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Buen título para mi entrada. La historia se desarrolla en un par de clases sin profesor de la materia optativa durante el día de hoy, materia a la cual, solo un compañero y yo asistimos puesto que el resto del salón está en "redes" haciendo como que estudian y se preparan para lo que vendrá a ser un futuro libre de tensiones escolares y más bien holgado en ámbitos quizá ejecutivos, quizá de campo, o quizá gubernamentales como quisieran ellos terminar.

Memo, con quien charlaba, resulta ser uno de los personajes centrales en mi cuestión educacional a nivel profesional, intuitivo, capaz, inteligente y sobrio, dedicado pero eso sí, muy orgulloso, más cercano al hoy que antes; mencionaba que sus padres le habían convencido de seguir estudiando, ya que había conseguido durante las pasadas vacaciones un excelente trabajo en el que, además de ganar bien, tiene oportunidad de desarrollarse, aprender más de lo que le gusta y sobre todo, demostrar sus capacidades.

Cuando todo lo logras sin un papel en la mano que diga "ingeniero" como etiqueta, pierdes la perspectiva del asunto, empiezas a creerte más importante que los mismos que te instruyen, eso es lógico, porque en palabras del mismo "ellos no se actualizan, se quedan con lo que ya saben y es lo que enseñan", en estancan pues. Después de un rato de rollo mutuo, en el que uno exponía los factores de por qué la escuela ya no lo convencía y el otro explicaba que nos convenía a todos su formación completa se me ocurrió algo en concreto que hizo la diferencia:

"Tú eres programador, —le dije. Mira tu carrera como un programa el cual llevas al ochenta por ciento. Si bien tú, desde hace mucho demostraste que puedes desarrollar el programa, pues se trata únicamente que me des el valor del área de un cubo. Pero como te sabes capaz, lo dejas así, inconcluso, dime ¿crees que al ochenta por ciento tu programa está completo? El hecho es, que probablemente lo finalicen otros o tú mismo con una cosa simple, con una línea de código, con un get, con lo que quieras, pero solo hasta ese momento puedes decir que el programa está completo. Igual tú, tu eres un ingeniero hasta que tienes el papel en la mano, quizá es un mero trámite el cual honoris causa ya te merecerías, no importa, hasta que lo tengas debes de seguir adelante. Hasta que termines o serás un código inútil."

Después de mirarme con su poco expresiva mirada aceptó, y dijo que nunca lo había visto de ese modo, ya que es alguien, que por experiencia personal lo digo, detesta dejar código a medias, detesta no terminar el programa que se propone, así que puse el dedo en la llaga con el ejemplo. Finalmente expresar que aunque en el mundo laboral me convendría no tener una competencia como él, porque conozco sus capacidades, sé que él mismo hace mejor a México, y en favor de todos es que pienso. Y el consejo para hoy es: Nunca abandones los proyectos, siempre, sea rápida o lentamente, conclúyelos. Yo tengo muchos a medias, pero ninguno he dejado morir hasta hoy, son parte ya de mí.

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