Condición

No importa que sea de madrugada, amo sentirme en esta condición, verme al espejo y aceptar lo que soy, lo que tengo, lo que recibo, lo que anhelo y lo que he sido como regalo divino; es como un abrazo de frescura inminente que emerge desde lo más profundo de mi ser y me llena de placer.

Cuando no depende de nada externo esta plenitud no sabes exactamente cómo describirlo, pero en definitiva está ahí, contigo, haciéndote la vida más sencilla. Amo que las cosas me estén saliendo cada vez mejor, haber aprendido de mis lamentables errores del pasado y continuar creciendo, alimentar la dicha con sobriedad y sin volverme impertinente en el proceso.

Hace tiempo que he planeado ordenar las cosas, pero una tras otra han venido causas a mí que me habían repleto con fastidios de obligada controversia y por supuesto dificultades; no me sé todavía fuera de estatus de "inactividad y mediocridad" en el que me había enfrascado pero lentamente estoy sintiendo mi fluir desde las sombras.

Amo mi estupenda manera de asimilar las consecuencias a mis miedos pasados, el afrontar los cambios con valor y sentido de la razón completamente afilado; no hay necesidad de pronunciarme en favor de tal o cual lado, lo aprendido está ahí, una experiencia más, el crecimiento consiste en aceptar lo que hay y nada más, sin afanes innecesarios.

Una delicia de noche puede ser tan reveladora como un día afortunado, tan liberadora de traumas es la distancia como el paso del bondadoso tiempo para sanidad, qué benéfico ha sido el de arriba con un servidor filtrando lo que viene a intentar envenenar, contaminar o infectar mi andar, sabiendo de antemano que lo mejor está preparado para quienes el bien hacen; gracias de nuevo.

La vida, hermosa recompensa que entiendo me ha sido dada sin merecimiento alguno, es lo más valioso que poseo, y mejor es entregarla en pos del camino que más dádivas provea lleno de benevolencia, sinceridad, amor, paciencia, fe, gozo, paz y mansedumbre.

Gracias a ti, estimado lector, que podrías creer desperdiciados unos cuantos minutos solo por pasar a relacionarte indirectamente con alguien que parece no encontrar su norte como común denominador; en resumidas cuentas, he tenido que vivir y aprender de mi andar, las veces que se me ha inculcado a tomar un camino, no siempre han venido descritas instruyéndome con las posibles alternancias en cuanto a circunstancias, compréndaseme por favor, que mi juicio entre ataques de ansiedad, horrores ante la soledad y demás tonterías, a veces se ve opacado.

No me justifico, pero tampoco me juzgo; se llama imperfección. A veces me pido demasiado, otras tiro por la borda todo, no soy un fatalista o un perfeccionista, solo soy alguien viviendo a como se le dan las cosas; a veces bien, a veces mal, a veces genialmente, otras para el olvido. ¿Idealista yo? Tal vez un poco, sí; pero con mi realismo bien definido. Hasta aquí el reporte de mi condición actual.

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