Un día empecé a escribir, de una manera distinta, sin molestia ni incomodidad, sin furor o miedos por dejar ir. Y me fui a partir de ahí. No se trata de criticar o de hablar cosas negativas, lo que estoy haciendo es enfocarme, necesitaba cambiar, principalmente porque ni yo mismo me toleraba los últimos días.
Y el empujón que me dieron, que me llevó justo al foco de la realidad ha hecho bastante bien; recuperé mi capacidad de pesar las circunstancias, redescubrí el potencial en mí, ahí había estado todo el tiempo, pero claro, tan atorado y abrumado por nimiedades y superficialidades, no lo alcanzaba a ver.
Me tuve que dejar en claro que no era la versión de mí en la que quería seguir, y para comprometerme a la importancia de la renovación, eliminé todo del alcance de mi mano. Hoy descubrí una nueva regla, algo que creo que me costará un poco más de trabajo hacer, pero como todo hasta el día de hoy, lo lograré: Eliminar a todas aquellas personas que no conozco de mis redes, gente con la que no tengo ni he tenido interacción alguna y que están ahí, simplemente porque me parecen personas atractivas.
Este nuevo paso en mi proceso de cambio lo llevaré a cabo una vez que tenga reinstaladas las apps en mi celular; ausencia de las cuales me ha hecho recapacitar bastante en lo que respecta a mis necesidades y gustos. Para centrarme en construir una mejor persona en mí, tengo que ir hasta las raices, dejar ir gustos y aficiones que no sirven para nada a largo plazo, esforzarme por las cosas que me serán de bien a futuro; es lo que he estado haciendo: Lectura, programación, escritura, finanzas, hábitos, salud, orden y más orden.
Estaba encaminado al autosabotaje y la decadencia, castigándome de maneras ruines y atascándome de lo poco que había a mi alcance. Dichosos son quienes no tienen que pasar por un procedimiento así para entrar en razón, sabios pordríamos considerarles. El monstruo en mí se ha calmado nuevamente, estamos aprendiendo a vivir juntos en armonía. No tengo enemigos más que uno muy de vez en cuando; y cuando ha ocurrido que se aparece, suele ocultarse tras el espejo en cuanto lo descubro.