No lo Estás Logrando

 Odio el sentimiento del recordatorio a mi oído constante con la frase "no lo estás logrando", no saben lo mal que se siente, no saben lo triste que me pone. Porque sé que hay salidas, hay cosas que podría estar haciendo, destruyendo, construyendo, y en lugar de eso, caigo en la desolación y penas. No escribo esto para causar conmiseración, lo hago porque necesito desarraigarlo de mi sistema.

Me siento mal porque estoy perdiendo una batalla que no debería, porque se están apoderando de mí situaciones externas que no controlo, porque el entorno mismo se ha vuelto hostil y despiadado, nada permisivo. Y con el paso de mis problemas, envejezco, envejezco sin lograr un ápice de mis anhelos, roto y fulminado.

Me hace falta tanto, que al caer con muy poco, me convierto en insignificante, y por qué no estoy haciendo lo que amo, porque no soy suficientemente bueno; y así, con esa frase constante, me limito a ser un observador, reduzco mi intensidad a nada, me arrincono en un espacio minúsculo y pisoteo una vez más mi ego mermándolo lo más posible.

¿Qué pasaría si hiciera lo que quiero? ¿Qué sucedería si no me dejara vencer por mis temores? No lo sé, no lo sabremos nunca, quizá. Frustración y desesperación, amargura y falsedad, lo que veo en el exterior me fastidia, múltiples sucesos me han demostrado la incomodidad que me provoca, ¿qué está pasando con mi cabeza?

De verdad que deseo sentirme mejor, salir de estas es lo que me gustaría. Pero aún más, deseo entender que este malestar es solo una etapa, un puente hacia una versión más fuerte y sabia de mí mismo. Que cada caída, cada desilusión, está forjando una resiliencia que todavía no conozco. Es un proceso doloroso, sí, pero necesario. Y aunque ahora me sienta perdido, sé que en algún lugar dentro de mí está la fuerza para emerger, para encontrar mi camino y finalmente vivir la vida que tanto ansío.



No hay comentarios.

Publicar un comentario

Se agradecen tus comentarios.