Actividad
Ahora sí, he tenido que meterme a seguir las reglas específicas que me pidió mi psicóloga; como la principal razón de mi ansiedad es la frustración, ocupar mi calendario con actividad básicamente todos los días es una obligación; inicié el lunes de esta semana y así estaré hasta el sábado de la próxima, entre cosas que sirvan para despejar mi mente, acercándome a personas que me quieren y valoran mi compañía.
Tenía que hacerlo de ese modo, como resultado, positivamente quiero confesar que estos tres días que han pasado he experimentado un estado de control y confort impactante, no he tenido ni un solo episodio más; en el trabajo afortunadamente las cosas crecieron para bien, y lo que antes me era una limitante, ahora me resulta una fortaleza; amo poder entender las formas en las que mi cuerpo reacciona.
Y de dieta, bueno, solo basta confesar que la llevo correctamente, sin abusos ni atosigamientos, lento pero confiado, inteligente y bien mentalizado. La semana que entra visitaré el "templo del dolor" (como le dice mi roomie) que incluye spa y toda la cosa, me prometieron que es el mejor por aquí cerca y planeo no escatimar en lo que a mi salud beneficie, porque siendo honesto pararme en el que solía asistir no me hace sentir tranquilo, imaginar que puedo ser víctima de malas caras o despotismo no es algo que quiera para mi vida, lugares en los que pueda trabajar mi salud y donde haya instructores que se comprometan con mis resultados más que liarse con los asistentes es lo que requiero; porque hablaba precisamente con los encargados en la falta de profesionalismo que es para un maestro utilizar su posición en beneficio de aproximarse a alguien con otras intenciones.
En fin, ha habido muchas mejoras, y aunque lentas, verdaderas. Sigo en mi camino con la plena intención de alcanzar mis cometidos, sin dejar que nada ni nadie me rebaje; consciente de que hay mucho por aprender y continuar mejorando. Mi mente está dando espléndidos resultados una vez la he sacado de el agujero de horrores en el que la habían colocado diestramente las personas que abusando de mi exceso de benevolencia, aprovechaban para verme rendido y en el suelo.
Lo de cambiarme a otro lugar a entrenar, o mudarme, podría llegar a parecer un acto demasiado abrupto, y lo estoy pensando mucho, porque implica tirar a la basura lo que he invertido; pero si antes he tirado a la basura mi dinero, es lógico saber que no es lo que más me importa. Me importa sentirme bien y saberme acepto. Eso es todo.
Tenía que hacerlo de ese modo, como resultado, positivamente quiero confesar que estos tres días que han pasado he experimentado un estado de control y confort impactante, no he tenido ni un solo episodio más; en el trabajo afortunadamente las cosas crecieron para bien, y lo que antes me era una limitante, ahora me resulta una fortaleza; amo poder entender las formas en las que mi cuerpo reacciona.
Y de dieta, bueno, solo basta confesar que la llevo correctamente, sin abusos ni atosigamientos, lento pero confiado, inteligente y bien mentalizado. La semana que entra visitaré el "templo del dolor" (como le dice mi roomie) que incluye spa y toda la cosa, me prometieron que es el mejor por aquí cerca y planeo no escatimar en lo que a mi salud beneficie, porque siendo honesto pararme en el que solía asistir no me hace sentir tranquilo, imaginar que puedo ser víctima de malas caras o despotismo no es algo que quiera para mi vida, lugares en los que pueda trabajar mi salud y donde haya instructores que se comprometan con mis resultados más que liarse con los asistentes es lo que requiero; porque hablaba precisamente con los encargados en la falta de profesionalismo que es para un maestro utilizar su posición en beneficio de aproximarse a alguien con otras intenciones.
En fin, ha habido muchas mejoras, y aunque lentas, verdaderas. Sigo en mi camino con la plena intención de alcanzar mis cometidos, sin dejar que nada ni nadie me rebaje; consciente de que hay mucho por aprender y continuar mejorando. Mi mente está dando espléndidos resultados una vez la he sacado de el agujero de horrores en el que la habían colocado diestramente las personas que abusando de mi exceso de benevolencia, aprovechaban para verme rendido y en el suelo.
Lo de cambiarme a otro lugar a entrenar, o mudarme, podría llegar a parecer un acto demasiado abrupto, y lo estoy pensando mucho, porque implica tirar a la basura lo que he invertido; pero si antes he tirado a la basura mi dinero, es lógico saber que no es lo que más me importa. Me importa sentirme bien y saberme acepto. Eso es todo.
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