reto de Julio 2023: Evitar compras por confort (comida).