Menos es Más
¿Tener un millón de libros, cien mil, diez mil, mil, cien, diez o uno? Empecé este asunto de la lectura constante ya hace tiempo, he tenido momentos en los que me detengo y otros en los que me obsesiono. Como reto, en mis rutinas de mayor avance literario trato de leer unas cien páginas en el día, eso me llevó a ser una persona enfocada en buscar y adquirir libros en donde se pudiera.
Quería acompletar algunas colecciones, quería tener acceso a libros de toda índole. Y quizá ese fue un poco mi error, así como en las decisiones generales de mi vida, en mis hábitos literarios dejé de lado la regla de utilizar un pequeño filtrado tipo ¿qué voy a leer? Pues he leído de todo. Sí, de todo.
A lo largo de los años, si una cosa pequeña he aprendido ha sido a reinventarme cada cierto tiempo y a comprender que la vida no siempre nos coloca en la cima; que por lo menos para los que nos tocó estar rodeados de limitaciones, las cosas no se darán tan fácilmente. Es por eso que fue importantísimo adquirir una mentalidad minimalista. Donde lo que exista, tenga una razón de ser, una funcionalidad específica. Y sin embargo, no lo he logrado del todo.
Inicié la semana reduciendo los tiempos que invierto en absurdismos virtuales y colocando "trabas" para evitar distracciones; pero no ha sido, ni es, ni será fácil. Porque los medios están ahí, esperando a ser consumidos e invitándonos constantemente a "adquirir" lo más moderno a la deriva.
Entonces volteo y veo la cantidad grosera de libros que poseo. No es queja. Aunque algo en mi interior reconoce que muchos de esos son solo desperdicio de árboles. Paja pura. Pero aparte de eso, observo mi entorno, en dónde estoy en este momento, qué tan organizada y limpia está mi habitación, puedo quitar cosas de acá y obsequiarlas, probablemente.
En la casa, lo primero que hice fue amueblar, comedor, estufa, refrigerador, sala, lavadora, aire acondicionado, cama, televisión y escritorio. Pero algo seguía faltándome, mi interés por funcionar. Me encontraba dándole vueltas a la idea de lo que la comodidad podría resultar para mí. ¿Funciona realmente? No creo, en mi caso, más allá del confort, lo que produce positivamente es ser organizado. A niveles cuasi compulsivos de vez en cuando.
Regresando al pensamiento anterior, ¿de qué sirve leer tanto? Para lo único es para irte dando cuenta cada vez más de lo profundamente ignorante, mediocre y sin sentido que eres en esta vida si lo analizas desde un plano universal. Para convencerte de que no sirve de nada frustrarse continua y constantemente porque lo que nos rodea, al final, es insignificante, y que tus conflictos mayores –que te despidan, que se te muera alguien cercano, que enfermes de gravedad, que lo pierdas todo, que cometan un crimen contra ti– terminan siendo minúsculos cuando los medimos a una escala mayor, pues al final, somos únicamente un número, y que nuestra moneda de cambio se mide en "libertad" y "felicidad", un par de autoengaños momentaneos a los que se aspira para darle rienda suelta al velo.
Por eso es mejor afianzarse a la nada, lo minúsculo, al instante. Porque la verdadera acepción de "tenerlo todo" es simplemente no necesitar nada. "Me perdí un capítulo de mi serie", qué catástrofe. "Engordé diez kilos", qué tragedia. "Me expusieron e insultaron en redes", qué horror. "La persona que me gusta me desprecia", qué desgracia. "Estoy completamente roto", qué conmoción.
No puedo dejar de advertir que si existiera una gestión global de las cosas y sucesos a gran escala, el Ente que lo administra todo tiene un humor bastante ácido, irónico y peculiar. Jamás le vas a entender, y mejor será para ti que hagas las pases contigo mismo y pongas en cuanto a lo que te dé la consciencia para mejorar como ser humano. Digo, al final puede que eso no sirva de nada, pero mejor es estar tranquilo con tu mente que vivir la prisión infiernal que supone el desquicie.
Para cerrar, se recomienda ser bueno, ser amable, generoso y amigable. Ser sincero en lo posible y justo. Ser esforzado y trabajador, ser responsable y atento, ser genuino y sencillo. Ser útil, empático, autosuficiente, prudente, desarrollar la inteligencia emocional y la lógico matemática, además del conocimiento en general. Esas cualidades no son para nada, ni para nadie más, son para ti mismo. Nada de eso te cuesta un centavo, quizá es de lo poco que puedes lograr sin que tus condiciones genéticas y de contexto tengan la última palabra. Y para aquellos que prefieran no, entiendo también, perdón por decirlo.
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