Crimen

A veces me pregunto qué crimen tan horrendo tuve que haber cometido en el pasado para tener que soportar a personas que se entrometen y hacen la vida de cuadritos de esa manera. En serio, estoy lo que sigue de molesto; digo, eso de bloquearme el acceso al gimnasio ya es otro nivel de asquerosidad.

Está bien, haré lo posible por cambiarme a otro lugar o dejar ya de asistir a esas mugres. Si me va a pasar la enfermedad que aflige a los susodichos mejor así me quedo, "gorditos y bonitos" dicen los pingüinos de Madagascar.

¿Qué hice? ¿Qué fregados hice? Ni siquiera le hablo, no la busco, carajo, ni la volteo a ver como para que me salgan con esas jugadas tan ruines. Honestamente daría mucho porque le fuera mal en la vida; pero soy muy ético y respetuoso con los gustos que las otras personas tienen, y la vida misma es la que da las mejores lecciones, no soy nadie para andar jodiendo gente.

Que se entienda por favor. Que quede claro. A esa persona simpática y de belleza diferente le ruego que opte por el camino de la paz para conmigo, no estoy en busca de seguir siendo humillado por la perfección que predican. A la mierda la gente perfecta. A la mierda sus vanas palabras. A la mierda la falsedad de sus compañías.

Neta me siento terriblemente frustrado. Sé que soy un idiota por haberle confiado tanto, sé que soy un tarado por haberme creído sus cuentos, sé que soy un ingenuo por creer que me decía las cosas en serio, sé que soy un iluso por haber dicho que sabía a gloria, sé que soy un desperdiciado por invertir en ella, sé que soy un cerdo por lo que pensé e hice; lo sé, pero ya, mejor pasar el capítulo. Mujeres que hablen bonito hay muchas, hombres que hagan lo que prometen habemos pocos.

Una vez me dijo "él nunca se para aquí", y tómala que me lo encuentro ya dos veces. Qué capítulos tan espantosos y desagradables esos en los que sientes que van a sacar un arma para hacerte daño. Gracias a Dios existen los gimnasios, para que las personas saquen lo mejor de sí mismas. Yo no puedo con tanta insolencia. La justicia no viene de mis manos.

Por eso corrí a escribirlo.
Estaba perdiendo la cordura.
Mejor ser el loco del cuento.

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