Vicio

Los ojos que te atrapan,
el vaivén que te enloquece,
las manos que seducen,
los labios que te besan,
la sombra que producen,
los pasos que la acercan,
narices que se rozan,
la piel que me provoca,
la mente subconsciente,
y de verdad paciente.

Bullicios y alborotos,
tranquilos otro poco,
el vello de su cuerpo,
su aroma asombroso,
el color y la textura,
ese sabor glorioso,
la amarga ruptura,
tiempo en su presencia,
olvida la experiencia,
sentidos vueltos locos.

La ropa cuando usa,
y cuando no su forma,
figura esplendorosa,
memorias de una diosa,
su voz y su aliento,
podrían ser mi alimento,
sus manos en el arte,
sus piernas en el suelo,
todo da vueltas lento,
hasta que lo comprendo,
caer hasta lo sumo,
menospreciado siempre,
y solo fue un encuentro.

Cuando contamos todo,
el vicio que produce,
un aspirante a algo,
a solas te seduce,
nadie puede saberlo,
pero bien es sabido,
que cercanía y pureza,
todo lo ha merecido.

Es ahí cuando saben,
estando en mi presencia,
que la abundante mente,
siempre será imparable,
amarás su destreza,
su forma de analizarte,
de todo se da cuenta,
para qué ser un infame.

Sus ojos en tu alma,
tu espíritu se vuelca,
desnuda deliciosamente,
más que quien se meta,
lo siento pero entiendo,
que no te sea posible,
dar más allá del cuerpo,
por ser inaccesible.

Mi vicio es tu fuerza,
calor en tu memoria,
no hay nada que produzca,
más dicha o mayor gloria.

Capaz es el que dice,
que nadie se entusiasme,
que siga navegando,
pues psicológicamente,
algo ha estado pasando,
he alcanzado a influir,
ese es un vicio más,
sé que un día he de morir,
pero olvidarme jamás.

Vicio es seguir produciendo,
sensaciones en quien me lee,
podrá ser que desespere,
que me vuelva loco también,
pero no me verás de malas,
porque aprendí a contender,
a aceptar que la gente,
tarda mucho en aprender.