Dark Mode

 Ha pasado algo distinto este día, esa cochina empresa ahora me solicita que compruebe cada pago que he realizado con las diversas tarjetas que he utilizado. Amigos, tengo como veinte, la verdad que será una lata encontrar sus transferencias en cada uno de los estados de cuenta.

Por lo que pienso: ¿Será buena idea dejar ir mil pesillos? Digo, al menos por ahora que no estaré por un rato en casa. No sé, no le encuentro el sentido a ponerme a revisar todo eso pago por pago. Es casi, como mendigar. Y no estamos en tiempo de mendigar nada.

Todo porque se me ocurrió cambiar mi CLABE para los depósitos. Les digo, uno va saliendo de unas y le quieren enjaretar otras. Pero eso sí, como pasó con los ratas de Briq, si me la hacen cardiaca los mandaré a volar. No tengo ganas de desperdiciar mis ratos con esas tonterías.

A lo largo de la vida he tenido que dar por perdidos montones de dinero. Porque sí, porque me confío de gente, porque me dan hueva los procedimientos, porque prefiero tomar lo que esté accesible, porque soy generoso y no me pesa regalar a otros (y como consecuencia otros han sido abusivos y también generosos conmigo).

La lista podría seguir, pero el punto es ese: Una empresa, de cuyo nombre no quiero acordarme, tiene mis datos de transferencia. Y un envío pendiente de mil pesitos. Pero no lo quieren concretar hasta que, valide un montón de datos personales (con fotografías y toda la cosa), además de documentar cada movimiento en tarjetas. Chale.

A lo largo de mi memoria me ha tocado dejar ir muchísimo dinero, entre que no soy alguien que haga dramas ni conflictos por lana (he perdonado robos a amistades, prefiriendo conservar la amistad, antes que el objeto "perdido"), otras veces por flojera o comodidad, incluso porque simplemente apoyo el "mercado local". La lista podría seguir.

Además me gusta mantenerme alejado de los conflictos y las personas dañinas. Pues si no edificamos, para qué estamos ahí. Yo mismo he sido agente de daño para otras personas, lo reconozco, no estamos aquí para presumir que somos mejores a nadie más... Porque de lejos, estamos en la cesta de los más imperfectos.

Una cosa más antes de irme: Cambié los colores a las aplicaciones del trabajo, tenía que dejar registro de eso en algún lugar. Ya que desde me acuerdo, generalmente dejo esas cosas como las entregan por defecto por un tema de separación entre trabajo y personalidad. Arriba el dark mode!



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