Que vida... la mía. A veces te cansas de todo, de la vida misma incluso y solo quieres dejar fluir tu espíritu libre del resto de tu vana persona. Y entonces llegan esas amargas menciones y consejos dementes que te controlan y mienten, para tu historia de dramática forma convertirla en real, porque aunque eres, hasta ahora no eres. Y si lo eres, quieres dejar de serlo. No por miedo, por cansancio, ves a todos con todo; y tú sigues del mismo modo, introspectivo y solo. Y sí, el karma anda bien, pero tu mente divaga por la necesidad de ser quien tu luz apaga.
Que vida... la mía. A veces te cansas de todo, de la vida misma incluso y solo quieres dejar fluir tu espíritu libre del resto de tu vana pe...