Lúgubre
Me encuentro en medio de un proceso en el que no le recomiendo a nadie más estar; repleto de dudas e indiferencia, despreciando cada instante en mi pasado en el que hube cometido errores que me tienen aquí mismo.
Por qué ser tan miserable en un tiempo en el que todo se presta no solamente para hacer dinero, sino para conseguir metas con uno o dos correos electrónicos o mensajes de distancia.
Quizá quedé encerrado en el pasado, en un pasado en el que se valoraba tu capacidad de aceptar que no eres perfecto y tu deseo constante de crecer, de revolucionar, de autotransformarte.
Alguna vez soñando con la posibilidad de alcanzar metas, hoy desilusionado e inmerso en una depresión que me mata lentamente; a cada instante que el recuerdo de mi soledad me aborda, siento miedo, ese miedo que te despierta en medio de la noche sudando y te impide volver a cerrar los ojos.
La oscuridad a la que se tornó mi vida es inminente; el deseo de saber empezó poco a poco a destruir mi cuerpo, mi esencia, mi amor propio, mis logros; todo quedó demeritado a segundo plano, ya no soy yo, y aquello que me motivaba a creer en un mañana libre y funcional se ha ido al basurero.
Las mujeres que solían atraerme consiguieron pasar a un nivel mayor; pues al reconocer su hermosura no hago otra cosa que romper mi corazón en pequeños pedazos y distribuirlo en halagos, en recompensas, entre sollozos.
El camino a la muerte que me ha tocado andar es mucho más siniestro e inesperado de lo que quisiera; los sonidos de las moscas en el entorno y la constante peste, aunados al creciente dolor no hacen más que confirmar que me he transformado en alguien insignificante, un desperdicio, un montoncillo de mierda en el camino.
Para qué seguir creyendo en el amor cuando el amor no hace nada por creer en mí, para qué brindar mi confianza cuando quienes fuera de lazos sanguíneos no estarían dispuestos a confiarme nada.
La vida y el valor de la existencia carecen de significado cuando, lo único capaz de hacerme feliz es la presencia de una musa que me guste y a quien yo pueda gustarle a cambio; cual, al momento de redactar estas lúgubres líneas no hay una sola en el horizonte, ni en mi pasado próximo.
//Escrito en mi Blog Wordpress el 4 de Julio de 2017.
Por qué ser tan miserable en un tiempo en el que todo se presta no solamente para hacer dinero, sino para conseguir metas con uno o dos correos electrónicos o mensajes de distancia.
Quizá quedé encerrado en el pasado, en un pasado en el que se valoraba tu capacidad de aceptar que no eres perfecto y tu deseo constante de crecer, de revolucionar, de autotransformarte.
Alguna vez soñando con la posibilidad de alcanzar metas, hoy desilusionado e inmerso en una depresión que me mata lentamente; a cada instante que el recuerdo de mi soledad me aborda, siento miedo, ese miedo que te despierta en medio de la noche sudando y te impide volver a cerrar los ojos.
La oscuridad a la que se tornó mi vida es inminente; el deseo de saber empezó poco a poco a destruir mi cuerpo, mi esencia, mi amor propio, mis logros; todo quedó demeritado a segundo plano, ya no soy yo, y aquello que me motivaba a creer en un mañana libre y funcional se ha ido al basurero.
Las mujeres que solían atraerme consiguieron pasar a un nivel mayor; pues al reconocer su hermosura no hago otra cosa que romper mi corazón en pequeños pedazos y distribuirlo en halagos, en recompensas, entre sollozos.
El camino a la muerte que me ha tocado andar es mucho más siniestro e inesperado de lo que quisiera; los sonidos de las moscas en el entorno y la constante peste, aunados al creciente dolor no hacen más que confirmar que me he transformado en alguien insignificante, un desperdicio, un montoncillo de mierda en el camino.
Para qué seguir creyendo en el amor cuando el amor no hace nada por creer en mí, para qué brindar mi confianza cuando quienes fuera de lazos sanguíneos no estarían dispuestos a confiarme nada.
La vida y el valor de la existencia carecen de significado cuando, lo único capaz de hacerme feliz es la presencia de una musa que me guste y a quien yo pueda gustarle a cambio; cual, al momento de redactar estas lúgubres líneas no hay una sola en el horizonte, ni en mi pasado próximo.
//Escrito en mi Blog Wordpress el 4 de Julio de 2017.
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