Nos podemos equivocar, poner los ojos y la mente en algo o alguien que no es para nosotros; hay que aprender a desapegarnos si lo que intentamos es crecer, eso probablemente nos vuelva personas aisladas y con un corazón a simple vista menos sensible, ¿será beneficioso a largo plazo?
Entre las cosas que pienso continuamente se encuentra eso, ¿cuál es la dimensión de mis sueños y soy capaz de alcanzarlos para así, en un futuro no muy lejano dar una mejor calidad de vida a quienes dependan de mí o es quizá la mejor opción volverme más egoísta y disfrutar de cada uno de los momentos de mi vida como el último sin afanarme por un futuro que tal vez no llegue a conocer?
Es probable que me guste la personalidad de más de una persona, y eso es mejor que la apariencia, porque definitivamente el deterioro nos afecta con el paso del tiempo a todos, ¿me interesa estar con una mujer a pesar de no ser físicamente cautivadora por el solo hecho de poder convivir sanamente con ella?
A diario me surgen dudas de todo tipo; en días pasados había tenido problemas incluso para dormir por temor a que me corrieran de mi trabajo en un par de meses. Todavía lo pienso un poco, aunque trato de relajarme encontrando los hilos que podrían dictaminar que no sucederá, el destino no está previamente escrito, eso lo comprendo, pero si mantengo mi mente tranquila las cosas empiezan a funcionar de una forma bien ordenada.
¿Y si la persona indicada para mí simplemente no ha cruzado su camino conmigo? Los vicios nos hacen daño, nublan nuestro pensamiento y provocan que nuestra toma de decisiones no sea clara.
Pero entre vicios y aficiones, gustos y adicciones, las líneas divisorias pueden ser muy delgadas; tanto, que a penas ayer mismo entendí una indirecta que debería ser circunstancial para el resto de mi vida, hay que tener valor para aseverar necesidad de cambio, y eso, mis queridos amigos, es lo que voy a hacer. Cambiar para mi propio bien, que el día de mañana en algún lugar observe atrás a mis años anteriores y acepte con gusto haberme librado de malas conductas.
Sobrepensar las cosas basta para conseguir que algo esperanzador y reconfortante se convierta en ansiedad, fatiga y hastío. Todo viene de la mano de quien ha reconocido que es momento de avanzar, créanme que es más difícil alejarse de comportamientos y actitudes que de cualquier otra droga común; porque las acciones son tangibles, concretas y específicas (uno ve a un fumador adquiriendo cigarros y consumiéndolos), mientras que aquello que uno considera inherente, al ser intangible, abstracto y general, como un mal hábito oculto que nos hace daño, buscaremos defenderlo contra la única persona a la que jamás seremos capaces de engañar completamente, nosotros mismos.
Entre las cosas que pienso continuamente se encuentra eso, ¿cuál es la dimensión de mis sueños y soy capaz de alcanzarlos para así, en un futuro no muy lejano dar una mejor calidad de vida a quienes dependan de mí o es quizá la mejor opción volverme más egoísta y disfrutar de cada uno de los momentos de mi vida como el último sin afanarme por un futuro que tal vez no llegue a conocer?
Es probable que me guste la personalidad de más de una persona, y eso es mejor que la apariencia, porque definitivamente el deterioro nos afecta con el paso del tiempo a todos, ¿me interesa estar con una mujer a pesar de no ser físicamente cautivadora por el solo hecho de poder convivir sanamente con ella?
A diario me surgen dudas de todo tipo; en días pasados había tenido problemas incluso para dormir por temor a que me corrieran de mi trabajo en un par de meses. Todavía lo pienso un poco, aunque trato de relajarme encontrando los hilos que podrían dictaminar que no sucederá, el destino no está previamente escrito, eso lo comprendo, pero si mantengo mi mente tranquila las cosas empiezan a funcionar de una forma bien ordenada.
¿Y si la persona indicada para mí simplemente no ha cruzado su camino conmigo? Los vicios nos hacen daño, nublan nuestro pensamiento y provocan que nuestra toma de decisiones no sea clara.
Pero entre vicios y aficiones, gustos y adicciones, las líneas divisorias pueden ser muy delgadas; tanto, que a penas ayer mismo entendí una indirecta que debería ser circunstancial para el resto de mi vida, hay que tener valor para aseverar necesidad de cambio, y eso, mis queridos amigos, es lo que voy a hacer. Cambiar para mi propio bien, que el día de mañana en algún lugar observe atrás a mis años anteriores y acepte con gusto haberme librado de malas conductas.
Sobrepensar las cosas basta para conseguir que algo esperanzador y reconfortante se convierta en ansiedad, fatiga y hastío. Todo viene de la mano de quien ha reconocido que es momento de avanzar, créanme que es más difícil alejarse de comportamientos y actitudes que de cualquier otra droga común; porque las acciones son tangibles, concretas y específicas (uno ve a un fumador adquiriendo cigarros y consumiéndolos), mientras que aquello que uno considera inherente, al ser intangible, abstracto y general, como un mal hábito oculto que nos hace daño, buscaremos defenderlo contra la única persona a la que jamás seremos capaces de engañar completamente, nosotros mismos.
Nos podemos equivocar, poner los ojos y la mente en algo o alguien que no es para nosotros; hay que aprender a desapegarnos si lo que intent...