Mostrando las entradas con la etiqueta anhelo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta anhelo. Mostrar todas las entradas
Las personas mienten; a veces para proteger a otros, a veces por la falta de ganas de decir la verdad, o porque simplemente tienen la costumbre de hacerlo para evitar continuar una charla.

Estaba pensando que antes, cuando era bueno, podía obtener su atención con cierta facilidad; hoy que estoy en proceso de morir a sus ojos, que queda en la nada el deseo y la insolencia sale a flote por que sí, porque es parte del proceso de propiedad al que las personas se someten cuando aceptan el suceder de algo tal cual.

No puedo negar que soñarle ha sido una aventura esplendorosa; no puedo negar que mi salvaje yo quisiera despertar; no puedo negar que aceptar es la parte que más trabajo me ha costado; no puedo negar que el sueño se me escapa, así como ella misma de entre las manos; no puedo negar que mi consciencia ha dejado todo en claro; no puedo negar que pude hacer historia.

El ego, como tal, es parte de la individualidad de cada uno; a partir de mañana dejaré de desayunar, no comeré y procuraré cenar lo menos posible; todo en calidad de huelga en contra de mi propio yo; buscando hacer lo que desde el principio quise, un cambio verdadero en mi interior que se refleje completamente en el exterior hasta llegar a mi objetivo.

Porque no vale más ningún ser humano que otro, ni las líneas en el cuerpo son suficientes historias, ni los lienzos de colores cargan consigo suficientes memorias, ni las letras interminables de éste que redacta son promotoras del mínimo de lo que supone el esfuerzo que experimenta mi quebrantado ser.

La invitación se la he hecho, pues vine a esta vida a ofrecer, no a obligar a nadie; y su ambigua respuesta al igual que en todo lo que supuse eran dardos con ausencia de dirección ha hecho entender a mi espíritu la verdad de las cosas: Que por mucho que uno anhele, el anhelo es solo eso, y nada más está ahí; así que hay que aprender a ensamblar uno mismo el corazón en pedazos y dar pasos antes de que las oportunidades se terminen.

La vida es demasiado corta para desperdiciarla con feas.
La vida es demasiado efímera para vivirla llorando.
La vida es demasiado dura para arrancarnos las lágrimas.
La vida es demasiado cíclica para aprender del pasado.
La vida es demasiado real para vivir de anhelos e ilusiones.
La vida es demasiado personal, no para andarla brindando.

Anhelo

Por
Las personas mienten; a veces para proteger a otros, a veces por la falta de ganas de decir la verdad, o porque simplemente tienen la costum...