En ocasiones me gustaría que la vida fuera como el software en una computadora; que sin importar lo mal que te encuentres, lo feo que te haya tratado tu entorno, puedas simplemente formatear y dar una especie de reinicio de fondo. Y cuando tus recursos generales están bien, puedas continuar desempeñándote de la mejor manera una vez actualizar y reinstalar los componentes más necesarios.
Bajo esa premisa, estuve "limpiando" mi computadora, quité un par de cientos de "favoritos" que me causaban estrés a una lista de unos treinta links que utilizo más comúnmente de lo que esperaba. Además de eso, desinstalé un par de herramientas que probablemente haya que volver a configurar si las necesito de nuevo, y estoy en ese punto, entre decidirme si darle formato de una vez o continuar con lo que ya tengo. Estaría padre que el MacOS "Monterey" quede en un renovado equipo, pero sigo pensándomela. En este momento no hay nada en ella que verdaderamente me pese perder al dar formato. Lo que no está almacenado en la nube, lo tengo en discos externos, así que sin problemas lo podría hacer.
Una de las prácticas que recientemente adquirí, es la de mantener mi computadora lo más limpia que me sea posible. Eso significa que descargas, software, documentos, multimedia y demás, se van cada cierto tiempo; habrá que hacer un poco de publicidad a la excelente herramienta que es CleanMyMac.
Tengo un pleito actual con el teclado y el pad del equipo que me otorgaron en el trabajo; falla mucho, no reacciona al tiempo que lo requiero. Admito que comprendo a las personas que les gusta tener sus dispositivos tan actualizados como sea posible, seguro estoy de que me podría beneficiar de un teclado externo pero las restricciones de seguridad por parte de la empresa me impiden conectar dispositivos externos (las cuales, dicho sea de paso son una lata).
My life is not working fine and I understand, but I'll keep trying until my last day.
Entonces, ¿qué va a pasar a partir de ahora? Sinceramente, no lo sé. Estoy estudiando cuando hay oportunidad; trato de ponerme retos más interesantes, consciente de que no he podido aprender al ritmo que los mejores y eso me pone algo triste. Me he sentido más consciente; preocupado, sí, pero consiente de que de nada me sirve quejarme para salir de apuros.
Esto del cambio de horario, también viene a hacerme sentir mejor, hay una sensación de disminución en el ritmo de todo el entorno que me envuelve y provee una comodidad inexplicable; ¿una hora puede hacer la diferencia? No lo creo, solo pienso que hay bastantes detalles ligados al control de mi estabilidad, desde un contexto relajado y un equipo funcional, hasta un clima sin el calorón que había estado haciendo o comer saludablemente. Probablemente habrá quién piense que exagero, pero simplemente considero que soy uno con lo que me rodea y no puedo evitarlo.