Esa música que despide tu delicioso cuerpo al andar hace armonía con mi corazón excitado, no hay más, debo decir que nos hemos enamorado.
Ese gemir poderoso cual cantante soprano que pronuncias en el vaivén del momento, solo confirman que lo mejor para mí es estar a tu lado.
Disfrutar cada fibra de tu aspecto de diosa, evocar tu confianza al máximo y comprender el sentir y respirar tu aroma al susurro del movimiento sobre la cama. No habrá más calma.
Los muchos colores que que a mis ojos impactan, plasmados en gotas de sudor, vapores carnales y roces constantes de nuestras almas juntas, que no se ignore que lo hacemos los dos ya que es un arte mutuo.
Tus pupilas dilatadas, tu calor corporal, tu jadeante voz y el furor de mi ser no son otra cosa que tildes de belleza que me hacen enloquecer en medio de la inmundicia que supone el habitar en esta vida, contigo, hermosa, me vuelvo normal. Un animal.
La sangre en tus venas andando veloz, los pliegues de tu silueta sugiriendo fervor; poseer semejante majestuosidad sobre mí me hace sentir el mejor. Hombre de gran valor. Que no teme, que lo vale, lo merece, glorias de espíritu con tu sabor a perfección hacen estallar mi espectro y recibir de ti la fuente de pasión.
Reclama mi esencia el saber, el probar más allá de ti, hasta donde nadie ha conocido tu sustancia de doncella, hasta donde nadie se ha humillado besarte, admirarte, escribir con mi lengua este poema sobre tu dulzura, la demostración de excelencia para mí es tu figura.
Disfrutar cada fibra de tu aspecto de diosa, evocar tu confianza al máximo y comprender el sentir y respirar tu aroma al susurro del movimiento sobre la cama. No habrá más calma.
Los muchos colores que que a mis ojos impactan, plasmados en gotas de sudor, vapores carnales y roces constantes de nuestras almas juntas, que no se ignore que lo hacemos los dos ya que es un arte mutuo.
Tus pupilas dilatadas, tu calor corporal, tu jadeante voz y el furor de mi ser no son otra cosa que tildes de belleza que me hacen enloquecer en medio de la inmundicia que supone el habitar en esta vida, contigo, hermosa, me vuelvo normal. Un animal.
La sangre en tus venas andando veloz, los pliegues de tu silueta sugiriendo fervor; poseer semejante majestuosidad sobre mí me hace sentir el mejor. Hombre de gran valor. Que no teme, que lo vale, lo merece, glorias de espíritu con tu sabor a perfección hacen estallar mi espectro y recibir de ti la fuente de pasión.
Reclama mi esencia el saber, el probar más allá de ti, hasta donde nadie ha conocido tu sustancia de doncella, hasta donde nadie se ha humillado besarte, admirarte, escribir con mi lengua este poema sobre tu dulzura, la demostración de excelencia para mí es tu figura.
Armonía
Por
RokCK (RokCK)
Esa música que despide tu delicioso cuerpo al andar hace armonía con mi corazón excitado, no hay más, debo decir que nos hemos enamorado. Es...