Intranquilidad
Es cierto, funciono mejor cuanod logro lo que me propongo, pero las cosas no son así de simples siempre, la ansiedad llega en consecuencia de nuestras limitaciones físicas, intelectuales, sociales, emocionales y de salud. De la nada, lo que parecía ser una planicie fácil de transitar, se convierte en un terreno boscoso y oscuro, repleto de agujeros en el suelo.
No he venido a quejarme de lo difícil que ha sido iniciar este año, en términos de planes y proyectos, en cuanto a lo financiero o del hecho de que mis opciones cada vez son más limitadas. Para nada, estoy aquí tratando de reencaminar mi enfoque, y es que no están para saberlo pero llevo días sufriendo hasta con mis tiempos de sueño.
Pero encontré la manera de darle la vuelta positivamente a eso, mediante cambiar mi mentalidad a la hora de empezar a trabajar; un par de horas hacen plena diferencia. Sin embargo sé que anhelo volver a sentirme poderoso, no únicamente se trata de saber reírse de las circunstancias, hay que mejorar por la inminente necesidad de hacerlo en esta vida con fines de conservación.
Una gripe, su posterior tos, cambios físicos y hormonales en consecuencia que provocan a su vez desajustes en los ciclos, y horror por ansiedad, que termina concluyendo en una nueva dolencia que puede muy probablemente por la falta de reactivos en el cuerpo que defiendan al individuo, acabar en los inicios de otra enfermedad respiratoria, cerrando el círculo catastrófico de no-saber-qué-hacer para salir de ahí.
Me podría poner a llorar si así quisiera, pero he tomado en serio esta situación, al grado que ayer estuve unas ocho horas peleándome con el colchón, sábanas, cobijas, calor, frío, ansiedad, fastidio, sudor, desesperación, piso, mosquitos, iluminación, ruidos, temperatura, aire, palpitaciones.
¿Fue la sal? ¿Fue el café? ¿Fueron las preocupaciones? Creo que fue de todo un poco, la intranquilidad que llega como consecuencia de no haber tomado las mejores decisiones es latente; eso aunado a los límites y el control que hay que evitar que se escapen de las manos, soy un aparato que trabaja en función armónica de un microcosmos. Debido a lo anterior, resurgir implica aplicarse en cada una de las áreas que se benefician o impactan si el entorno tiene fallos de seguridad o carencia de sentido.
Algunas de estas situaciones "extremas" de días recientes llegaron como consecuencia de decisiones duras que he tenido que tomar: Remover permanentemente redes sociales de mi celular e instalarlas únicamente por periodos específicos de tiempo, agregar límites a las apps que utilizo con mayor frecuencia, reorganizar documentos en los distintos servicios de nube que poseo, quitarme el acceso a la computadora personal fuera de ciertas condiciones específicas y hacer público un link a mi colección privada de libros digitales por aquí en alguna parte.
Y es que como les digo, es crucial el control para volver al camino del bienestar, me doy cuenta de cómo la vida me sonríe cuando estoy haciendo lo correcto; a pesar de sentirme agotado durante el día, o de que el enfoque en el trabajo no ha sido tan fino como me hubiera gustado; estoy convencido de que es lo que debo de hacer, abrazarme con todas mis fuerzas a pequeños hábitos, y agradecer cada paso en el sentido favorable que se consigue dar.
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