Hacer las cosas cuándo y cómo quieras, sentarte, observar, tener una preciosa figura en frente, admirarle mientras los minutos corren, recorrer la idea en tu cabeza varias veces hasta entender no para ti, sino para ella misma el modo tan interesante en el que piensa. Y reír de parecer un idiota las otras trescientas veces que lo intentaste, y soportarlo, decir adiós a la idea.
Así es el juego, a veces vas a ganar, otras vas a perder; estoy acostumbrándome a ambas situaciones, posturas, conclusiones. Desde el momento mismo en el que se me acepta y adopta me sé un ganador sin precedentes, pero sé igualmente que así de fácil como puede parecer algo puede dejar de serlo. Y entonces vuelvo a la realidad, a reconocer que no soy ni el único ni el mejor, y que con ese filtro a la vista si mis ganas de triunfar menguan se acabará cualquier ilusión absurda. Y así debe ser.
Importante es expresar que me agradan tanto las buenas ideas como el llevarlas a cabo, pero que no me gusta ser quien dé todo de sí sin participación mutua de los socios en el culminar del proyecto, de ser proyecto en grupo. Por eso a veces soy individualista y como individualista de lo mejor los son mis resultados, porque sé que soy de los que no se cansan del fracaso, de la lucha.
Es cierto que al intentar (quizá sea la palabra pecado del día: intentar) mucho he tenido pifias en todos los ámbitos, pero también hay aciertos, hay relaciones inolvidables, sociedades, amistades, hay sucesos importantes y proyectos preciosos además de todo el conocimiento que la experiencia ha vaciado sobre mí.
Probablemente no sea claro todo lo que dije anteriormente, y se trataba de eso, de que no se supiera en claro por qué razón específica lo he escrito. Todos somos inmortales si se nos mide por la influencia que podemos desarrollar en alguien más, negativa o positiva aún lo es; todavía recuerdo a quienes me han rechazado para planes, a quienes no han aceptado una taza de café siquiera beber en mi compañía, a quienes han bordeado mi andar en la banqueta; y saben, también son influencias. Es navidad así que como deseo y frase a recordar necesito una que no se olvide: "No hay un itinerario para vivir, todo es ensayo y error; fracasa, reponte e intenta de nuevo. La vida no ha sido hecha para lamentarse sino para gozarse." Salud a todos. Siempre.
Así es el juego, a veces vas a ganar, otras vas a perder; estoy acostumbrándome a ambas situaciones, posturas, conclusiones. Desde el momento mismo en el que se me acepta y adopta me sé un ganador sin precedentes, pero sé igualmente que así de fácil como puede parecer algo puede dejar de serlo. Y entonces vuelvo a la realidad, a reconocer que no soy ni el único ni el mejor, y que con ese filtro a la vista si mis ganas de triunfar menguan se acabará cualquier ilusión absurda. Y así debe ser.
Importante es expresar que me agradan tanto las buenas ideas como el llevarlas a cabo, pero que no me gusta ser quien dé todo de sí sin participación mutua de los socios en el culminar del proyecto, de ser proyecto en grupo. Por eso a veces soy individualista y como individualista de lo mejor los son mis resultados, porque sé que soy de los que no se cansan del fracaso, de la lucha.
Es cierto que al intentar (quizá sea la palabra pecado del día: intentar) mucho he tenido pifias en todos los ámbitos, pero también hay aciertos, hay relaciones inolvidables, sociedades, amistades, hay sucesos importantes y proyectos preciosos además de todo el conocimiento que la experiencia ha vaciado sobre mí.
Probablemente no sea claro todo lo que dije anteriormente, y se trataba de eso, de que no se supiera en claro por qué razón específica lo he escrito. Todos somos inmortales si se nos mide por la influencia que podemos desarrollar en alguien más, negativa o positiva aún lo es; todavía recuerdo a quienes me han rechazado para planes, a quienes no han aceptado una taza de café siquiera beber en mi compañía, a quienes han bordeado mi andar en la banqueta; y saben, también son influencias. Es navidad así que como deseo y frase a recordar necesito una que no se olvide: "No hay un itinerario para vivir, todo es ensayo y error; fracasa, reponte e intenta de nuevo. La vida no ha sido hecha para lamentarse sino para gozarse." Salud a todos. Siempre.
Hacer las cosas cuándo y cómo quieras, sentarte, observar, tener una preciosa figura en frente, admirarle mientras los minutos corren, recor...