Partidos

Señores, señoras, mostrar su desconsuelo electoral no sirve para absolutamente nada; estoy plenamente seguro de que cualquier representante de alternancia hace mella al partido que por años ha mantenido un esquema en su "buen gobernar" estatal.

Pero qué pasa aquí, por qué los cálculos no suceden, en la lógica de un estado en el que solo en dos de sus diez municipios haya ganado el supuesto partido ganador a la gubernatura nos hace meditar algo, hubo fraude.

Pero colimense, ya estás acostumbrado a eso, incluso todo mexicano lo estamos, empezamos con actitudes rebeldes y de desprecio hacia las autoridades y por nuestro supuesto ímpetu de no ser sobajados parecemos gallitos de pelea; pero eso dura poco, nos conformamos y aguantamos, nos quedamos al final de brazos cruzados.

Mejor pongámonos a trabajar, la solución para un estado verdaderamente coherente y capaz radica en ser nosotros quienes eduquemos con firmeza y convicción a nuestros hijos acerca de la importancia de ser liderados por personas pensantes y no colores solamente.

Gracias a Dios las generaciones casadas con un color se están muriendo, y lo dicen claramente las urnas y los pocos municipios que siguen optando por colores sea cual sea el simio que pongan supuestamente a hacer el trabajo.

Yo estoy harto, y sé que la mayoría de ustedes lo están, incluso comprendo que quienes votan por los mismos están en cualquiera de éstos conceptos: se ven beneficiados económicamente, son parientes del personaje en cuestión, pierden el trabajo de cambiar de opinión o son de esos que de cuna les instruyeron bajo los mismos colores.

La gente está despertando, las futuras generaciones podemos esperar a que sean más coherentes, el crecimiento constante produce que la fórmula "favor por favor" de la gestión actual se convierta en un modelo anticuado y disfuncional.

Vamos a hacer el cambio en nuestros propios corazones, en nuestros principios, en nuestra manera de actuar ante la inminente necesidad de ser mejores.