Hay seres en este mundo que deberían andar con cuidado, sean damas o caballeros, su sola presencia puede marcar ciertas diferencias interesantes y obligarnos a plantear la duda de si son o no de por aquí, del planeta Tierra.
Dicho lo anterior que nada tiene que ver con la entrada, continuo con mi narrativa habitual; me he dado cuenta que el acostumbrarme al teclado que uso aquí, siendo tan distinto al que utilizo en casa me ha causado serios estragos configuracionales. Donde allá hay signos de mayor y menor qué, aquí hay un shift enorme, donde allá hay un símbolo de acento, diéresis o la letra portuguesa que tengo flojera investigar como se llama, aquí hay solo dobles comillas, llaves y corchetes.
El verdadero problema de la variación de teclado es cuando intento redactar algo, sea aquí o allá, me siento como aquel que después de haber vivido como extrangero en otra nación llega a donde solía ser nativo y no comprende el lenguaje. Creo que estoy debrayando, pero es uno de los gustos que puedo darme al escribir en mi propia zona de libertad; sin límites, sin absurdos complejos.
Anoche comencé a escribir la segunda parte de lo único que hasta la fecha me ha enorgullecido de haber sido escrito por mí debido a la naturaleza real de su influencia, para con, al menos, una persona. Esta vez, el enfoque será inverso al anterior, pero con la misma esencia y simplicidad, y con el objetivo claro de ser de ayuda para alguien más. Cosa que espero suceda en un momento dado.
También me he visto recientemente al espejo, creo que la falta de amor y cercanía de mis seres queridos me está cobrando factura. No me siento mal, pero me veo distinto, tal vez todo sea parte del mismo proceso de crecimiento; crecimiento que en serio me siento urgido por experimentar en el hoy vivir.
Y bueno, siguiendo con el tema de las influencias, creo que es interesante la fuerza con la que una personalidad percibe a otra en un entorno cercano, somos como manchas de tinta crecientes sobre papel, y ese papel, son las personas que se encuentran a nuestro alcance...
Las influencias se traducen de muchas formas: Como adaptaciones, como compaginación, como cambios verdaderos, como purficaciones, como moldes. Me gusta creer que he afectado positivamente en las pocas personas que he tenido la oportunidad de hacerlo, me gusta saber también, que para bien, aquellas personas que han estado cerca me han servido como ejemplo y excelente influencia.
Pienso que el ser, hoy, tal cual soy, se desprende en un noventa por ciento de lo que otros benditos seres han impactado a mi vida y probablemente un diez por ciento del ser genuino, ingenuo, ignorante e insípido que era al comienzo de mi carrera vital. Entonces, por encima de todo, es el pensamiento que tengo presente el día de hoy: Impactar vidas, y que ese impacto sea para bien.
Dicho lo anterior que nada tiene que ver con la entrada, continuo con mi narrativa habitual; me he dado cuenta que el acostumbrarme al teclado que uso aquí, siendo tan distinto al que utilizo en casa me ha causado serios estragos configuracionales. Donde allá hay signos de mayor y menor qué, aquí hay un shift enorme, donde allá hay un símbolo de acento, diéresis o la letra portuguesa que tengo flojera investigar como se llama, aquí hay solo dobles comillas, llaves y corchetes.
El verdadero problema de la variación de teclado es cuando intento redactar algo, sea aquí o allá, me siento como aquel que después de haber vivido como extrangero en otra nación llega a donde solía ser nativo y no comprende el lenguaje. Creo que estoy debrayando, pero es uno de los gustos que puedo darme al escribir en mi propia zona de libertad; sin límites, sin absurdos complejos.
Anoche comencé a escribir la segunda parte de lo único que hasta la fecha me ha enorgullecido de haber sido escrito por mí debido a la naturaleza real de su influencia, para con, al menos, una persona. Esta vez, el enfoque será inverso al anterior, pero con la misma esencia y simplicidad, y con el objetivo claro de ser de ayuda para alguien más. Cosa que espero suceda en un momento dado.
También me he visto recientemente al espejo, creo que la falta de amor y cercanía de mis seres queridos me está cobrando factura. No me siento mal, pero me veo distinto, tal vez todo sea parte del mismo proceso de crecimiento; crecimiento que en serio me siento urgido por experimentar en el hoy vivir.
Y bueno, siguiendo con el tema de las influencias, creo que es interesante la fuerza con la que una personalidad percibe a otra en un entorno cercano, somos como manchas de tinta crecientes sobre papel, y ese papel, son las personas que se encuentran a nuestro alcance...
Las influencias se traducen de muchas formas: Como adaptaciones, como compaginación, como cambios verdaderos, como purficaciones, como moldes. Me gusta creer que he afectado positivamente en las pocas personas que he tenido la oportunidad de hacerlo, me gusta saber también, que para bien, aquellas personas que han estado cerca me han servido como ejemplo y excelente influencia.
Pienso que el ser, hoy, tal cual soy, se desprende en un noventa por ciento de lo que otros benditos seres han impactado a mi vida y probablemente un diez por ciento del ser genuino, ingenuo, ignorante e insípido que era al comienzo de mi carrera vital. Entonces, por encima de todo, es el pensamiento que tengo presente el día de hoy: Impactar vidas, y que ese impacto sea para bien.
Hay seres en este mundo que deberían andar con cuidado, sean damas o caballeros, su sola presencia puede marcar ciertas diferencias interesa...